Como tenía previsto, el día de hoy no me ha dejado tiempo para la escritura —al menos la escritura literal, que en el pensamiento siempre la llevo—. Después de llegar de trabajar, tuve que hacer trámites junto a mi mujer y ya aprovechamos para hacer compra. El resultado es que me acosté tarde —el equivalente a las cinco de la madrugada para una persona que se acueste normalmente a las doce— y me levanté tarde, sin tiempo material para hacer mucho más que ducharme, comer, estar un rato con la familia e irme a trabajar otra vez.

Pero ya lo sabía, así que no me castigo por no haber podido escribir y más cuando la semana va a ser del estilo. Mañana también tenemos cosas que hacer y el sábado es el cumpleaños de mi suegra, así que no creo que retome una semblanza de normalidad hasta el próximo domingo. Lo bueno es que, a pesar de todo, tengo tiempo para sacar estas entradas y en eso tiene mucho que ver el progreso de la racha. Ya va alcanzando una cifra respetable y no quiero que se rompa, así que me pongo con estas confesiones aunque vaya con la hora pegada. Espero que cuando pueda retomar en serio la ficción me ocurra lo mismo.

Ahora tengo que dejarte. Mañana, más.

¡Feliz escritura!

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Miércoles, 2 de agosto de 2017

Días seguidos publicando en el blog: 11

Días seguidos escribiendo ficción: 0. Mejor racha: 2

Días seguidos por encima de mil palabras: 0. Mejor racha: 2

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Imagen: Ilya Ilyukhin vía Unsplash.