Con las redes sociales ocurre un fenómeno bastante curioso. Es un fenómeno general que pasa a todo el mundo, pero no sé, en el mundillo de los escritores independientes o aspirantes a escritores lo veo bastante desarrollado.

Se trata del efecto pandilla adolescente.

Cuando eras adolescente, parecía que si dejabas de estar con tus amigos, con la «pandi», te perderías algo o dejarías de ser del grupo. En las redes sociales ocurre algo parecido.

Si no estás compartiendo, no estás dando «like», no estás comentando, parece que no estás en el grupo y que dejarán de hacerte caso.

Es algo tan humano como querer formar parte del grupo, pero el problema es que seguramente termines siendo uno más, uno de tantos.

Y en realidad, las redes sociales ni te van a sacar de pobre ni te van a hacer más guapo o guapa. Porque la gente no está tan pendiente de ti como crees.

Más que preocuparte por formar parte de algo o hacer lo que otros esperan que hagas, mejor deberías ser tú mismo y hacer tu trabajo que es escribir las mejores historias que seas capaz, publicarlas y repetir el proceso.

Si a la «pandi» no le gusta que hagas tu trabajo, entonces no te te interesa formar parte de ella, créeme.

Al fin y al cabo, lo más seguro es que la «pandi» no te habría leído tampoco.

Mañana, más. ¡Feliz escritura!

Imagen: Cristina Cerda en Unsplash