Igual piensas que no merece la pena dedicar una entrada completa a las categorías y los géneros. Todo el mundo conoce los diferentes géneros y sabe en qué categorías debe clasificar su libro ¿verdad? Pues incluso siendo así mucha gente elige mal las categorías y no conoce las convenciones del género en el que escribe. Por eso debemos dejar sentadas las bases para que tú no cometas esos errores, porque la categoría es uno de tus elementos de marketing pasivo más importante. No puedes descuidarla porque influye directamente en tu capacidad de ser descubierto por tus lectores.
Para asegurarnos de que usamos los mismos términos, cuando hablo de marketing pasivo me refiero a las acciones que emprendes para impulsar la compra de tu libro y que no necesitas estar revisando cada dos por tres. Una buena portada o una buena sinopsis son acciones de marketing pasivo, porque las realizas una vez y no tienes que repetirlas, al menos a corto plazo. Lo mismo ocurre con la categoría o categorías de tus libros: una vez que las has establecido puedes olvidarte de ellas (a no ser que lo hayas hecho mal en cuyo caso debes corregirlas cuanto antes).
Para nuestros propósitos, definiremos categoría como la clasificación arbitraria que realiza una librería basándose en el género literario o en otras características. Es una definición lo suficientemente amplia para poder abarcar todos los aspectos que debes saber y, al mismo tiempo, suficientemente concreta para no perdernos en interminables discusiones teóricas. En esa definición verás que hablo de clasificación arbitraria; esto es así porque, en la práctica, casi cada tienda online y cada tienda física tienen su propio sistema de clasificación por categorías. En algunas puedes precisar la categoría hasta el extremo y en otras te limitas a ficción y no ficción. Dado que no hay un sistema estandarizado que use todo el mundo, debes tener en cuenta esa arbitrariedad porque la categoría de un mismo libro puede ser diferente de una tienda a otra.
Cómo encuentran libros los lectores
En este punto estarás diciendo Vale, muy interesante, ¿pero por qué das tanta importancia a las categorías, Miguel Ángel? Si te haces esa pregunta es porque no has interiorizado el modo en que los lectores buscan y encuentran los libros, cometiendo el error habitual de olvidar como escritor todo lo que sabes como lector. En todas las librerías físicas y online, el lector tiene tres métodos para descubrir libros.
- El primero es fijarse en la mesa de novedades en tiendas físicas o en los libros destacados en la homepage de la tienda online. Como escritor, solo tiene dos maneras para aparecer en esos espacios: puedes pagar para estar en ellos o puedes ser Stephen King, con lo cual el solo hecho de que publiques una novela ya es un acontecimiento. Como puedes imaginar, no todos podemos aprovechar este método.
- El segundo método es preguntar al dependiente o su equivalente online: usar la barra de búsqueda. Los lectores usan este método cuando saben exactamente lo que quieren, así que si no están buscando tu libro puedes olvidarte. Pero sí puedes hacer que tu libro aparezca cuando hacen una pregunta al dependiente o una búsqueda más genérica. Aquí ya empezamos a ver cómo establecer bien tanto la categoría como el género hará que puedan encontrarnos. No es lo mismo poner tu historia de detectives en thriller que en misterio, porque son dos tipos de lectores distintos. Elegir la categoría y el género correctos hará que los lectores a los que puede gustar nuestro título nos encuentren con más facilidad. No se lo pongas difícil.
- El tercer método es ir a la estantería dedicada a su género preferido o navegar por la categoría correspondiente en la tienda online. Lo que decía para el método anterior se aplica igual aquí. Si te gusta la ciencia ficción y te apetece algo de ese género, no vas a la estantería de romance ni buscas en la categoría de terror en una tienda online. Si tu libro no está disponible entre los demás de su categoría, el lector no te encontrará jamás. Se trata de eliminar barreras entre el lector y tus títulos, no de poner obstáculos para que te encuentren.
Un último apunte antes de continuar. Los lectores no son tontos, así que nos los trates como tal. Saben distinguir perfectamente el grano de la paja y no les gusta ser engañados. Si todo en tu novela (sinopsis, portada, categoría) apela a los amantes del terror pero luego la trama principal es el romance de los protagonistas, te arriesgas a perder lectores para siempre. Cuidado con las mezclas de géneros; cuando están bien hechas puedes gustar a lectores de todos los géneros implicados pero si no, los perderás a todos por igual.
Los géneros literarios
Ahora que ya hemos explicado las categorías y su importancia por ser uno de los tres métodos que usan los lectores para encontrar libros, vamos a hablar de los géneros. Hay mucho escrito y muy bueno sobre los géneros literarios y no tengo intención de hacer un tratado sobre el tema, así que me limitaré a recordarte que un género literario engloba a todas las obras que comparten elementos comunes de contenido y/o estilo. La división clásica de los géneros distingue la épica, la lírica y el drama, que vendrían a identificarse con la narrativa, la poesía y el teatro. Hoy, esos tres géneros se han multiplicado hasta la saciedad y existen listas de géneros más largas que tu brazo, por lo que debes preocuparte por saber a qué género pertenece la historia que has escrito; eso te permitirá establecer la categoría.
Según la historia que hayas escrito, encuadrarla en un género u otro puede ser algo muy sencillo o una pesadilla. En el género que yo trabajo —la ciencia ficción—, la diferencia entre situar la trama en un sistema solar que es la capital de un imperio galáctico o en la frontera de ese mismo imperio es la diferencia entre ser una space opera o una de sus subgéneros, un western espacial. Puede que sea un ejemplo un poco extremo, pero sirve para que te hagas una idea de lo importante que es establecer el género correcto. Esa es la forma de conseguir que tus lectores te encuentren con más facilidad.
Para ello, debes respetar las convenciones de los géneros literarios, sobre todo si eres un autor novel. Tienes todo el derecho a escribir una novela de fantasía en la que los elfos sean una belicosa raza de vampiros y los enanos unos hechiceros adoradores de dioses impíos, pero no esperes que el lector típico de El señor de los anillos corra emocionado a por tu obra. Lo mismo que con las reglas de la ortografía, para saltarte las reglas no escritas de los géneros tienes que conocerlas primero. Otro efecto indeseable de no seguir las convenciones establecidas es que tus obras recibirán el apelativo de inclasificables y a la mayoría de los lectores no les atraen las obras inclasificables, exceptuando a los lectores que siempre buscan cosas nuevas y estos son demasiado pocos para construir una carrera.
De hecho, seguro que puedes pensar en muchos escritores que han triunfado gracias a seguir las convenciones de los géneros de su elección, convirtiéndose en la práctica en sinónimos de estos. El caso más paradigmático es el de Corín Tellado con la novela romántica, pero hay otros como J. R. R. Tolkien, que con dos obras publicadas inventó por sí solo el género de la fantasía épica; Marcial Lafuente Estefanía, que fue el mejor escritor de westerns del mundo y era español; Isaac Asimov, cuyo nombre siempre estará asociado a la ciencia ficción aunque escribió innumerables obras científicas y de divulgación; Alberto Vázquez-Figueroa y la novela de aventuras; Agatha Christie y la novela policíaca; Tom Clancy, que inventó el género del tecno-thriller…
Podría seguir con más autores, pero creo que has captado la idea. Si te adaptas a las convenciones del género y trabajas duro dentro del mismo, la recompensa puede ser enorme y no solo económicamente. Fíjate en los autores del párrafo anterior. El mayor elogio que puede recibir un autor novel que escriba en esos géneros es que le digan que su novela es como la de esos autores, que crearon, definieron y se hicieron sinónimos de sus géneros.
Las categorías y las listas de bestsellers
Elegir la categoría adecuada te servirá para entrar en las listas de bestsellers en las librerías online; eso hará que tu libro sea más visible y los lectores puedan encontrarlo. En este caso, el mejor ejemplo es Amazon cuya tienda americana tiene tantas categorías que podrías escribir un libro con ellas. La tienda española todavía no alcanza ese nivel pero imagino que con el tiempo irán añadiendo categorías hasta igualarse con la tienda madre. Hasta que llegue ese momento, vamos a explicar la relación que hay entre categorías y listas con mi libro La Cosmonave Perdida.
La imagen anterior muestra el momento del mes de marzo de 2014 en el que La Cosmonave alcanzó su mejor puesto en la tienda española de Amazon, convirtiéndose en el número 1 en todas las categorías de ciencia ficción. Ahora veamos dónde estaba hoy, 8 de febrero de 2015:
En un puesto bastante inferior, desde luego, pero como ves en la clasificación sigo estando entre los más vendidos en las categorías de ciencia ficción. Elegir esta categoría a la hora de publicar el libro me ha permitido estar casi siempre en el top 100 de ventas en las dos listas, de forma que cuando un lector busca ciencia ficción y ojea los títulos más vendidos, encontrará mi libro y podrá ver la portada en miniatura. Si le llama la atención pinchará en ella, leerá la sinopsis y quizá eché un vistazo a las primeras páginas que ofrece Amazon de forma gratuita. Si he hecho bien mi trabajo como escritor, terminará comprando el libro.
Esto no sería así si no hubiera elegido bien las categorías. Si me hubiese limitado a publicar el libro sin más, dejándolo solo en la lista general, perdería toda esa visibilidad. Por eso debes inscribir tus títulos en todas las categorías que te permitan las tiendas en las que los publiques, para ser descubierto por los lectores y gozar de la exposición que te proporciona estar en las listas. Además, debes concretar tu categoría lo más posible porque es más beneficioso para ti ser el libro más vendido dentro de un pequeño nicho que el número 50 en un nicho más grande. Hay matices en los que no entraré para no alargar más esta entrada, pero el propio refranero ya lo dice: es mejor ser cabeza de ratón que cola de león. Haz caso al refranero, es más sabio que yo.
Con esto termino esta entrada dedicada a las categorías y los géneros. La próxima entrada será también extensa, así que ven preparado porque hablaré de tu página web de autor, por qué debes tenerla y qué elementos ineludibles debes incluir.
Hasta entonces ¡feliz escritura!
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Hola, Miguel Ángel.
Yo llevo fatal lo de las categorías y subcategorías y palabras clave… Es como lo de Google Adwords. No acabo de pillarle el truco y creo que estoy perdiendo visibilidad por esa razón. Pero, chico, es como un muro con el que me golpeo una y otra vez.
Tu artículo excelente, como siempre (lo tuitearé, lo facebookearé y lo googlemasaré) 😉
Un saludín y muchas gracias por el intento. Creo que sigo sin pillarlo, pero es porque soy así de torpe 😉
Un saludo.
Las categorías y las palabras clave son elementos importantes para poder ser descubierto pero no te obsesiones tampoco, Ana. Piensa que nunca podrás saber si tus ventas son consecuencia de haber hecho bien los deberes 😉 eso sí, hacer bien las cosas ayuda, de eso no cabe duda. Salu2!
A veces hay cosas que no damos importancia por creerlas tan sencillas, que se nos escapan detalles que a su vez nos llevan a cometer errores que llevan al traste el trabajo bien hecho en otras facetas de la construcción de nuestra novela.
Un artículo interesante. Un saludo
Me alegro que te haya resultado útil el artículo, ¡un saludo!