¿Recuerdas la entrada que dediqué a los tipos de lectores? Pincha en el enlace si no la leíste, porque te vendrá muy bien para comprender el concepto que quiero enseñarte hoy, que no es otro que el del recorrido. Un recorrido es el itinerario que realizan los lectores por tu obra, leyendo un libro que les conduce a otro que les conduce a otro… hasta que terminan enganchados a tu estilo y tu forma de escribir.

Un recorrido claro y diseñado pensando en tus lectores es la mejor herramienta a tu alcance para convertirlos en auténticos fans de tu obra, y garantizar que sigan comprando tus libros.

Para que tu recorrido sea efectivo necesitas tener un catálogo amplio, no basta con tener uno o dos libros publicados; tienes que tener varios títulos para poder crear un recorrido que satisfaga al lector. ¿Cuántos? No existe una cifra cerrada, pero cuántos más tengas, mejor. Puedes conseguir un recorrido válido con cinco libros o puede que necesites una docena.

¿Significa esto que no puedes crear un recorrido con dos libros publicados? Por supuesto que puedes hacerlo, pero será un recorrido muy limitado. El lector solo puede ir del libro 1 al libro 2 y viceversa; cuando acabe esos dos libros, ya no podrá seguir con tu obra. Puede que lo enganches con esos dos titulos, pero recuerda los tipos de lectores en la entrada a la que hacía referencia. A no ser que estemos hablando de un lector ocasional, necesitas más que eso.

Finalmente, el punto más importante del recorrido (porque es el único sobre el que puedes tener algo de control) es el punto de partida, esto es, el primer libro tuyo que lea el lector. Dado que es imposible saber cuál de tus títulos será el punto de partida para un lector concreto, tienes que dar siempre lo mejor de ti en todos tus títulos. Si no consigues que esa primera lectura —que es el punto de partida que da inicio al recorrido, no lo olvides nunca—, enganche al lector, su recorrido empezará y terminará en ese libro.

¿Cuáles son las características de un buen punto de partida? Debe ser un libro accesible, que muestre tus mejores características y que permita al lector hacerse una idea de lo que va encontrar en tus otros títulos. Cualquiera de tus libros puede ser un punto de partida y deberías tenerlo en cuenta mientras escribes. Por si no te queda claro, voy a ponerte un ejemplo con el material que mejor conozco, que es mi propio cátalogo. Si echas un vistazo, verás que los puntos de partida en mi catálogo son tres en estos momentos: Código Negro, La Cosmonave Perdida y Traición en el Gran Consejo. Todos ellos son libros relativamente independientes y autoconclusivos excepto Traición, pero este es el primero de una trilogía y también es válido como punto de partida. Proyecto Armagedón se anuncia claramente como volumen 2 de esa trilogía, así que no puede ser un punto de partida; si alguien no se da cuenta, es que no se molesta en leer las sinopsis.

¿Qué ocurre cuando un lector, por el motivo que sea, llega a uno de mis puntos de partida? ¿Cuál es su recorrido? Si he hecho bien mi trabajo como escritor, querrá más y puedo proporcionárselo gracias al recorrido que he creado para él, a través de las páginas que incluyo al final de cada libro con toda la información (portada y sinopsis) del resto de mis títulos.

  • Si ha leído Código Negro, puede pasar a La Cosmonave Perdida o a Traición en el Gran Consejo.
  • Si ha leído La Cosmonave Perdida, puede pasar a Traición en el Gran Consejo o Código Negro.
  • Si ha leído Traición en el Gran Consejo, lo más seguro es que pase a Proyecto Armagedón —y cuando lo publique a mediados de año, a Prisioneros del Futuro—, y luego puede leer Código Negro o La Cosmonave Perdida.
  • Además de todo eso, el lector también puede incluir en su recorrido mis relatos cortos El Encuentro o Un Frescor Inconfundible, además de los textos que publico regularmente en esta bitácora.

No olvides como escritor lo que sabes como lector. Cuando un libro te gusta, quieres más como ese y si te ponen fácil el conseguirlos, hay un alto porcentaje de probabilidades de que acabes comprándolos.

¿Te das cuenta de cómo funciona el recorrido? Se trata de algo tan simple como dar al lector lo que quiere. Si lee cualquiera de mis puntos de partida y lo disfruta, lo más seguro es que pueda disfrutar con el resto de mis títulos, así que me aseguro de hacérselo saber en las últimas páginas de cada libro. Puedo asegurarte que funciona, aunque sea a pequeña escala pues es un recorrido todavía pequeño. He recibido ya varios correos de lectores que han leído Código Negro o La Cosmonave Perdida y de ahí han pasado al resto de mis libros.

Por eso, cuando escribas debes tener en mente qué puesto tendrá tu libro en el recorrido. Los puntos de partida son los portales de entrada a tu obra y, por tanto, te interesa que tengan la mayor difusión posible. Son lo que en marketing se llama loss leader o producto gancho, en los que tu interés no es ganar dinero sino mostrar a los lectores qué puedes hacer. Más gente leyendo esos puntos de partida significa más posibilidades de que inicien el recorrido y pasen al resto de tus libros, que llamaremos premium; esos libros premium son aquellos con los que quieres obtener beneficios y en los que puedes jugar con precios más altos. Quien llegue a ese punto del recorrido ya ha leído tu libro gancho y sabe que el gasto merece la pena, así que no debes tener miedo a cobrarle por tu trabajo.

Para crear un recorrido, no es necesario que escribas series o que ambientes tus títulos en un mismo universo —aunque eso ayuda, claro está—, pero sí debes ponerte en la mente de tu futuro lector. ¿Ese libro que estás escribiendo es un buen punto de partida? ¿A qué libros puede pasar después? ¿O se trata de un libro premium, situado en un tramo superior del recorrido? Piensa bien la respuesta a estas preguntas, porque son la clave para generar un recorrido efectivo.

La otra clave para conseguirlo es tu estrategia de precios pero de eso hablaré en la próxima entrada, dentro de cuatro días.

Hasta entonces, ¡feliz escritura!