Creo que The Freelancer’s Survival Guide de Kristine Kathryn Rusch —La guía de supervivencia del trabajador autónomo o, para abreviar, La Guía— es una lectura obligada para todo escritor independiente y todo trabajador autónomo que quiera tomarse su carrera en serio. La Guía es un auténtico tesoro de conocimiento, en el que Kristine Kathryn Rusch explica todos los aspectos que debes tener en cuenta si vas a trabajar por tu cuenta, sea como escritor, abogado o fontanero.
La Guía empieza fuerte, recordándote que cuando eres un empleado por cuenta ajena, tienes una estructura a la que aferrarte: un área de trabajo, un horario, unas tareas que realizar… Trabajas dentro de los límites de esa estructura y recibes un pago por tu tiempo de trabajo. Pero cuando trabajas por tu cuenta como autónomo, pierdes toda esa estructura y eres tú quien debe proveerla. No todo el mundo vale para eso, pero si quieres ganarte la vida debes dotarte de una estructura, es decir, debes saber cómo organizarte.
En este sentido, Rusch explica cómo equilibrar familia, salud, trabajo y ocio y por qué todos y cada uno de estos aspectos son vitales para una carrera exitosa. Necesitas pasar tiempo con tu familia pues es lo que da sentido a tu vida; tienes que mantener tu salud, porque si enfermas nadie va a darte días de baja o trabajar por ti; debes invertir tiempo en tu carrera, porque cuanto más tiempo dediques a tu trabajo, más obtendrás de él, y no solo económicamente; y, por último, necesitas descansar y ocupar tu mente con algo de ocio, pero no demasiado o corres el riesgo de no hacer el trabajo.
PLAN DE NEGOCIO
Todo eso servirá para que puedas enfocar tu carrera como un negocio y que puedas crear un plan de negocio. Rusch da mucha importancia al plan de negocio, sin importar a qué cosa concreta se dedica el autónomo. Sabiendo que ese plan debe ser flexible, te anima a calcular tus costes y proyectar tus beneficios futuros, para así saber si tu negocio es viable o no. También debes incluir las horas que vas a trabajar cada semana y los proyectos que piensas realizar, porque es vital que tu plan incluya únicamente aquellos factores que puedas controlar. Organiza tu plan en trimestres, semestres o años, según te convenga y márcate objetivos para dentro de un año, de cinco y de diez. Todo eso es un plan de negocio, algo vital para que tu negocio sobreviva.
Cada cierto tiempo, revisa tu plan. ¿Has conseguido los objetivos que te marcaste? Si no es así, ¿por qué? Y si los has conseguido ¿eran objetivos demasiado fáciles o simplemente adecuados? ¿Has trabajado mucho o apenas has trabajado? Siendo honesto contigo mismo cuando revises tu plan, podrás ver las debilidades y fortalezas de tu negocio. Con ese conocimiento, podrás hacer un nuevo plan, más perfeccionado y que te sirva de orientación. Esa es la forma en la que puedes convertir tu plan de negocio en el camino que vas a recorrer y dejarás de dar palos de ciego.
Rusch también trata otros asuntos de vital importancia para todo aspirante a trabajador autónomo, cómo el momento más adecuado para abandonar tu trabajo remunerado y lanzarte a la aventura; cómo hacer que tu familia sea parte de tu proyecto y no un obstáculo; cómo ganar tiempo y aprovechar al máximo las 24 horas del día; cuál es la mejor manera de afrontar las fechas de entrega, o la importancia de la disciplina, interna y externa.
Para poder ganarte la vida, debes convertirte en un experto en tu campo, el mejor que puedas llegar a ser, y eso supone no solo conocer cómo crear tu producto —sea el que sea—, sino todos los aspectos del negocio. Eso incluye también cosas que igual nunca te habías planteado como puede ser el agotamiento, que puede llegar en cualquier momento de tu carrera y herirla mortalmente y las vacaciones, algo que si estás enamorado de tu trabajo no querrás hacer pero debes.
DINERO, DINERO, DINERO
La tercera sección de La Guía está dedicada a las finanzas, seguramente el tema más importante para cualquier trabajador autónomo. No solo poder manejar tu negocio, que las cuentas salgan y obtener beneficios, sino saber lidiar con el éxito financiero que, al contrario de lo que todos imaginan, no es hacerse rico y no volver a trabajar, sino aprender a vivir con lo que tienes y saber qué es lo que tienes y si necesitas o puedes tener más.
Para eso necesitas llevar la contabilidad de tu negocio y poder saber dónde se gasta cada euro de tu capital. ¿Parece mucho trabajo? Lo es, porque manejar dinero requiere tiempo y esfuerzo y cuanto más dinero manejes, más esfuerzo tendrás que hacer. Puedes contratar a alguien para que haga eso por ti, pero recuerda que nadie aprecia tu negocio tanto como tú y nadie va a trabajar por tu negocio tan duro como tú.
Aspectos como diversificar los ingresos y minimizar los gastos, conocer tu industria para poder anticiparte a los cambios de ciclo, ser implacable a la hora de cobrar tus recibos y saber cómo tratar a los clientes que no pagan o tardan en pagar, todo eso son aspectos que Rusch trata en La Guía con varios ejemplos y de manera muy didáctica.
Y todo esto que te voy contando es poco más de la cuarta parte del libro. No pierdas tiempo y hazte con él, porque si quieres trabajar como autónomo o eres trabajador autónomo, seguro que aprenderás mucho de él.
Para los escritores, este libro es especialmente valioso porque Rusch es escritora, vive de la escritura desde hace cuatro décadas y conoce cómo funciona el antiguo mundo de la publicación y el nuevo de la autopublicación. A lo largo de La Guía, va contando cómo afronta ella, desde el punto de vista de una escritora independiente, todos y cada uno de los temas que va explicando. Para un escritor novel como yo este libro es, como decía al principio de la entrada, un auténtico tesoro de conocimiento que hay leer y releer más de una vez.
Excelente entrada, Miguel Ángel. Resumes el libro en un sólo artículo, pero no te olvidas de ninguno de los aspectos importantes que Rusch trata en él.
Confieso que aún no lo he terminado (demasiadas lecturas al mismo tiempo hacen que vaya lenta), pero lo llevo bastante adelantado y, de hecho, hace ya unas semanas que empecé a planificiar mi año 2015, así como los próximos 5 y 10 años. Es una manera eficacísima de ver cómo vas avanzando… o no, y de tomar medidas que encaucen a tiempo una riada que se te ha ido de las manos.
De hecho, y en referencia al post colaborativo sobre los objetivos de 2015 en el que participas y que publicaré el próximo lunes, 22 de diembre, estoy preparando un Cuaderno de planificación y control en el que aprovecho algunos de los consejos de Rusch para ayudar a los escritores que deseen hacer uso de él.
Felicidades por el artículo. Tu blog es una joya.
Saludos.
Muchas gracias, Ana. Aunque hay muchos aspectos que no he llegado a tocar en este texto, porque La Guía es un libro muy denso y completo que hay que leer y releer en varias ocasiones. Me alegro que te haya gustado y espero que el post colaborativo del 22 sea un éxito. Salu2!