Lo bueno de tener grandes aspiraciones es que se puede fracasar de forma grandiosa, e imagino que eso es lo que me ha pasado este año, que con tanta grandilocuencia quise llamar el año del escritor. Si sigues esta bitácora ya sabrás que 2016 no ha sido ni mucho menos lo que yo esperaba, pero lo que no he obtenido en objetivos cumplidos lo he sacado con creces en experiencia. He aprendido muchas cosas este pasado año, solo que ninguna de ellas era lo que yo esperaba.
Balance como escritor
Palabras escritas:
- Ficción: 125.152 palabras, un 0,58% menos que en 2015. Media mensual: 10.429 palabras, frente a 10.490 en 2015.
- Entradas de blog: 78.387 palabras, un 37,7% más. Media mensual: 6.532 palabras, frente a 4.774 en 2015.
- Otros: 94.084 palabras, un 4,7% más. Media mensual: 7.900 palabras frente a 7.482 en 2015.
- Total de 2016: 297.623 palabras escritas, un 25% menos. Media mensual: 24.801 palabras frente a 33.134 palabras en 2015.
Lo primero que hay que explicar es que aunque mantenga o aumente las cifras, el total del año baja porque ya no cuento lo que escribo en el trabajo en estos totales. La razón es tan simple como que no aporta nada, excepto más trabajo para mí a la hora de llevar las cuentas. Quiero simplificar lo más posible mi flujo de trabajo y por eso desaparece de estos balances anuales, después de mucho tiempo fuera de los mensuales. Y para este año, las cuentas serán más simples todavía, pues solo contaré la ficción y la no ficción, englobando en esta última categoría las entradas del blog y también mis textos de no ficción.
Lo que me ha sorprendido en el 16 es que la ficción esté casi pareja con las cifras del 15. El año ha sido complicado, pero ni se me ocurría pensar que podría mantenerme, lo que viene a demostrar la virtud del trabajo constante. Aunque sean dos párrafos o quinientas palabras, pero escribe en cada momento que puedas. A final de año cuando haces balance, todo suma.
Balance como editor
Historias y proyectos finalizados:
- Ninguno.
Si el año pasado si tuve bastantes cosas que incluir en este apartado, este año brillan por su ausencia. Sí, he publicado Asalto en Kanar III en todas las tiendas, pero es un relato que llevaba escrito ya mucho tiempo, por lo que ni siquiera lo voy a contar. Y el gran proyecto que ha ocupado este año, Prisioneros del Futuro, no lo terminé en el 16, sino en los primeros días del 17. En cualquier caso, esto es lo que hay y no hay que ocultar que 2016 ha sido un año manifiestamente mejorable.
Balance como empresario
Como empresario, el 16 también ha sido muy mejorable, tal y como explico en el resumen.
Resumen
Olvidémonos de ingresos y ventas, que a la postre es lo que menos importa porque no se pueden controlar; comencé el año con la intención de publicar Prisioneros del Futuro y ha terminado sin que lo haya hecho. Por mucho que tenga ya listo un primer borrador y el libro ya disponible en preventa, eso no quita para que haya pasado demasiado tiempo con ese libro. Cierto, me he casado y me he mudado a otro país, pero como dijo alguien una vez, los hechos son tozudos y el hecho es que no he publicado ningún libro nuevo en todo 2016 (no considero Asalto como tal, pues ya lo habían leído los suscriptores de la lista de avisos).
Eso no me gusta ni un pelo.
Lo bueno, como decía al principio es que de todo esto se aprende, y esas lecciones las voy a aplicar en este 2017. A pesar de lo que he escrito en las últimas entradas, no voy a abandonar esta bitácora porque me he marcado dos objetivos en mi carrera de escritor y uno de ellos es compartir todo lo que aprenda durante la misma. Nada mejor para eso que esta tribuna en la que puedo explicar las cosas a mi gusto sin depender de terceros.
Eso se traducirá en una mayor regularidad por mi parte (espero), con nuevas entradas publicadas cada martes y cada viernes. Gracias a eso, podré avanzar proyectos como el manual de Scrivener y otros que tengo en mente. Si quieres conocerlos, te invito a que te suscribas en el formulario que tienes un poco más abajo. Si no, recuerda, el viernes volveré por aquí.
¡Hasta entonces, feliz escritura!
Imagen: Dafne Cholet vía Flickr.