Cuando estás escribiendo tu historia, puede que llegue un momento en que no veas más allá de unos pocos metros por delante de ti. En esos casos, incluso con la mejor de las planificaciones, puedes encontrarte con que los personajes deciden—y de hecho, con mucha frecuencia— el curso de la historia y como escritor, tú no podrás hacer nada al respecto.
Porque, invariablemente, esas decisiones que toman los personajes suelen tener más lógica interna y ser más interesantes que las que tú habías previsto.
Esto no significa que tengas que cambiar tus planes, tan solo que tienes que adecuarlos a tus nuevas circunstancias. No pasa nada porque los personajes conduzcan la historia durante unos pocos kilómetros, lo importante es seguir avanzando.
Incluso si para ello tienes que ser un pasajero y temblar de miedo ante cada curva del camino.
Eso me pasó hoy, cuando uno de mis personajes explotó y decidió por sí mismo que no quería tener nada que ver con los demás personajes y que al diablo con las consecuencias. No es algo que tuviera planeado y voy a necesitar darle una pensada para que ese personaje regrese al redil. Sin embargo, esa escena ha sido mucho más viva que la primera versión que escribí, por lo que queda.
Prefiere siempre que un personaje determine la historia y no al revés. En el 99,99% de los casos, obtendrás mejores historias.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
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Martes, 10 de octubre de 2017
Días seguidos publicando en el blog: 79
Días seguidos escribiendo ficción: 2. Mejor racha: 6
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Imagen: Kelly Sikkema en Unsplash
Genial! Me encanta seguirte por el proceso de creación. Es como ir de acompañante en el asiento del coopiloto . Muchos ánimos!
Muchas gracias por los ánimos, Sam. Y por supuesto, eres bienvenido como copiloto. ¡Un abrazo!