El otro día planteaba Héctor una pregunta muy interesante en los comentarios a esta entrada. ¿Es posible ganar visibilidad sin un blog (y obviamente con buenos libros)?

Aunque sea ir contra la corriente, yo creo que sí.

Partamos de la base de que la visibilidad —online y offline— es algo muy distinto de tu escritura, entendida como tu habilidad como escritor y su traducción en ventas. Lo normal es que una persona con una gran visibilidad obtenga grandes ventas; hay varias celebridades que podríamos citar como ejemplo. También es normal que una persona con poca o ninguna visibilidad tenga muy pocas ventas. Entre esos dos extremos podemos encontrar casos de gente con gran visibilidad y pocas ventas y gente sin visibilidad que venda muchos libros.

Tu caso puede ser cualquiera de esos extremos o cualquier punto intermedio. La cuestión es que para aumentar tu visibilidad no tienes necesidad de descuidar tu escritura. En un mundo perfecto, trabajarías en las dos a la vez, pero el día solo tiene 24 horas y en algún momento habrás de elegir.

Hay muchos escritores que apuestan por aumentar la visibilidad primero para publicar después, y otros tantos que escriben y publican muchos títulos sin preocuparse de actualizar el blog o sus redes sociales.

Las dos opciones son válidas, siempre que seas consciente de lo que haces y por qué.

En cualquier caso, yo soy partidario de primar la escritura siempre, porque no existe una relación directa entre visibilidad y ventas, especialmente cuando estás empezando. Que te pueda ver todo el mundo no significa que te vaya a ver todo el mundo.

Además, concentrarse en la escritura, terminar tus obras, publicarlas y volver a empezar, es un trabajo que siempre da fruto a largo plazo, que es lo que de verdad importa. Todo lo demás es una lotería.

(Por cierto, si piensas que me contradigo al decir estas cosas y escribir en esta bitácora todos los días, nunca lo he hecho para aumentar mi visibilidad. En cualquier caso, te invito a que pases por aquí en cuatro meses, cuando retome el tema).

Mañana, más. ¡Feliz escritura!

Imagen: Cody Davis en Unsplash