Ya he hablado en alguna ocasión en esta bitácora de cómo tus sueños no son más que el inicio de tu viaje. Y que lo realmente difícil es este último.
Lo que muchos no se paran a valorar es que eso es lo que lo hace valioso.
Disfrutar de un triunfo no es tan sencillo. Eso solo ocurre cuando sientes que te lo has ganado.
Pero no puede sentirlo cuando ha sido demasiado fácil. Esas victorias pírricas no te llenan y jamás lo harán.
Puedes engañarte a ti mismo y conformarte con ellas. Puedes hasta llegar a creer que ese triunfo te ha costado trabajo, pero en tu interior conoces la verdad.
No sientes nada, no te llena.
Solo lo hará el triunfo conseguido con trabajo y esfuerzo.
¿A qué esperas para conseguirlo?
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
Imagen: Cam Adams en Unsplash