Pues al final toda la incertidumbre que contaba en las confesiones de ayer ha sido sin motivo. Sigo trabajando donde estaba y con el mismo sueldo, solo que ahora me cambia el horario y abandono el turno de noche. Eso significa que a partir del lunes me toca forjar una nueva rutina, pero eso ya no es problema. Y esa buena noticia se ha traducido en la escritura, en la que he podido retomar el proyecto secreto que me ocupará en agosto y volver a ponerlo en marcha.
Eso sí, no sé qué me pasó en la mañana, pero he sido incapaz de dormir, con lo que estoy escribiendo esta entrada con los ojos casi cerrados. Así que voy a acostarme temprano y dormir hasta que ya no pueda más. Mientras tanto, y para que no quede tan sosa la entrada, os dejo una foto de una de las reinas de la casa, nuestra perra Morita, que me saca a pasear día sí y día también para que me dé el sol y el aire.

¿No es un amor?
Nos leemos mañana. Hasta entonces, ¡feliz escritura!
—————————
Sábado, 12 de agosto de 2017
Días seguidos publicando en el blog: 21
Días seguidos escribiendo ficción: 1. Mejor racha: 2
Días seguidos por encima de mil palabras: 0. Mejor racha: 2
—————————
Imagen: Ilya Ilyukhin vía Unsplash.
«Estoy escribiendo esta entrada con los ojos cerrados» Se nota, porque has plantado un formulario de contacto en medio de la entrada XDDD (¿O me sale solo a mí?) Me alegro de que vuelvas a la ficción, un abrazo!
Jajajaja… Pues sí, Raquel, ahí en medio de una frase estaba el formulario, no es solo a ti. Lo que no sé es cómo ha aparecido ahí, porque no es la primera vez que me pasa. Quizá sea algún atajo de teclado o código que no conozco. ¡Un abrazo!