Cómo autopublicar tu libro

Ahora que ya conoces todas las herramientas que puedes necesitar en tu carrera como autor independiente, es el momento de empezar a trabajar para que puedas autopublicar tu libro. En esta segunda parte de la serie, voy a explicarte el que quizá es el proceso más complicado con el que te vas a encontrar: la compilación de tu libro.

Para ello, voy a asumir que ya tienes tu manuscrito listo y revisado, y que te has preocupado de que no tenga errores ortográficos o gramaticales. También asumo que se lo has dejado a varios lectores beta y que has tomado buena nota de sus impresiones, llevándolas al texto final. Compilar no es un proceso difícil, y menos usando los programas que te he venido explicando en las últimas semanas, pero si vas a compilar sucesivas versiones con nuevas correcciones del mismo manuscrito, lo único que vas a hacer es confundirte. Por eso, compila solo cuando tu texto sea definitivo.

El proceso de compilación va a transformar tu manuscrito del formato en el que lo hayas escrito a otro llamado epub. ¿Por qué epub? Porque las plataformas más importantes de autopublicación como Amazon o Smashwords lo aceptan para que subas tus libros y porque se está convirtiendo en un estándar para la publicación de libros electrónicos. Hay muchos otros formatos, pero de ellos hablaremos más adelante. Por ahora, quédate con este concepto: epub es el formato que debes usar si quieres publicar tu libro electrónico.

Si por alguna razón que se me escapa, no quieres publicar tu libro en formato electrónico y lo quieres en papel, el proceso es un poco más complicado y depende de la plataforma que elijas para que imprima tu libro. De todas formas, cuentas con la ventaja de que puedes subcontratar ese proceso, que ya no sería compilación sino maquetación, en la plataforma que desees: Createspace, Bubok, Lulu, Círculo Rojo… En la quinta parte de esta serie hablaremos de ello con más detalle.

En esta parte, vamos a repasar los elementos que hacen que un epub este bien compilado. Repasaremos qué son los metadatos, qué son los archivos xhtml, la hoja de estilos css y cómo crear una TOC o Table of Contents, nuestro índice de toda la vida. Pero no dejes que todos estos conceptos te asusten; si usas el programa que te recomendé (Scrivener), podrás crear un epub prácticamente perfecto y con otra de las herramientas que hemos visto en la primera parte (Calibre) podrás terminar de ajustarlo a tus necesidades, revisarlo y convertirlo al formato que necesites.

Como ves, no debes tener miedo a los aspectos técnicos o de programación, ya que todo el trabajo pesado lo van a hacer esos programas por ti, pero siempre es bueno que tengas conocimiento de ello, aunque sea a nivel básico. De esta forma, sabrás cuándo algo está mal y dónde tienes que mirar para buscar el error.

Recuerda que si no quieres, no es necesario que pases por todo este proceso, ya que hay muchos profesionales en la red dispuestos a ayudarte en la compilación de tu manuscrito… por un precio. Tú debes decidir si te merece la pena, o no, el desembolso económico. En mi caso, creo que ya te habrás dado cuenta que yo opto por la filosofía del DIY (Do-It-Yourself, Hazlo tú mismo), aunque pagar por los servicios que necesites es igual de válido. En la autopublicación, no existe una única manera de ir del punto A al punto B, hay muchas formas de obtener el resultado que deseas. 

Con eso en mente, voy a explicarte el camino que uso yo, esperando que te sea de ayuda para decidir el tuyo. Así que no faltes la semana que viene, en la que voy a explicar con más detalle los conceptos básicos de la compilación.

¡Feliz escritura!

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