Aunque no tenga nada que ver con mi progreso como escritor, sí me gustaría apuntar que intenté escribir este post con Gutenberg, el nuevo editor de WordPress y que no fui capaz. El nuevo editor visual no está mal, pero sigue tocándome mucho las narices que los señores de WordPress hayan decidido cargarse el justificado completo. Todo el tema de bloques y edición WYSIWYG lo conozco y manejo de sobra, pero hasta que no aparezcan plugins para incorporar el justificado completo en Gutenberg, paso. No tengo ganas de ponerme a escribir en HTML, ya lo hice hace más de quince años, gracias.

En fin, que me disperso con otros temas y no me centro en lo que toca, que es examinar el mes de julio. El mes pasado por fin volví al trabajo como está mandado y, aunque estoy lejos de mis mejores cifras, ya se nota que estoy en marcha de nuevo. Vamos a ver cómo fue julio.

Palabras escritas

  • Ficción: 10.928 nuevas palabras, mucho más que en el mes anterior. Total anual: 31.882 palabras.
  • No ficción: 424 nuevas palabras, también mucho más. Total anual: 36.852 palabras.
  • Total mensual: 11.352 nuevas palabras, mucho más que en el mes anterior. Total anual: 68.734 palabras.

Estas cifras están lejos de mis mejores meses, pero fíjate lo bajo que había caído y lo interiorizado que lo tenía que son mi mayor cifra desde agosto del año pasado. Si no fuese por este ejercicio de transparencia mensual, seguramente no me habría dado cuenta, porque no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Que esto sirva como aviso a otros escritores. Sí, puede que las ventas vayan bien (dentro de la escala de cada uno, claro, de las mías hablaré en unos días) y que tu blog funcione como la seda, pero si no escribes, nada de eso sirve. Si no escribes, cuando quieres darte cuenta han pasado años y no has publicado nada. Y si no publicas nada, ni todo el marketing del mundo te salvará en el largo plazo.

Viendo además el éxito de otros colegas escritores como Alberto, Jaime o Gemma, me queda más que claro. La clave está en lo que he repetido una y otra vez: escribir. Nada vende tu libro como publicar uno nuevo. Incluso los relatos breves sirven (de nuevo, te remito al balance de ventas que publicaré en unos días), pero publica. Y para publicar, tienes que escribir.

A eso voy a dedicarme de ahora en adelante. Y sobre todo, a no dejar que se me vuelva a olvidar. 

¡Feliz escritura! 

Imagen: Dafne Cholet vía Flickr.