Una de las últimas barreras que quedaban para los escritores autopublicados está a punto de derrumbarse. Hasta ahora, podíamos publicar nuestros libros en versión electrónica y en papel, pero solo en tapa blanda, la edición rústica de toda la vida. Aunque podíamos hacer ediciones en tapa dura a través de imprenta, no era algo que pudiéramos centralizar en nuestro perfil de KDP. Como decía, eso está a punto de acabar.

Amazon ha puesto en marcha un programa beta de edición de libros en tapa dura, que ha probado con un reducido grupo de autores. Uno de ellos es Marc R. Soto, quien ha publicado el siguiente vídeo en su canal de youtube, mostrando uno de sus títulos en el nuevo formato:

En primer lugar, estoy deseando que Amazon abra el programa y lo extienda a todos los autores para poder disfrutar de mis títulos en tapa dura. Aunque las ediciones en rústica me encantan, hay que reconocer que la sensación de un hardcover en tus manos es completamente diferente. Sin embargo, viendo el vídeo de Marc me asaltan una serie de dudas que me apetece comentar. Y es que creo que no debemos cometer el error de ofrecer exactamente el mismo producto en un envoltorio diferente. Me explico.

Creo que la tapa dura es una oportunidad perfecta para crear un producto premium dirigido a los fans más entusiastas. Con todos los respetos, como comprador no veo ningún incentivo para elegir la tapa dura sobre la blanda en el vídeo de Marc: misma portada, mismo tamaño, mismo diseño… Uno es tapa dura y el otro no, pero esa es la única diferencia. Hay que entregar algo más.

Lo comentaba con mis colegas de la Alianza: creo que la tapa dura necesita una serie de extras que justifiquen una edición «superior». Esto puede ser desde añadir mapas e ilustraciones a incluir apéndices o un «cómo se hizo», pasando por un tamaño mayor que la tapa blanda para que el producto luzca más y, lo más importante, una portada diferente. Recordemos que los lectores sí juzgan un libro por su portada, por lo que la misma cubierta en dos ediciones distintas como mínimo hará que piensen que es la misma edición.

En el mundo editorial tradicional, la tapa dura suele ser el primer formato que sale a la venta, y solo aquellos títulos que venden muchos ejemplares pueden conseguir el «honor»de salir en una edición en rústica, más popular y de bolsillo. Esta forma de hacer las cosas viene motivada por cómo trabajan las editoriales, que viven del «lanzamiento». El lanzamiento significa que deben vender muchos ejemplares en poco tiempo o, lo que es lo mismo, ganar mucho dinero en poco tiempo. Por eso, ofrecen la edición más cara primero, que es la que comprarán todos los lectores que no pueden aguantar a la edición en rústica. Cuando sale la edición en tapa blanda, ya todo es ganancia.

Los escritores autopublicados tenemos la oportunidad de darle la vuelta a ese esquema, porque no estamos obligados a tener un «lanzamiento». Para nosotros, el mejor mes de ventas de un libro puede llegar cuando lleve años publicado, algo que las editoriales tradicionales no pueden permitirse. Además, generalmente nosotros contamos con la versión electrónica no como un mero apéndice secundario e inferior a la edición impresa, sino como el formato que más beneficios nos genera.

Esto nos permite crear un nuevo esquema en el que sumemos valor con cada producto. La edición electrónica es la base de la pirámide, el formato más popular y que más lectores puede conseguirnos, bien sea con la venta de ejemplares o con las páginas leídas, si estamos en exclusiva con Amazon. Después, viene la edición en tapa blanda, que añade a la edición electrónica el placer de tener un objeto físico entre tus manos, y es un formato con un precio contenido. Permite a aquellos lectores que quieran leer en papel disfrutar de nuestras obras y también nos sirve para saciar nuestro ego y ver nuestro nombre en letras impresas.

Dentro de poco, podremos poner la guinda al pastel con la edición en tapa dura, un formato más caro que creo que debemos cuidar con mucho mimo, porque es el que van a comprar nuestros mayores fans. Aunque cueste creerlo muchas veces, cuando escribes y a la gente le gusta lo que escribes, puedes terminar ganando fans, lectores a toda prueba que leerán todo, o casi todo, lo que publiques. La tapa dura es un premio para esos fans, y por eso creo que debemos cuidar esa edición al máximo. ¿No te parece?

Ya sabes, ten mucho cuidado ahí fuera.