En cierto sentido, internet nos ha hecho libres. Ahora podemos decir lo que queramos cuando queramos.

Claro está, esto aplica a todo el mundo, por lo que es normal que encuentres gente con opiniones diferentes a la tuya. Y algunos de ellos entran en la categoría de trol

Cuando te encuentras con uno de esos, lo mejor es no enredarse demasiado. Es muy lógico que quieras luchar y contraatacar, pero con ellos no existe la victoria, porque te quitan mucho más de lo que puedes ganar venciéndolos.

En esta casa solo he tenido un trol en casi cuatro años, y tengo suerte de que solo duró dos comentarios. Con el primero que hizo le respondí de igual forma, confiando en que se controlara. Lo que ocurrió fue que atacó con todas sus armas en el segundo, así que ahí tuve que pararle los pies e invitarle a irse por donde había venido.

De haber seguido contestando a sus comentarios, habría sido como verter agua en un pozo sin fondo. No merecía la pena.

Si alguna vez te ves en esa situación, no caigas en su juego. Y sobre todo, no dejes que ensucien tu casa. Porque tu web es tu casa. 

Cuídate de la gente que no tiene la paciencia necesaria para leer algo, pero sí el orgullo de comentarlo.

Mañana, más. ¡Feliz escritura! 

Imagen: Sam Burriss en Unsplash