Quieres escribir y publicar una novela, algo que no está al alcance de cualquiera.
Para conseguirlo, deberás esforzarte. No hay atajos.
Se trata de una ecuación muy simple.
El esfuerzo durante un cierto periodo de tiempo —esto es, escribir todos los días durante el tiempo que sea necesario— se traducirá de forma automática en un resultado —tu novela—.
Que nadie te engañe: si cumples con tu parte de la ecuación, el resultado se producirá de forma inevitable.
Si no es así, necesitas esforzarte más. Porque la ecuación funciona en ambos sentidos.
Resultados sostenidos a largo plazo requieren esfuerzos y concentración sostenida a largo plazo.
Cualquier otra cosa es una lotería.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
Imagen: Kyle Johnson en Unsplash