Hace tiempo que quiero sacarme la espina de la publicación, porque he publicado muy poco en los últimos dos años. Este 2018 me he propuesto aumentar mi catálogo de forma ostensible. Para eso he puesto en marcha lo que llamo Cinco relatos de marzo, publicar un relato cada semana durante el mes de marzo. El primero es Despierto, cuya portada tienes ahí arriba, un relato inédito cuya sinopsis es la siguiente:
La nave colonizadora Pionero viaja por el espacio en dirección a Kepler-296e, con diez mil mujeres y hombres a bordo, hibernados para soportar el largo viaje. Un centenar de ellos está despierto en todo momento para manejar la inmensa nave, rotándose en turnos de vigilia de un año.
Harper Boduch ha terminado su primer turno de vigilia desde que arrancó la Pionero, y está listo para volver a entrar en hibernación.
Pero no lo está para lo que le va a pasar.
No sé cómo funcionará. De hecho, parte del motivo de los Cinco relatos de marzo es comprobar cómo funciona el mercado para relatos cortos de verdad (en torno a las cinco mil palabras). Por todo lo que he leído de los autores anglosajones y lo que he vivido en estos años, no creo que vayan a ser un éxito. Pero es un experimento que me apetecía hacer, y no necesito más razón que esa.
También me sirve como campo de ensayos para mis futuras portadas. Cada uno de los cinco relatos que publicaré en el mes tendrá una cubierta realizada por un diseñador diferente, y aquel con cuyo resultado quede más satisfecho se encargara de rediseñar las de mis libros ya publicados.
Pagando, por supuesto. Porque si quieres un resultado profesional, o aprendes a hacerlo como los profesionales o contratas a uno. Aunque estoy muy contento con mis portadas actuales, mis habilidades como diseñador llegan solo hasta cierto punto.
Creo que se nota la diferencia entre Despierto y el resto de mis títulos, ¿verdad? Por cierto, antes de que se me olvide, estos son los Cinco relatos de marzo:
- Despierto (1 de marzo)
- La Puerta (8 de marzo)
- El Encuentro (15 de marzo)
- Un Frescor Inconfundible (22 de marzo)
- Tierra Quemada (29 de marzo)
Para la segunda mitad del año, sacaré la esperada La Guerra del Ayer. Después de eso, ya decidiré cuál será mi próximo proyecto. De momento, vamos a por esos relatos.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
Yo también he pensado en ir aumentando mi catálogo con cositas cortas, pero no tanto como relatos de cinco mil palabras. A la gente no le gusta leer relatos y no entiendo por qué. Yo había pensado más en algo tipo «novelettes». Mi problema con ellas es que pienso en novelas cortas y acabo escribiendo un tocho…
En eso estoy de acuerdo, de hecho ya tengo varias «novelettes» como la cosmonave, Asalto en Kanar III o Código Negro. Ahora quiero ver cómo funcionan los relatos cortos. No tengo muchas expectativas, así que no creo que me desilusione. La clave está en seguir experimentando hasta encontrar el punto. ¡Un abrazo y gracias por la visita y el comentario, Ana!
Al revés de ustedes tengo dificultad para alargar las novelas.
Pero trato de imponerme las cien páginas, algunas más, otras menos.
Tengo una de cuentos cortos y poesía que considero buena, pero no le dieron demasiada importancia.
Son 21 en Amazón.
Siempre leo tu columna, es muy motivante.
Un abrazo.
La longitud de una novela es un tema complicado, siempre. En mi opinión, tienes que regirte por las convenciones del género (un lector de fantasía épica está acostumbrada a novelas más largas que uno de suspense, por ejemplo) y por la propia historia. Si la historia no llega a las cien páginas pero está completa, no hay necesidad de alargarla de manera artificial. Cada historia es diferente y su longitud también debe serlo.
Me alegro de que encuentres motivantes mis artículos. Esa era la idea 😀 Un abrazo y gracias por la visita y el comentario.
Hagamos una apuesta de cómo funcionará. Ahí va mi pronóstico:
Creo que va a funcionar bien en páginas leídas, pero discreto en ejemplares vendidos.
He leído «Despierto» y creo que también «El encuentro» y «Un frescor inconfundible» (son los que ya tienes en catálogo desde hace tiempo, ¿verdad?). Los tres son relatos que bien merecen esos 0,99 € de precio. Pero la oferta en ebooks en Amazon es tremenda y nos hemos acostumbrado a tener buenas novelas completas a 2,99 €, o recopilatorios de relatos a ese precio. Por eso creo que la comparación puede hacer pensar que un relato a 0,99 € es caro -no lo sería si comparamos con el precio tradicional de un libro de en torno a 15 €-
Sin embargo, el concepto de páginas leídas de Kindle Unlimited es inmune a estas pesquisas porque es tarifa plana para los lectores.
Lo digital permite publicar textos tan cortos como queramos (ya no es necesario juntar un buen taquito de papeles que se puedan encuadernar), pero es el modelo de negocio de tarifa plana de lectura quien puede dar una nueva vitalidad a los cuentos y relatos.
¡Enhorabuena por la iniciativa!
Todavía es muy pronto para saber si tienes razón en tu apuesta o no. Lo que sí he visto en estos primeros días es el fenómeno contrario: se van vendiendo ejemplares, pero hay muy pocas páginas leídas. Habrá que ver cómo funciona el experimento cuando estén todos los relatos publicados y cuando haya pasado el efecto novedad en el algoritmo. Va a ser muy interesante, desde luego. ¡Un abrazo y gracias por la visita y el comentario, Joseto!
Nos pasaremos por aquí, atentos a tus balances, para ver cómo sale la cosa!