Es muy común que los autores noveles asuman que su libro solo puede venderse en cantidad si es barato. 

Sin embargo, hay cientos de libros a bajo precio que demuestran lo contrario (junto a otros que sí lo prueban; mi propia experiencia con la gratuidad lo demuestra).

No cabe duda de que existe un grupo de lectores que tiene muy en cuenta el factor precio; en consecuencia, es muy difícil motivarles a la compra cuando este se encuentra por encima de sus expectativas.

Podemos discutir sobre el tamaño de este tipo de lectores, pero lo cierto es que sigue siendo solo uno. Es más, si basas tu estrategia nada más que en ellos, terminarás limitándote. 

Recuerda los tipos de lectores. Si quieres prosperar en tu carrera, deberías tener productos en tu catálogo que apelen a cada uno de ellos.

Sobre todo, no creas en los círculos viciosos. Es fácil pensar que si no ganas dinero con tus libros, no puedes invertir en marketing para llegar a más gente que pueda comprarlos.

La solución no es poner dinero de tu parte para el marketing (aunque puede servirte a corto plazo si te sobra).

La solución es seguir trabajando para aumentar tu catálogo e ir experimentando con tu estrategia de precios hasta encontrar ese punto de equilibrio en el que tus ventas te dan beneficios.

Porque el precio sigue siendo un factor importante y tienes que usarlo a tu favor. Repasa lo que escribí al respecto hace un tiempo.

No hay que tener miedo a cambiar tus precios y a cobrar por tus esfuerzos. Ni a tener libros o relatos prácticamente regalados que sirvan de gancho.

La mejor herramienta de promoción para un libro sigue siendo publicar el siguiente. 

Mañana, más. ¡Feliz escritura!

Imagen: Didier Weemaels vía Unsplash.