Hay algo muy seductor en la imagen del guerrero definitivo, y la leyenda de las Termópilas aúna varios conceptos a los que no somos capaces de resistirnos. Están grabados en nuestros genes desde que nuestros antepasados empezaron a contar historias frente a la hoguera.
La camaradería del clan. El valor ante un enemigo muy superior. El sacrificio por algo más grande que uno mismo.
Todos esos conceptos apelan a nuestro yo interior más profundo. No es extraño que estén presentes en las historias de todas las culturas de la tierra y que muchas de esas historias hayan llegado hasta nuestros días.
Porque además de llegar a lo más hondo de nuestro ser, también hay enseñanzas en ellas.
En el caso de la historia de los espartanos, la más importante no está en ninguno de los conceptos que mencionaba antes. El libro Puertas de Fuego de Stephen Pressfield cuenta de forma novelada la batalla de las Termópilas; es un libro muy recomendable del que tengo anotada una cita en mi libreta de notas.
Despreciamos la vida ociosa que esta rica tierra nuestra podría darnos si la deseáramos y, en cambio, nos inscribimos en la academia de la disciplina y del esfuerzo.
Si quieres salir adelante como escritor independiente, tú también deberías inscribirte en esa academia. Te hacen trabajar duro, pero son los únicos capaces de convertirte en aquello a lo que aspiras ser.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
Imagen: Ricardo Cruz en Unsplash