Acabo de terminar la tercera reunión creativa de La Guerra del Ayer, en la que he puesto motivo y motivación a la trama en la que solucionaré el cabo suelto de Proyecto Armagedón. Y como suele ocurrir, casi me da miedo ver lo bien que encajan las cosas, porque el final de esa trama y ese personaje es un reflejo del final de otra trama y otro personaje. Casi parece justicia poética, de hecho.

Así que mi reflexión del día que te quiero compartir es la siguiente: aunque parezca que en tu historia hay un nudo gordiano imposible de deshacer, siempre hay una forma. Para conseguirlo, lo único que tienes que hacer es trabajar como una hormiguita para sacar a la luz la historia. Porque tu historia ya existe en algún lugar del inmenso reino de la imaginación, y tu labor como escritor no es tanto crearla como descubrirla. 

Voy a seguir descubriendo mi historia. Mañana, más.

¡Feliz escritura!

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Jueves 7 de septiembre de 2017

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