Si quieres dedicarte a escribir, el programa que uses para escribir será la herramienta más importante de tu carrera. Puedes usar una máquina de escribir pero, más allá del romanticismo, no hay razón para que lo hagas y que no aproveches las ventajas de ser un escritor del siglo XXI. Puedes escribir tu novela en Word, pero estarás limitándote cuando hay muchos programas específicamente diseñados para las necesidades de los escritores. De todos ellos, Scrivener es el más conocido y, en mi opinión, el más completo de todos. Por eso, es el que utilizo y recomiendo a todo aquel que quiera ser escritor.
Scrivener es un programa pensado para todo aquel que haga de la escritura su medio de vida. Guionistas, periodistas, escritores, blogueros… todos ellos pueden sacar partido de este programa, creado por Literature and Latte, con el que puedes hacer más sencillas multitud de tareas que en tu procesador de textos convencional son más que tediosas. La diferencia entre manejar un manuscrito de 35.000 palabras en Scrivener frente a Word u Open Office es abismal y te ahorrará incontables horas de tu tiempo, así que imagina cómo sería con una novela más larga, de 100.000 palabras o más.
Ya sé que cada escritor es un mundo y que igual tú te manejas perfectamente con tu archivo de Word y las carpetas donde guardas tus distintos documentos, pero si quieres llevar tu escritura al siguiente nivel debes usar programas que te ayuden a ello. En los siguientes párrafos, voy a intentar explicar las razones por las que creo que Scrivener es la herramienta que necesitas para escribir tu manuscrito y cómo, gracias a sus múltiples funciones, el proceso de autopublicación de tu libro será más rápido y fácil. A partir de ahí, la decisión es tuya.
Versatilidad: escribe cualquier cosa
La primera razón por la que te recomiendo Scrivener es por su versatilidad. Da igual qué tipo de textos vas a escribir, Scrivener está preparado para ayudarte a hacerlo. No es lo mismo escribir un libro de ficción que uno de no ficción y es muy diferente hacer un guión cinematográfico o escribir una entrada de blog. Cada tipo de escrito tiene sus propias peculiaridades y tu procesador de textos necesita ser versátil para adaptarse a cada uno de ellos.
Como puedes ver en la captura de pantalla de arriba, Scrivener viene preparado con una amplia selección de plantillas listas para que comiences a trabajar en tu manuscrito, sea del género que sea. Gracias a eso, puedes comenzar a escribir tus textos apenas instales el programa; en eso, su curva de aprendizaje es muy suave y el completo manual que lo acompaña te sacará de cualquier posible duda, ya estés escribiendo un tratado técnico que necesite muchas imágenes o un libro de poemas. Scrivener se adapta.
Ésa es precisamente su mayor cualidad. Además de adaptarse al género que escribes, es increíblemente personalizable. Estarás de acuerdo en que es mejor que tu herramienta se adapte a tu manera de trabajar que no al revés y en Scrivener, eso se lleva al pie de la letra. ¿Quieres escribir tus textos en un único documento gigante? Puedes hacerlo. ¿Prefieres dividirlo en múltiples escenas para controlar el ritmo de la historia? También puedes hacerlo. ¿Usar Scrivener como biblioteca de tu blog? Por supuesto que sí. El límite lo pones tú.
Referencias: todo tu material en el mismo sitio
En cuanto te pones a escribir textos de cierta longitud, es inevitable que empieces a acumular todo tipo de referencias. Imágenes de los personajes, mapas de los lugares en los que transcurre la acción, esquemas de tiempo en los que desarrollas los acontecimientos… Una salida muy socorrida es recopilar todas esas anotaciones en una libreta y tenerla a mano mientras escribes, pero Scrivener te permite tener todos esos textos en una carpeta dentro del mismo proyecto, accesibles a tan solo un clic.
Gracias a eso, tener disponible todo tu material de referencia nunca ha sido tan fácil. En el momento que tu protagonista debe demostrar su conocimiento de las polis griegas, puedes partir la pantalla y colocar las notas que tomaste sobre la historia de la Grecia antigua al lado, para ir incorporando lo que necesites. O si estás situando la acción en un asteroide, tener una fotografía del asteroide Apofis visible mientras escribes.
Scrivener te permite guardar como documentación páginas web o archivos de texto, audio o vídeo; en la práctica, significa que cualquier cosa es susceptible de ser archivada para una referencia futura, desde un recorte de periódico hasta una entrada de blog que te haya llamado la atención. Si quieres archivarlo, Scrivener te permite hacerlo junto a tu manuscrito, haciendo que nunca más te preguntes dónde está esa pieza de información que necesitas justo ahora.
Organización: encuentra lo que necesitas cuándo lo necesitas
Con Scrivener no debes limitarte a tener todo lo que necesitas en un mismo lugar, pues sus posibilidades de organización son casi infinitas. Puedes dividir cada texto en pequeñas escenas que que luego puedes ver en la vista de tablón de corcho y ordenar a tu antojo. Cada una de esas escenas tiene una serie de metadatos gracias a los cuales puedes clasificarlas, o delimitarlas; por ejemplo, puedes usar esos metadatos para incluir una breve sinopsis de la misma y así ver de un vistazo por dónde va tu historia. Esa sinopsis es la que aparece pixelada (para evitar spoilers) en la captura de pantalla de arriba, donde están las primeras escenas de mi segunda novela, cuyo título de trabajo es Traición en el Gran Consejo.
Como ves, también puedes asignar etiquetas a cada una de las escenas; yo lo he aprovechado para indicar el punto de vista de cada escena, ayudándome además con un código de colores. De esta forma, puedes ver a simple vista si hay un equilibrio entre los diferentes personajes principales o si necesitas dedicar más escenas a alguno en particular. En este caso, apenas estoy empezando y Chaka Gutionov es el personaje principal, pero hay otros protagonistas que también tendrán su espacio y, gracias a esta funcionalidad de Scrivener, podré ver con facilidad si la historia está equilibrada.
Otra poderosa función de Scrivener son las colecciones, mediante las cuales podemos agrupar todas las escenas correspondientes a una determinada trama y poder leerlas con independencia del resto del libro. Esta funcionalidad es muy importante si tu novela es de gran extensión y tienes a muchos personajes, ya que te permitirá comprobar si la historia de esa subtrama o personaje concreto transcurre o no con fluidez.
Y si todos estos elementos no son suficientes, la herramienta de búsqueda de Scrivener te permitirá encontrar lo que necesites. Puedes buscar por palabras clave o por frases completas y el programa te dará una lista de todos los archivos en los que se encuentre. Esta funcionalidad es muy útil para los que escribimos ciencia ficción o fantasía, ya que gracias a ella podremos recuperar el nombre de aquel artefacto que introdujiste en el primer capítulo y que ahora necesitas de nuevo pero no recuerdas, entre otros usos.
Archivos finales manejables: ahorra espacio en tu disco duro
Puede que esta funcionalidad no sea esencial en la era del espacio de almacenamiento infinito, pero me gusta que los archivos finales de Scrivener tengan un tamaño reducido. Como puedes ver, La Cosmonave Perdida apenas llega a tres megas y eso tiene muchas ventajas. Puedo comprimirla en un archivo zip y mandarla por correo para tener una copia de seguridad adicional, o puedo dejarla comprimida en mi disco duro para ahorrar espacio y tener ordenado mi biblioteca de proyectos finalizados.
Este último aspecto es fundamental si planeas ser escritor. Si vas a ser escritor de un solo libro, no necesitas tener orden pero si piensas escribir muchos libros, es fundamental llevar un control detallado de tu biblioteca de proyectos. Tienes que saber cuáles están finalizados, cuáles están aparcados, cuáles están abandonados… quizás tengas una memoria prodigiosa y puedas llevarlo todo de cabeza, pero te aseguro que en cuanto pasan los años y nuevas historias ocupan tu mente, al final terminas liándote. Para mí, que puedo ser muy disperso, el sistema de archivos de Scrivener es un salvavidas.
Compila tu manuscrito y exporta al formato que desees
Si no te han convencido ninguna de las razones que he expuesto, ésta es la que debe hacerlo: con Scrivener podrás exportar tus libros a epub, mobi, PDF o doc sin esfuerzo. Solo por esto ya merece la pena que te hagas con este programa y es por eso que es el procesador de textos que recomiendo a todo el que me pregunta.
Hay muchos tutoriales en la web sobre cómo publicar para Amazon desde Word y cómo modificar el HTML para ajustarte a los requisitos que te piden. Con Scrivener es tan simple como darle a compilar y seleccionar el formato de epub. Ya está, no necesitas nada más. Con Scrivener conseguirás el acabado profesional de tu archivo epub, sin necesidad de tener conocimientos de HTML.
En la realidad editorial del siglo XXI, poder crear tus propios archivos electrónicos es una habilidad que necesitas si quieres ser escritor/editor/empresario. Te permite ahorrar dinero, al no tener que contratar a nadie que te lo haga y también te permite controlar el libro que estás vendiendo y asegurarte de que está exactamente cómo tu lo quieres. Con Scrivener, un proceso que podría ser extremadamente tedioso y frustrante se convierte en un simple clic.
Un programa que vale mucho más de lo que cuesta
Por todo ello, creo que me entenderás cuando digo que la compra de Scrivener hace un par de años fue una de las mejores inversiones de mi vida. Gracias a Scrivener, el proceso de escritura en mi blog se hizo mucho más fluido y, ahora que me dedico a la escritura de ficción, compruebo una y otra vez que Scrivener me libera de muchas tareas y me permite dedicarme a lo que me apasiona, a escribir.
He leído a gente en foros hablando de su experiencia al preparar su texto desde Word para exportarlo a epub y, de verdad, no comprendo cómo alguien puede invertir tanto tiempo en procesos farragosos y tediosos cuando hay soluciones sencillas y asequibles. Puedes ver los precios de Scrivener en la imagen de arriba, y te aseguro que las horas que he ahorrado gracias a este programa valen mucho más que el dinero que me costó.
Con todo esto, ya debes tener una idea de por qué me encanta Scrivener y por qué considero que es la herramienta más importante que puede tener un escritor hoy en día. Es por eso, que tengo el banner a la derecha, en el que puedes pinchar si quieres hacerte con este fantástico programa.
Ahora bien, como decía al principio de esta larga entrada, cada escritor es un mundo. A mí me va de lujo con Scrivener, pero puede que a ti no te funcione de igual manera. Yo te lo recomiendo igualmente, aunque tan solo sea por la facilidad para exportar tus manuscritos a los principales formatos electrónicos, pero si no te he convencido, vuelve la semana que viene por aquí, pues te presentaré algunas alternativas a Scrivener.
Hola Miguel Angel,
Quisiera preguntarte cuál de tus novelas está escrita con Scrivener
Gracias
Hola, Ainda. He escrito todas mis novelas con Scrivener, que utilizo de forma casi diaria desde hace más de diez años. ¡Un saludo y gracias por tu comentario!
No eres la única persona que le oigo dar este consejo, pero realmente, para la escritura de ficción, ¿sigue siendo tan interesante?
Un saludo y gracias por el artículo
¡Hola, Alejandro! Sí, la verdad es que Scrivener sigue siendo tan interesante para cualquier tipo de escritor como lo era hace ocho años cuando escribí esta entrada. Es un programa con muchas posibilidades, que puede abrumar de primeras, pero el truco está en ir usando solo las funciones que te interesan e ir ampliando a otras a medida que vas dominando el programa.
Vamos, que si no queda claro te lo digo de otra forma: es un programa casi imprescindible si eres escritor, y añado el «casi» porque realmente puedes escribir en muchos programas, pero no encontrarás ninguno tan versátil, completo y con una comunidad tan grande como Scrivener.
¡Un saludo!