Si no conoces las charlas de TED, estás perdiéndote uno de los mayores recursos que pone la red a tu disposición para aprender. TED es una organización sin ánimo de lucro dedicada a difundir ideas mediante conferencias sobre todo tipo de temas. Funciona desde 1984 y desde hace años esas conferencias están disponibles en su página web, para que cualquier persona del mundo pueda conocer esas ideas y ampliar sus conocimientos.

Hoy quería compartiros esta charla de TED, a cargo de Andrew Stanton, responsable de algunos de los mayores éxitos de Pixar, como Wall-E, Buscando a Nemo o las tres entregas de Toy Story. Andrew nos va a hablar sobre las claves detrás de una gran historia. Escúchale y luego hablamos. Son casi veinte minutos, pero te aseguro que después me lo agradecerás.

¿Qué te ha parecido? Simplemente brillante ¿verdad? Voy a repasar contigo algunas de esas claves.

  • Conoce a dónde vas. Una de las claves más importantes para una buena historia es conocer el final de la historia. Cómo bien explica Andrew, una historia es como un chiste del que tienes que saber el giro final y hacer que cada palabra que digas vaya dirigida hacia él. El chiste de McGregor es un buen ejemplo, pero también es aplicable a la escritura de ficción. Nunca he sido un escritor arquitecto, pero tampoco soy un escritor jardinero, por lo que en todas mis novelas siempre he tenido claro cuál era el final de la historia. De ese modo, siempre tenía una meta a la que dirigirme. Incluso aunque prefieras escribir totalmente a ciegas, nunca está de más que sepas a dónde vas.
  • Haz que me importe. Este debería ser el primer mandamiento de todo escritor y de todo narrador de historias. Si no logras que lo que estás escribiendo le importe al lector, has fracasado. Puedes hacer que le importe a través de los personajes, mediante la evocación emocional o incluso haciendo de tu historia una clase magistral sobre algún tema. Todo vale, con tal de que consigas esa respuesta del lector. Cuando acabes un texto, léelo de nuevo y pregúntate «¿Por qué debería importarle a alguien?»; si eres capaz de encontrar una respuesta afirmativa, vas por el buen camino.
  • Toda historia hace una promesa. Cada vez que comienzas con una historia, lo haces con expectativas. De hecho, el mayor halago que se puede hacer a un libro es «No me esperaba que me gustase tanto». Esas expectativas, esa promesa, debe ser cumplida siempre o el lector se sentirá estafado; y si has creado unas expectativas muy altas, tienes que trabajar duro para satisfacerlas. ¿Cuántos libros y cuántas películas conoces que empiezan muy bien y se desinflan al final? Pues eso.
  • A la audiencia no le importa ganarse el pan. En esta bitácora he dicho en más de una ocasión que los lectores no son tontos, por lo que no debes tratarlos como tales. No hay necesidad de explicar todo, es mejor que dejes que el lector lo descubra por sí mismo. Piensa en el placer que has obtenido cuando te das cuenta del subtexto que el autor ha colocado implícitamente en un párrafo, o simplemente lo que disfrutas cuando descubres al asesino antes que el detective en una novela policíaca. Haz que la audiencia se gane el pan pero, eso sí, no dejes que se note. Stanton lo resume de forma genial con la teoría unificada de dos más dos: no des el cuatro a la audiencia, dales el dos y el dos y que hagan la suma.
  • Toda historia debe tener un tema.  El tema de cada historia es la esencia de la misma, esa frase en la que se resume todo. Cuanto más universal sea ese tema, más posibilidades hay que de que llegue a más gente. Por ejemplo, en El Marciano de Andy Weir, el tema no es que Mark Watney está aislado en Marte y tiene que sobrevivir, eso es el argumento. El tema de El Marciano es el poder de la ciencia. A través de la ciencia Watney sobrevive en Marte y a través de la ciencia, se crea un plan para rescatarle. El tema puede ser ampliado a que con la ciencia de nuestro lado podemos lograr lo imposible y ese es un tema optimista y muy poderoso, que llega a todo el mundo. Piensa bien el tema de tu libro. Incluso te propongo un ejercicio: coge tu libro preferido y descubre cuál es su tema. La respuesta podría sorprenderte.
  • Recurre a la maravilla. Es difícil que un adulto pueda retener el sentido de la maravilla de cuando era niño; la vida suele volvernos unos cínicos desgraciados. Pero si quieres dedicarte a escribir —y más si quieres escribir ciencia ficción— es bueno que intentes maravillar a tus lectores. No se trata de hacer que imaginen cosas sorprendentes, sino de meterlos en tu historia, en ese mundo que has creado con más o menos tino, y que cuando acaben de leer sientan que han estado allí. No por casualidad se dice que las personas que leen viven varias vidas.
  • Usa tu propia experiencia. Todo escritor bebe de su propia experiencia vital y la vuelca en sus textos. Puede que no hayas viajado nunca a Roma, pero para escribir una historia de amor situada en la ciudad eterna no te hace falta; puedes suplir esa falta de conocimiento de muchas maneras (vídeos, fotografías, libros…). En cambio, sí que necesitas haber amado si quieres escribir una historia de amor convincente; no hay manera de sustituir esa experiencia. Utiliza todo lo que has vivido y experimentado, y úsalo para dar una mayor capa de realismo a tus historias.

Espero que estas claves te sean útiles. Ahora, a construir tus propias historias.

¡Feliz escritura!