Antes de empezar, debo hacer una aclaración y es importante. No soy abogado y lo que vas a leer a continuación son mis opiniones en lo referente a los aspectos legales de la autopublicación, basadas en mi experiencia y en toda la información que he recopilado al respecto. En ningún caso quiero dar pie a que mis opiniones sean tomadas como un consejo legal, porque no lo son y si estás buscando consejo legal, lo mejor es que contactes con un abogado.
¿Ha quedado claro? Entonces podemos ir viendo los aspectos legales de la autopublicación.
Fundamentos de propiedad intelectual
Para definirlo en pocas palabras, la propiedad intelectual es la autoría que ostentas sobre la obra u obras fruto de tu propia creación. Esa obra u obras es intangible, no puedes reclamar la propiedad intelectual de un objeto físico. Al tener la propiedad intelectual de tu obra u obras, se protegen tus intereses como creador y tienes una serie de derechos que te corresponden como autor. Esos son tus derechos de autor.
Los derechos de autor se aplican a las creaciones artísticas como libros, obras musicales, pinturas, esculturas, películas o programas informáticos, entre otros. En la legislación española, esos derechos de autor incluyen los derechos morales, que son irrenunciables e inalienables y pasan a tus herederos cuando falleces. Entre ellos, destaca el derecho al reconocimiento de la condición de autor de la obra y el de exigir el respeto a la integridad de la obra y la no alteración de la misma. Luego están los derechos de carácter patrimonial, que son los que te permiten autorizar o prohibir los actos de explotación de tu obra, permitiéndote conseguir una retribución a cambio de las autorizaciones de explotación que concedas.
No necesitas registrar tu obra para tener la propiedad intelectual de la misma, pero sí te hará falta tenerla registrada si existe alguna disputa en cuanto a la autoría. Para registrar tu obra, puedes hacerlo en el Registro General de la Propiedad Intelectual; esa inscripción en el Registro te servirá para proteger tus derechos de autor, en tanto que constituye una prueba cualificada de la existencia de los derechos inscritos. La inscripción en el Registro cuesta dinero y debes decidir si quieres hacerlo o no, porque no es obligatoria para adquirir la propiedad intelectual ni para obtener la protección que la Ley otorga a los autores.
Una alternativa al Registro de la Propiedad Intelectual es SafeCreative, una plataforma de registro, información y gestión de propiedad intelectual con énfasis especial en la nueva realidad digital. Te ofrecerá la misma garantía que la inscripción en el Registro al poder probar la autoría con garantías tecnológicas como el registro de múltiples huellas digitales o el doble sellado de tiempo.
En cualquier caso, repito, no necesitas registrar tu obra para tener la propiedad intelectual, pero es bueno que lo hagas para evitar cualquier posible disputa legal sobre la autoría de la misma.
Qué es el Depósito Legal
El depósito legal tiene por objeto recoger ejemplares de todo tipo de publicaciones en cualquier clase de soporte y destinadas por cualquier procedimiento a su distribución o comunicación pública, sea ésta gratuita u onerosa, con la finalidad de cumplir con el deber de preservar el patrimonio bibliográfico, sonoro, visual, audiovisual y digital del país. En España, lo regula la Ley 23/2011 y las disposiciones específicas de cada Comunidad Autónoma. Es obligatorio y si no se solicita puede dar lugar a infracciones leves o muy graves, con sanciones económicas de cierta importancia.
Ahora bien ¿significa que estás obligado a solicitar el depósito legal si autopublicas tu libro? La respuesta es depende. La mayoría de los autores autopublicados en España no lo solicita bien por desconocimiento o por dejadez, pero hay quien sí lo hace. Lo que es seguro es que la Ley actual no está adaptada a los tiempos modernos pues pedir “tres ejemplares de las producciones sonoras, audiovisuales o electrónicas” tan solo demuestra un desconocimiento absoluto de la realidad digital por parte del legislador. En lo que se refiere a las ediciones impresas, estás obligado a pedir el depósito legal si haces una tirada completa, por pequeña que sea, pero no estás obligado si es una publicación de impresión bajo demanda.
¿En qué se traduce todo esto? Veamos algunos ejemplos: si encargas a una imprenta una tirada de 100 ejemplares de tu libro para vender, distribuir o regalar, estás obligado a solicitar el depósito legal y depositar los ejemplares en la oficina correspondiente de tu Comunidad Autónoma, pero si publicas tu libro a través de Createspace o cualquier otra empresa de impresión bajo demanda, no necesitas pedir el depósito legal. En el caso de tu publicación electrónica, ahora mismo está todo en el limbo y existe un vacío legal al respecto; veremos cómo se desarrolla en el futuro y si el Estado se dedica a sancionar a los múltiples escritores autopublicados sin depósito legal que usan Amazon u otras plataformas.
Qué es el ISBN
Finalmente, necesitas saber qué es el ISBN o International Serial Book Number. Es un identificador único para libros impresos, previsto para facilitar su comercialización y distribución. Por tanto, si no vas a sacar edición impresa no necesitas un ISBN, ya que la mayoría de plataformas de autopublicación utilizan otros códigos propios, como puede ser el ASIN de Amazon. Si vas a sacar una edición impresa, un ISBN te ayudará a comercializar y distribuir el libro, pero no es obligatorio.
Lo repito para que quede claro: el ISBN no es obligatorio, al menos en España. El Real Decreto 2063/2008, en su Disposición derogatoria única a), deroga la obligatoriedad de consignar el ISBN en las publicaciones, fijada por el Real Decreto 2984/1972. Por tanto, no hay ninguna obligación de solicitar un ISBN para obtener el Depósito Legal ni mucho menos para publicar un libro. Ahora bien, que no sea obligatorio no significa que no debas molestarte en pedirlo porque la inmensa mayoría de las librerías y superficies no aceptarán tu libro impreso si no tiene un ISBN. Si utilizas los servicios de empresas como Createspace, Bubok o Lulu, ellas te facilitarán un ISBN que podrás utilizar para esa edición de tu libro. Esa distinción es importante, ya que el ISBN está vinculado a la edición concreta para la que se pide.
Es decir, si sacas un libro con Createspace y luego haces una edición con otra editorial, necesitas un ISBN nuevo. O si sacas una nueva edición de tu novela con más páginas, también necesitas un ISBN nuevo. El ISBN te hará falta para generar un código de barras para tu libro y para poderlo distribuir en librerías, así que preocúpate de conseguir uno, bien comprándolo en la Agencia Española del ISBN o usando el que te facilite la empresa con la que estés trabajando.
A grandes rasgos, estos son los aspectos legales que debes conocer para publicar tu libro. En la próxima entrega de la serie, vamos a abordar uno de los elementos más importantes de la publicación de un libro: la sinopsis. La portada es lo que atraerá al lector a primera vista y si le gusta, echará un vistazo a la descripción o sinopsis, que es la que debe motivarle a la compra. Enganchar al lector es todo un arte y hablaremos de ello en la próxima entrega.
Hasta entonces ¡feliz escritura!
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