Durante esta sexta parte de Cómo autopublicar tu libro, me he centrado hasta ahora en cómo relacionarte con los lectores a través de tu plataforma de autor y tu lista de correo. Pero aunque los lectores han de ser en todo momento tu objetivo principal no son el único, también debes relacionarte con otros escritores. Escribir es un oficio solitario, pero no tienes por qué estar solo.
Durante tu carrera de escritor, vas a tener muchos momentos en los que todo parece estar en tu contra. Te pones a escribir, pero cuesta hacer que las palabras fluyan, las ventas y las críticas de tus libros no acompañan y te preguntas si merece la pena seguir. En esos momentos, debes creer firmemente en ti pues puede que seas el único que lo haga, pero también tienes que buscar el apoyo de aquellos que saben por lo que estás pasando. Contar con una red de amigos escritores te permitirá superar esos baches y descubrir una camaradería que puede hacer que tu arte y tu oficio lleguen a cotas que no serías capaz de alcanzar solo.
Uno de los casos que me parece más paradigmático es el del grupo conocido como The Inklings, que podríamos traducir como «Los Indicios», una asociación informal de académicos y escritores británicos, entre cuyos miembros encontramos a gente de la talla de C. S. Lewis o J. R. R. Tolkien. Los Inklings se reunieron durante décadas en un college de la Universidad de Oxford y en varios pubs de la zona, como el Eagle and Child, donde está la placa que puedes ver en la imagen superior.
Queda para los estudiosos decidir la influencia de las reuniones de los Inklings en las obras de Tolkien y Lewis, así como en las del resto de miembros, pero lo que queda claro es que hizo posible que todos esos jóvenes escritores contaran con la compañía de mentes afines en el solitario oficio de escritor. Todavía más importante, hizo posible que contaran con un público dispuesto a escuchar y criticar de manera constructiva su obra. ¿Tendríamos hoy El señor de los anillos o las Crónicas de Narnia si no hubieran existido los Inklings? Lo más seguro es que no.
Puede que no llegues al nivel de los Inklings, pero no cabe duda de que relacionarte con otros escritores será de gran ayuda para tu carrera. Aunque antes tienes que comprender los dos tipos de relaciones que puedes establecer.
RELACIONES HORIZONTALES Y VERTICALES
Tus relaciones con otros escritores pueden ser horizontales o verticales, dependiendo de lo lejos que estén de ti en el camino de la publicación. Creo que es una metáfora muy sencilla de entender: con aquellos escritores que están más o menos a tu nivel, tendrás relaciones horizontales y con aquellos que estén muy por encima o muy por debajo de tu nivel, serán relaciones verticales.
El problema que tienen muchos escritores noveles es que piensan que haber terminado una novela les convierte automáticamente en miembros de pleno derecho de un club secreto, en el que son iguales a todos los demás miembros, y confunden relaciones verticales con horizontales. Por eso se producen situaciones vergonzantes, especialmente en la red, como un escritor novel tratando de tú a tú a otro más experimentado y corrigiendo lo que el novel considera fallos en las historias del otro escritor, que puede llevar años viviendo de su escritura. Es un ejemplo un poco exagerado, pero seguro que te has hecho a la idea.
Lo mejor para que te puedas desarrollar como escritor es que cultives ambos tipos de relaciones. Busca a aquellos escritores que estén a tu mismo nivel y comparte con ellos todas las vicisitudes del camino de la publicación mientras lo recorréis al mismo tiempo. Y también busca a aquellos más experimentados que quieras adoptar como modelo, síguelos en su plataforma de autor y aprende todo lo que puedas de aquello que escriben. Incluso puedes pedirles ayuda o consejos de manera educada; verás como en la práctica totalidad de los casos responden de manera afirmativa.
Un ejemplo, aunque no tenga nada que ver estrictamente con la escritura. Yo no tenía ni idea de cómo implementar en mi web un menú desplegable dentro del cuerpo de la página que mostrara las diferentes tiendas donde están mis libros a la venta. ¿Qué hice? Le pregunté a Michael R. Hicks, un autor estadounidense al que sigo y que tenía un menú en su web perfecto para mis propósitos. ¿Resultado?
Michael me contesta, explicándome cómo hacerlo y se siente bien por ayudar; yo recibo la respuesta que necesitaba y confirmo que Michael es un buen tipo. Me compro su libro The Black Gate en agradecimiento, con lo que él gana una venta y un posible futuro lector y yo la solución a mi problema y un nuevo escritor para mi lista de lecturas. ¿Ves qué simple es? Lo es porque yo sabía que nuestra relación solo podía ser vertical, pues Michael está muy por delante mío en el camino de la publicación. Si le hubiera abordado diciendo «Hola, colega, necesito que me digas como poner este menú, soy escritor como tú, aquí están mis libros, cómpralos de paso», ¿qué crees que habría pasado? Pues eso.
El modo en que establezcas la relación es irrelevante porque lo importante, como en toda relación, es mantenerla y cultivarla. Eso puedes hacerlo a través de redes sociales como Twitter o Facebook, siguiendo el blog de tu autor de referencia o a través del correo electrónico.
BENEFICIOS DE RELACIONARTE CON OTROS ESCRITORES
Al igual que les ocurrió a los Inklings, relacionarte con otros escritores te permitirá encontrar gente con tu misma pasión y contar con primeros lectores más allá de tu familia y amigos, entre otros muchos beneficios.
- Puedes pedir ayuda y consejos. Si alguna vez te encuentras con un nudo en tus novelas que eres incapaz de deshacer, la perspectiva de alguien ajeno a la obra puede ser justo lo que necesites. También es útil cuando afrontas algo que nunca habías hecho, cómo cambiar la posición del menú en tu libro electrónico o publicar en iTunes, por ejemplo. Si ya conoces a alguien que lo haya hecho, es mucho más fácil pedirle consejo que devanarte los sesos; créeme, a la mayoría de la gente nos gusta ayudar a los demás.
- Puedes pedir opiniones. Para un escritor independiente, el trabajo no termina cuando escribes la palabra FIN. Tanto la portada como la sinopsis, como el propio formato de tu libro electrónico pueden contener errores, y pedir la opinión de tus colegas escritores te ayudará a encontrarlos más rápido. Recuerda que cuatro ojos ven más que dos, siempre.
- Puedes pedir que lean tu libro. Los escritores somos siempre los peores jueces de nuestra propia obra y por eso, antes de publicarla, siempre es bueno que la lean otros. Que lo hagan otros escritores servirá para que, además de encontrar cualquier posible fallo o incongruencia, te ofrezcan soluciones para corregirlo, algo que no todos los lectores pueden hacer
- Puedes relajarte con ellos. Es cierto que tienes que compartir todo lo posible de tu vida artística con tu pareja (yo lo hago), pero siempre hay cosas que, por una razón u otra, no puedes comentar igual que con tus colegas escritores. Desde hablar sobre la situación editorial en España, la idoneidad de presentarse o no a un concurso, discutir sobre cuál es el mejor banco de imágenes o simplemente comentar cómo te va la vida y si has podido escribir o no. Y lo mejor de todo es que así conseguirás amigos escritores y no solo colegas.
- Pueden apoyarte cuando lo necesitas. Tienes ejemplo perfecto en el caso de Jaime Blanch y el sabotaje que recibió en Amazon. Ante un caso flagrante de malas prácticas por parte de un «autor», colegas escritores de Jaime como Alberto Meneses o yo mismo escribimos entradas en nuestras bitácoras para denunciar el caso. Somos realistas, sabemos que no somos un poderoso medio de comunicación cuya denuncia hará que la injusticia desaparezca, pero el efecto combinado ha logrado que la web de Jaime y su página de Facebook hayan tenido récord de visitas y quién sabe si algunos nuevos lectores. Y lo importante es que cuando ha hecho falta, sus colegas escritores hemos estado ahí a su lado, igual que él haría por nosotros. Esa clase de apoyo entre colegas escritores no tiene precio.
- Puedes aprender de ellos. ¿Qué ocurre cuando juntas a varios escritores en una habitación o un foro de internet? Pues que terminan hablando de escritura, claro está. Siempre que tengas la humildad para aceptar que no lo sabes todo, en esas conversaciones puedes aprender más sobre el oficio que en diez mil cursos de escritura creativa. Todos tenemos nuestros puntos fuertes y débiles, y comentar tus libros con tus colegas escritores te ayudará a identificarlos. Por ejemplo, mi mayor punto débil es el tema de las descripciones, y me lo han señalado varias personas. Poco a poco y con esfuerzo voy corrigiéndolo, aunque me cuesta, de la misma forma que otros escritores han corregido vicios que tenían en sus textos gracias a que yo se los he destacado. Nunca debes dejar de aprender, así que elige buenos compañeros de clase.
Hay muchos más beneficios de relacionarte con otros escritores y alguno de ellos ni siquiera es tangible, como el hecho de que subirá tu autoestima más de lo que crees posible, pero te habrás dado cuenta de que no he incluido la promoción entre ellos, porque ese no debe ser tu objetivo cuando establezcas una relación de este tipo.
Nunca debes relacionarte con otros escritores solo buscando que te promocionen.
Lo vimos en el capítulo dedicado a la promoción. No hay nada más feo que seguir a otro escritor buscando que este promocione automáticamente tus obras a cambio de que tú promociones las suyas. Aparte de que —como ya deberías saber— la promoción no te garantiza ninguna venta, los que cometen este error garrafal incurren en otro todavía peor: olvidan como escritores lo que saben como lectores.
Cualquier lector con dos dedos de frente puede distinguir una promoción sincera y espontánea de la que no lo es, y también si te has leído el libro que estás alabando. Hacerte miembro de la Legión de los Autoreplicadores no es relacionarte con otros escritores, es demostrar que no tienes ni idea de cómo vender tu libro y estás dispuesto a hacer cualquier cosa para ello.
PAGARLO MÁS ADELANTE
Finalmente, una de las cosas más importantes que puedes hacer cuando te relaciones con otros escritores es pagarlo más adelante. No saques la cartera todavía que no es nada económico, sino algo tan simple como devolver todo lo que has aprendido de otros escritores, enseñando a aquellos que empiezan.
Como tantas cosas, es algo que he aprendido de Dean Wesley Smith y Kristine Kathryn Rusch. Ellos lo denominan paying forward y es la razón por la que hacen diversos talleres de escritura y escriben en sus respectivas bitácoras todo tipo de consejos para los escritores noveles. Dado que no pueden pagar a aquellos escritores de los que aprendieron (porque hay enseñanzas que no tienen precio), lo hacen más adelante, enseñando a otros escritores.
Ese concepto de pagar más adelante es también el motivo por el que empecé esta serie de Cómo autopublicar tu libro, como una manera de devolver lo que he aprendido de mil y una fuentes y ofrecérselo a los futuros escritores que empiecen en el mundo de la autopublicación.
Espero haberlo conseguido.
Y con este deseo termina esta última parte de Cómo autopublicar tu libro. Después de año y medio llegamos al final del camino y solo queda ya el epílogo con las últimas palabras de esta guía. Después podré por fin anunciar algo que puede que ya hayas imaginado, pero será en unas semanas.
Hasta entonces ¡feliz escritura!
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Como has puesto el ejemplo de C.S. Lewis y Tolkien, te dejo aquí una pequeña joya. Esto aparece en la introducción de Esa Horrible Fortaleza, la tercera parte de la Trilogía Cósmica de C.S. Lewis: «Los que quieran saber más sobre Numinor y el Verdadero Oeste deberán (¡ay!) esperar a la publicación de mucho de lo que todavía se encuentra sólo en los manuscritos de mi amigo, el profesor J. R. R. Tolkien.». Obviamente está hablando de El Señor de los Anillos.
Muchas gracias por el comentario y esa anécdota, que al fin y al cabo lo que hace es mostrar la estrecha relación que existió entre Tolkien y Lewis, una prueba más de que relacionarse con otros escritores puede ser muy beneficioso. Un abrazo!
Por las mañanas, nada más levantarme y antes de desayunar, dedico una hora a leer artículos del blog de otros autores que me parezcan interesantes. A ti he llegado a través de un libro de Gabriella Cambell, en el que menciona un artículo de tu blog. Pues bien, una vez que he llegado a tu blog, me he pasado cinco días en él leyendo y he sacado muchas cosas interesantes que me han servido para aprender cosas nuevas y esclarecer otras en las que tenía du0das. Espero, como dices, algún día servir de ayuda como ahora han hecho tus escritos conmigo.
Un saludo.
Efectivamente, Alejandro. Si lo que yo he compartido te ha servido de ayuda, es una forma de agradecer a todos aquellos de los que yo he aprendido. Sin duda, harás lo mismo en el futuro en cuanto empieces a compartir tus conocimientos. ¡Un saludo!