Cómo autopublicar tu libro

Si has leído y estudiado las anteriores entradas de Cómo autopublicar tu libro, ya deberías tener los conocimientos necesarios para poder compilar un ebook con un acabado profesional. Como todas las cosas, con la práctica irás viendo que lo que ahora parece un mundo en realidad no es nada y, poco a poco, tus libros electrónicos no tendrán nada que envidiar a los producidos por los profesionales. Pero no está de más ser cuidadoso, así que voy a terminar esta parte dedicada a la compilación con una lista de chequeo o checklist, con la que puedas repasar tu archivo compilado y comprobar que ha quedado perfecto.

Muchos de los aspectos de esta lista son muy elementales, pero el objetivo es que no cometas ningún error de principiante. Todo el mundo, yo incluido, puede pecar de exceso de seguridad y encontrarse con que ese archivo que acabas de compilar no es válido por una tontería. A mí me ha ocurrido más de una vez y con esta lista quiero evitar que cometas los mismos errores que cometí yo.

Controla el tamaño de tu archivo

Si tu archivo compilado ocupa más de un mega y medio, 1500 KB, debes revisarlo para que ocupe menos. La razón para esto es tan sencilla como que Amazon te cobrará gastos de envío de cada archivo si pones un precio superior a 2,68 euros y las regalías del 70%. Si es un precio menor o eliges las regalías del 35%, no te cobrarán gastos de envío. No es un engaño ni me lo estoy inventando, puedes leerlo en los Términos y condiciones de KDP, ya sabes, esas cosas que nadie lee y que tú, si quieres ser profesional, debes leer.

Por eso, mantener tu archivo compilado en un tamaño razonable hará que no pierdas dinero por los gastos de envío. Por ejemplo, en un archivo mal compilado de 3 MB con un precio de 2,99, Amazon te cobrará 36 céntimos, con lo que sacarás el 70% de 2,63 euros, y te llevarás 1,84 euros de cada ejemplar vendido. Si ese mismo archivo lo compilamos bien y lo dejamos, por ejemplo, en 1,2 MB Amazon te cobrará 14 céntimos, y te llevarás el 70% de 2,85, un total de 1,99 euros. Puedes pensar que son solo 15 céntimos de diferencia, pero multiplícalo por 100 libros vendidos, o por 1000. Al final, es dinero tuyo que has perdido por no compilar bien.

El principal factor por el que tus archivos compilados ocupan más de lo que deben son las imágenes que incluyas. Asegúrate de reducir el tamaño de tu portada y cualquier otro elemento gráfico que tengas en tu libro —mapas, una foto del autor o autora, letras capitulares…—, incluso eliminándolo si no es necesario. Debes decidir si esos iconos tan bonitos al principio de cada capítulo te compensan o no. El viejo dicho de Una imagen vale más que mil palabras se traduce aquí por Una imagen pesa más que mil palabras y es totalmente cierto. 

En la próxima parte de esta serie hablaremos con más detalle de las portadas y cuáles son los mejores tamaños y resoluciones para que ocupen lo menos posible.

Vigila el formato de tu texto

Si recuerdas lo que hemos visto en las entradas anteriores sobre compilación, recordarás que un libro electrónico no es lo mismo que un libro en papel, pero aún y así debes seguir unas reglas de formato para tu texto. En general, tus escritos deben ser de fácil visualización y sin florituras estilísticas. A no ser que seas un profesional y estés experimentando, limítate a mostrar tu texto sin más; el lector quiere leer, no que le sorprendas con un formato innovador.

  • Tienes que vigilar la sangría de los párrafos. Coge cualquier libro impreso que tengas y abre una página al azar. Verás que la línea inicial de cada párrafo empieza más adentro, por decirlo de forma llana; eso es una sangría y debes usarla si quieres un acabado profesional. Si usas Scrivener, como deberías, el programa la incorpora de forma automática, pero si usas Word no cometas el error de hacerla usando la tecla de tabulación, porque luego al convertir a epub, puede salir cualquier cosa. Usa las instrucciones del Word para hacerlo bien, y así conseguirás que se mantengan al compilar tu libro.
  • No juegues con la tipografía. Existen miles de tipografías que pueden hacer que tu novela sea más vistosa. Queda muy bien si estás leyendo un manuscrito medieval con un tipo de letra adecuado, pero eso no es práctico ni recomendable en un libro electrónico, así que no te pongas a inventar la rueda ni a hacer experimentos tipográficos con tu novela. De nada te sirve elegir con sumo cuidado un tipo de letra determinado si luego el aparato que usa el lector para leerlo no lo reconoce. Evita extravagancias porque todos los e-readers permiten elegir la tipografía que el lector quiera. Eso sí, cuando elijas un tipo de letra, mantenlo; no estés cambiando según se te antoje.
  • Olvídate de las viudas y las huérfanas. En el argot de la maquetación, una viuda es la última línea de un párrafo que aparece en solitario al inicio de una página y una huérfana es la primera línea de un párrafo que aparece en solitario al principio de una página. En un libro impreso tienes que repasar tu texto para evitar que aparezcan, pues son muy desagradables a la vista, pero un libro electrónico no debes preocuparte, porque el tamaño de la letra y, por tanto, cómo se ve el texto lo elegirá el lector y no tú. No cometas el error de querer ajustar tus escritos para evitar viudas y huérfanas en una edición electrónica.
  • Alinea los párrafos con coherencia. Hay pocas cosas que den peor imagen que un párrafo alineado a la izquierda cuando el resto del texto tiene alineación completa, o que el título de cada capítulo este alineado al centro y te encuentres uno que no lo está. Repasa todo el texto en busca de esos fallos de alineación; es mejor perder unos minutos corrigiendo que no perder un lector por una edición poco profesional.

Asegúrate de que tu libro está completo

Una vez que has comprobado que tu archivo compilado tiene un peso razonable y que el formato del texto es correcto, debes asegurarte de que no falta nada en tu libro.

  • Página de créditos. ¿Se ve claramente el título del libro y el autor? ¿Has puesto el copyright y el texto legal? ¿Has acreditado el diseño y la imagen de portada? ¿Tienes ISBN o depósito legal? ¿Has olvidado la fecha de edición? ¿Has puesto una dirección si eres una pequeña editorial?  ¿Aparece la dirección de tu página web o al menos un correo de contacto?
  • Dedicatoria. Si has dedicado tu libro, ponlo después de los créditos. Lo habitual es que la dedicatoria sean solo unas líneas, con alineación derecha y en cursiva.
  • Índice. Si tienes hipervínculos en tu índice ¿te has asegurado de que funcionan? Y si no los tienes ¿a qué estás esperando? En los libros impresos, la práctica habitual es ponerlo al inicio si es no ficción y al final si es ficción. En un libro electrónico, es recomendable ponerlo siempre al inicio, porque así el lector que descargue la muestra gratuita podrá consultarlo si lo desea. Por supuesto, no cometas el error de poner números de página en tu índice si es un libro electrónico, ya que no servirá para nada y quedarás como un ignorante.
  • Prólogo. Si tienes un texto de introducción escrito por otra persona, no olvides destacarlo en la portada y en la descripción de tu libro. Lo mismo si es un epílogo.

Estos cuatro elementos son herencia directa de los libros impresos, por lo que siguen las reglas establecidas en el papel. En cambio, los que vamos a ver a continuación aprovechan las ventajas del libro electrónico para hacer cosas que en papel no serían posibles.

  • Después de la lectura. Algunos libros impresos tienen una página después del texto donde el autor agradece a los lectores la compra del libro. En un libro electrónico, debes aprovechar ese espacio para pedir a tus lectores que difundan tu libro o opinen sobre él en internet. Es el mejor espacio que tienes para ello, pues acaban de terminar tu libro y, si les ha gustado, serán receptivos a tus sugerencias. En el mercado anglosajón es lo que llaman call-to-action, llamada a la acción. Yo lo incluyo en todos mis textos con el nombre de Después de la lectura.
  • Fragmentos de otras obras. En una edición en papel es muy raro que veas fragmentos de otras obras del autor en un libro, pero en una edición electrónica puedes hacerlo sin problema y te sirve como herramienta promocional. No dudes en incluir un capítulo de otros libros tuyos como regalo para el lector. Si les ha gustado tu obra y les engancha ese capítulo, tienes una venta asegurada.
  • Sobre el autor. Por último, no olvides incluir una página en la que el lector pueda saber algo de ti. Incluye una foto a ser posible para que te pongan cara y pon bien claro los diferentes canales por los que el lector puede ponerse en contacto contigo: correo electrónico, twitter, facebook… No te encierres en una burbuja, comunícate con tus lectores.

Estos son los aspectos que debes tener en cuenta para compilar. Si los quieres en forma de lista, pincha en este enlace y podrás descargarte la checklist en formato PDF. O si lo prefieres, descarga esta imagen.

Lista de chqqueo

Con esta entrada terminamos la segunda parte de la serie, dedicada a la compilación. A partir de la semana que viene, comenzamos con una de las partes más importantes de tu libro: la portada.

Hasta entonces, ¡feliz escritura!

Cómo autopublicar tu libro

Haz clic para acceder a la siguiente entrega de la serie