A veces parece que tu meta está muy lejos. Que un barranco insalvable te separa de lo que deseas.

Muchos escritores noveles pueden sentirse así cuando piensan en sus objetivos, sean los que sean. Reconocimiento, dinero, la satisfacción de haber terminado una novela… el objetivo que te marques parece siempre inalcanzable al principio.

El truco está en no fijarte en ese objetivo, sino solo en tu siguiente paso. Y después, en darlo. 

Incluso la tarea más titánica del mundo puede realizarse si se divide en tareas más pequeñas y se aplica constancia y esfuerzo hasta lograr resultados.

Esas dos palabras, constancia y esfuerzo, no son bonitas ni glamurosas, pero si las haces tuyas podrás llegar muy lejos.

Nadie logró nunca nada sin ellas, al fin y al cabo.

Mañana, más. ¡Feliz escritura! 

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Viernes, 27 de octubre de 2017

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Imagen: Daniel Malikyar en Unsplash