Una de las cosas que más puede asustar a un escritor novel que se adentre en el mundo de la autopublicación es la gran variedad de formatos posibles que existen para tu libro electrónico. Conocer cada uno de esos formatos y saber cómo transformar tu novela de un formato a otro puede suponer la diferencia entre un libro bien editado y una chapuza de principiante.
Otra razón por la que debes conocer todos los formatos posibles es porque, en la práctica, cada marca de lectores de e-books —Kindle, Nook, Tagus, BQ, Papyre, Sony…— tiene su propio formato y te interesa ser compatible con todos. Con un archivo epub, tu novela podrá ser leída en la mayoría de dispositivos, pero siempre hay excepciones y si eres quien se ocupa de venderla, debes tenerla en la mayor cantidad de formatos posible.
Puede que pienses que no es necesario, que basta con tener tu libro en epub y posiblemente tengas razón, pero para triunfar como escritor independiente no puedes despreciar a ningún lector. Te interesa eliminar todas las barreras que haya para que descubran tu obra; hay muchas que no están bajo tu control, pero el formato sí lo esta, por lo que no debe ser un obstáculo entre tú y tus posibles lectores.
Dicho esto, vamos a ver los distintos formatos para tu libro electrónico. No están todos los que son, pero sí que están los más importantes, los que estás obligado a conocer para poder triunfar como escritor independiente.
- Epub. La semana pasada ya hablé de este formato y por qué te interesa compilar tu libro en epub, así que en ese aspecto no tengo nada que añadir. Al ser un formato abierto, puedes crear un epub con programas como Sigil o Scrivener, con la seguridad de que será compatible con todos los dispositivos, sin limitarnos a los lectores de e-books. También podrán leer tus epubs desde el PC o desde un smartphone, tanto iOS y Android como otros sistemas más minoritarios como Windows Phone o incluso el mítico Symbian.
- Mobi. Este formato fue desarrollado por una compañía francesa llamada Mobipocket en el año 2000 y es compatible con dispositivos más antiguos como Blackberry, Symbian o Palm OS. También tenian una aplicación de escritorio que permitía organizar tu biblioteca digital, pero ya desaparecieron y solo ha quedado el formato, del que no hablaríamos si no fuese porque Amazon compró la compañía en 2005 y usó el mobi como base para sus formatos exclusivos de Kindle. Eso significa que si publicas tu libro electrónico en formato mobi, puede ser leído en cualquier Kindle sin necesidad de pasar por la tienda de Amazon.
- AZW/AZW3/KF8. Todas estas extensiones corresponden a los formatos exclusivos de Amazon para el Kindle, tanto los lectores de tinta electrónico como las tabletas Kindle Fire. Los dos primeros son una evolución del formato mobi y el último es un formato de última generación que incorpora nuevas características destinadas a las tabletas en color. No debes molestarte en intentar convertir tu libro a estos formatos; si publicas con Amazon, ellos lo harán por ti.
- Ibooks. Como puedes imaginar, este es el formato usado por Apple en su tienda de libros y es exclusivo. Puedes crear libros en este formato exportando tu manuscrito al programa iBooks Author, que te permitirá convertir tu libro a este formato. A día de hoy, considero que no merece la pena hacerlo, al haber otras plataformas que te dan muchas más facilidades para publicar, pero eso puede cambiar en el futuro. Apple va a llevar la aplicación iBooks instalada por defecto en el iOS 8 y eso supone cientos de millones de dispositivos y lectores a los que puedes acceder. La decisión, como siempre, es tuya.
- PDF. Aunque parezca mentira, hay muchos libros electrónicos que circulan en versión PDF y hay editoriales que favorecen este formato frente a otros más adecuados como el epub. Si quieres que el lector vea tu libro de una forma determinada y que no se pueda modificar absolutamente nada de tu obra, el PDF es tu formato, pero yo te recomiendo epub o mobi para que tus libros electrónicos sean archivos dinámicos en los que el lector pueda elegir tipografías, espaciados y tamaño de letra. Además, en los dispositivos de tinta electrónica y pantalla de 6 pulgadas —es decir, en la mayoría de los dispostivos del mercado— leer un PDF que no esté adecuado a ese formato es una tortura. Tenlo en cuenta cuando alguien te hable de las bondades de los PDF; las tienen y son innegables, pero no valen para un libro electrónico.
- FB2. Este formato surgió en Rusia y ha ganado mucha popularidad dado que no admite ningún tipo de sistema DRM de gestión digital de derechos. Es muy habitual que bibliotecas digitales al margen de las grandes distribuidoras y editoriales trabajen con este formato, que es legible por muchos dispositivos, y al ser código abierto cuenta con una gran comunidad que lo apoya. Puede que no sea una prioridad, pero una buena versión en FB2 puede darte a conocer entre la gente que no suele comprar libros electrónicos, que es mucha más de la que los compra.
- LRF. Este formato es el que usan la mayoría de lectores electrónicos de la marca Sony. Aunque no son los más populares del mercado, se han vendido muchos modelos en los últimos años y, como escritor independiente, no puedes despreciar ningún posible nicho. Al igual que el FB2, no tiene que ser una prioridad, pero sí una opción muy a tener en cuenta para ampliar tu base de lectores, porque cualquier lector que consigas puede ser un futuro comprador.
- DOC/DOCX/ODT/RTF. Por último, me voy a referir a todos estos formatos, que son los más comunes que te puedes encontrar pero que son poco apropiados para tus libros electrónicos. Los archivos DOC y DOCX son los archivos de texto que genera el Word de Microsoft, un programa que prácticamente tiene todo el mundo, con lo cual te aseguras una compatibilidad máxima. Pero hay muy poca gente que lea libros en el PC y mucho menos en formato Word, así que considera tener una versión en DOC o DOCX de tu libro tan solo como un extra. Lo mismo podemos decir de ODT, que es el formato de los archivos de texto generados por la suite gratuita Open Office. Considero que es redundante hacer una versión en RTF si vas a hacer una en DOC/DOCX, pero hay quien prefiere ese formato por el menor tamaño de los archivos y por su mayor compatibilidad con todos los sistemas, incluso los más antiguos.
Además de estos que hemos visto, hay muchos otros formatos: PDB, PRC, TXT, LIT, LRX, CHM, XEB, CEB… pero no debes complicarte con ninguno de ellos. O bien son versiones de alguno de la lista anterior, o bien son exclusivos de mercados todavía cerrados como el gigantesco mercado chino. Está bien que los conozcas y puedes buscar información sobre ellos si te interesa, pero con la lista que te he dado es más que suficiente.
Ahora ya conocemos qué es un libro electrónico y cuáles son los formatos más populares, con lo que ya podemos empezar a compilar. La semana que viene te enseñaré cómo compilar tu libro electrónico con Scrivener y Calibre.
Hasta entonces, ¡feliz escritura!
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