A estas alturas de la película, creo que nadie puede negar que la industria del libro se encuentra inmersa en un cambio de paradigma, el mismo que ha afectado a otras industrias como el cine, las discográficas, los medios de comunicación impresos o las agencias de viajes, por ejemplo. Ese cambio no es otro que el advenimiento de las tecnologías de la información, que han conectado todo y a todos y han cambiado de forma irremisible el modo en que creamos y compartimos información. En el caso de la industria del libro, el cambio se traduce en una máxima que ya he citado en esta bitácora en alguna ocasión y que usé mucho en mi anterior blog: Publicar ya no es un trabajo, es un botón.
La industria del libro ha cambiado: publicar ya no es un trabajo, es un botón. Clic para tuitear
Piensa en ello por un instante. Hasta hace pocos años, si alguien quería que su mensaje o creación artística llegara a cientos, miles o millones de personas, su único camino era a través de las grandes industrias de medios y entretenimiento, que en muchos casos eran propietarias de los canales de distribución y las que decidían qué pasaba a través de su filtro. Hoy, cualquiera tiene las herramientas para que su mensaje pueda llegar a todo el mundo, sea a través de textos, música o vídeo, sin necesidad de complacer a ningún gatekeeper.
Además, la transición de una economía de átomos a una de bits está haciendo que la inmensa mayoría de productos de entretenimiento (películas, videojuegos, discos o, lo que más nos interesa, libros) pasen a ser productos digitales comprados y transportados a través de la red. Las ventajas logísticas de los bits sobre los átomos —bien conocidas por todos— hacen imparable esa transición, quedando estos últimos relegados a formatos minoritarios y de coleccionista.
Se trata de la democratización de la creación de contenidos, lo que para muchos supone una vulgarización de los mismos, pero eso ya sería otro debate. Mi tesis en este caso es que el cambio de paradigma ha socavado la industria del libro y ha hecho tambalearse el modelo tradicional de bestsellers sobre el que se sustentaba. En ese modelo, los grandes superventas o bestsellers eran los que permitían cuadrar las cuentas y tener los beneficios necesarios para editar otras obras con menos tirón de ventas.
La industria del libro sigue necesitando esos bestsellers, pero estos son cada vez más difíciles de conseguir. Fenómenos como Harry Potter, Crepúsculo, Cincuenta sombras de Grey o Millenium no pueden fabricarse, aunque se pueda pensar lo contrario. Si unimos esa carencia de bestsellers a la explosión de oferta producida por el cambio de paradigma nos encontramos ante un nuevo modelo, en el que los bestsellers pierden su importancia frente a los longsellers.
Un longseller es aquel libro que, sin ser cantidades exorbitantes que le metan en las listas de éxitos, vende las suficientes unidades al año para justificar que permanezca en imprenta. En el viejo paradigma, un longseller era un bien preciado, un libro de fondo de catálogo que casi siempre coincidía con los grandes clásicos. Eso ha cambiado y en el nuevo paradigma de la publicación electrónica, todos los libros pueden ser longsellers.
En el nuevo paradigma de la publicación electrónica, todos los libros pueden ser longsellers. Clic para tuitear
La clave para conseguir un longseller es conocer las realidades de este nuevo paradigma, en el que los libros nunca se descatalogan y pueden encontrar su público años después de ser publicados por primera vez. Ya no tiene sentido hablar de tiradas, ediciones u otros conceptos propios de los libros hechos de átomos. Tienes que cambiar tu mentalidad para adaptarte al nuevo paradigma y para ello nada mejor que la realidad de las matemáticas.
Imagina que tu libro vende, de media, veinte ejemplares cada mes. No es una cifra con la que entrarás en las listas de ventas y, dependiendo de tu estrategia de precios, el beneficio puede oscilar entre el suficiente para pagarte una cena o algo simplemente testimonial. Da igual, lo importante es pensar a largo plazo. 20 libros al mes son 240 libros al año, una cifra que tampoco es para tirar cohetes, pero nada desdeñable en un país donde la tirada media es de menos de 4.000 ejemplares. En cinco años serán 1200 ejemplares, en diez, 2400 y esa cifra seguirá subiendo, siempre que lo mantengas a la venta.
Y debes mantenerlo a la venta. En primer lugar, porque así cumples con las Reglas de Heinlein y en segundo lugar, porque nunca sabes cuándo ese libro puede despegar. Los gustos del público pueden cambiar y, en unos años, puede reflejar la problemática de su tiempo mejor que otros más recientes. También puedes sustituir la portada por otra más adecuada a tu público objetivo y redactar una nueva sinopsis con otro enfoque para tratar de llamar la atención de los lectores. Todo eso son tácticas válidas para despertar el interés por tu libro, ahora y dentro de diez y veinte años. Pero la táctica más efectiva y la que te dará fruto más rápidamente es la más evidente: escribe otro libro y los algoritmos acudirán en tu ayuda.
La mejor publicidad que puedes hacer a tu libro es escribir otro libro. Clic para tuitear
Puede que no sepas lo que es un algoritmo ni por qué es tan importante para ti o por qué quiere echarte una mano. Para explicártelo, debes comprender cómo funcionan los buscadores como Google.
Cada vez que haces una consulta, los algoritmos de Google examinan los miles de millones de páginas que tienen indexadas en busca de la respuesta y te las presentan con un orden determinado. Ese orden viene definido por una serie de variables que Google usa para poner una página por encima de otra, desde la edad de la página hasta la longitud del texto, pasando por la densidad de la palabra clave que ha buscado, la actualización de la página o los enlaces relacionados, y así hasta 200 factores incluidos en el algoritmo. Existe toda una industria, el SEO, dedicada a estudiar lo que se sabe del algoritmo de Google y ponerlo en práctica para así conseguir llegar a los primeros puestos de las búsquedas. Por supuesto, otros buscadores usan algoritmos propios para ordenar los resultados.
Amazon también tiene un algoritmo propio y es parte de su éxito. No es tan conocido ni se ha dedicado tanto dinero a estudiarlo como en el caso de Google pero, gracias a la experiencia de miles de escritores independientes que han examinado sus efectos, conocemos cómo funciona y por qué quiere echarte una mano para que triunfes (Si quieres aprender de primera mano sobre tus efectos, te recomiendo que te hagas habitual del Writer’s Cafe de Kboards, seguramente el foro más importante de escritores independientes de la red. Si no quieres o el idioma es un obstáculo para ti, sigue leyendo).
En primer lugar, debes entender una cuestión fundamental sobre la empresa de Jeff Bezos: Amazon no es tonto, quiere ganar dinero y para que eso ocurra tú debes ganar dinero, por lo que hará todo lo que esté en su algoritmo para ayudarte. Esto son negocios y no hay nada personal en ello. Si tu libro vende bien, Amazon lo promocionará y dará visibilidad; si no vende tan bien, tendrá mucha menos promoción y visibilidad. Esto es así, porque tus ganancias también son sus ganancias. Asúmelo como buen profesional como eres y no busques explicaciones personales para un proceso que está automatizado en su mayor parte.
El algoritmo de Amazon establece los puestos en las listas de venta valorando las ventas consistentes por encima de las irregulares. ¿Qué quiere decir esto? Que si vendes cincuenta ejemplares en un día sin duda te meterás en el Top 100, pero si no mantienes ese nivel tu caída será tan rápida como tu ascenso. Es mejor vender 3 unidades cada día durante una semana que no 21 en un día y luego seis días de cero ventas. El algoritmo premia la regularidad y los longsellers, no lo olvides.
No solo eso, el algoritmo también premia y promociona las novedades, porque de ahí puede salir el próximo bestseller. De ahí que cada vez que publiques un nuevo libro es más fácil que este llegue a puestos altos en las listas que uno que ya tenga unos años. Además, también promociona los libros del mismo autor y esa es la razón por la que el mejor marketing posible para tu libro es escribir uno nuevo. El algoritmo promocionará ambos, con la esperanza de que al lector que le guste uno compre el otro.
Todo esto lo hace Amazon a través de las listas de ventas, que están determinadas por el número de unidades vendidas procesado por el algoritmo, y también a través del Also Bought, que en España es «Los clientes que compraron este libro también compraron», con el que pone tu libro frente a compradores de otros libros similares por género y/o temática. Recuerda que a Amazon le interesa hacer caja, así que pondrá de su parte para que tú también lo consigas. Compréndelo y hazlo parte de tu estrategia.
Otras tiendas online tienen algoritmos similares que buscarán el mismo fin. Recuerda que todas buscan ganar dinero y para ello les interesa que tú también lo hagas. Para eso, tienes que asumir que tu libro es un longseller y no debes cegarte por los resultados en el corto plazo. ¿Que llevas dos meses y no has vendido ni un ejemplar? Puede que el próximo mes la cosa cambie pero si no lo hace, hay muchas cosas que puedes hacer: una nueva sinopsis, una nueva portada, un nuevo título o mejor todavía, un nuevo libro. Estamos en un nuevo paradigma y necesitas nuevas soluciones para nuevos problemas.
Espero que hayas aprendido algo con este artículo. Si te ha gustado, puedes compartirlo con los botones de la barra lateral.
¡Feliz escritura!
Interesantisimo post tb.
¡Muchas gracias, Nicholas!