Tras un parón en el manual, vuelvo a la carga con una nueva entrega muy especial (y bastante extensa) del manual de Scrivener, dedicada a la compilación avanzada.

No es la primera vez que hablo de compilación en este manual y tampoco en esta bitácora, ya que es una habilidad que tienes que dominar obligatoriamente si quieres prosperar como escritor independiente en esta era del libro electrónico. Sí, puedes subcontratar servicios de compilación de tus títulos pero a la larga es mucho mejor que sepas cómo realizar esta labor. No solo te ahorrarás mucho dinero, sino que tendrás un mayor control sobre tus libros y cómo aparecen ante tus lectores.

Dicho todo esto, la compilación avanzada con Scrivener la voy a abordar de una forma muy práctica, enseñándote paso a paso cómo crear los formatos más usuales. En esta primera entrega vamos a crear el más importante, un epub de tu libro. Lo único que debes hacer es echar un vistazo a la entrada que escribí sobre compilación básica para que partamos de la misma base y no tener que explicar todo desde el principio. Dicho esto, comencemos.

Cómo crear un archivo epub con Scrivener

El formato epub es el estándar en libros electrónicos y debe ser siempre la primera opción que uses para compilar. Da igual que publiques solo en Amazon; te aceptarán igualmente el epub y lo convertirán a su propio formato, así que hazme caso y ten siempre un epub actualizado de tu libro a mano. Además de Scrivener, necesitarás el programa gratuito Calibre para finalizar el proceso de creación del epub, además de para poder visualizar el archivo resultante en tu PC con su visor incorporado. Para mostrarte cómo hacer esta compilación, voy a usar como ejemplo mi última obra, Prisioneros del Futuro.En este caso, Prisioneros es un libro extenso con muchos capítulos (91 contando los dos epílogos), en el que utilizo una estructura simple de archivos de texto para las páginas iniciales y finales y carpetas numeradas consecutivamente para el libro en sí, dentro de las cuales se encuentra el texto de cada capítulo. En este caso, solo hay un archivo de texto por cada carpeta o capítulo, pero en otros libros míos como La Cosmonave Perdida, he metido más de uno, como puedes ver en la siguiente imagen.

¿Por qué te estoy contando todo esto? Para que tengas claro que puedes utilizar cualquier criterio a la hora de organizar internamente tu libro, que luego Scrivener se encarga de ponerlo todo en orden. Y si te da miedo estropear algo, no temas. Además de que tienes las diferentes opciones de copia de seguridad de Scrivener a tu disposición, piensa que lo peor que puede pasar es que el archivo que compiles salga mal, en cuyo caso solo debes borrarlo y comenzar de nuevo. No vas a estropear ni borrar tu manuscrito por hacer una mala compilación, así que no tengas miedo a hacer pruebas hasta que domines el proceso. Y ese proceso comienza en esta ventana.

Como lo que vamos a compilar ahora es un archivo epub, vamos a elegir —lógicamente—, «ePub eBook» entre las opciones del menú de compilación. Lo primero que debes hacer es determinar cuál va a ser el Contenido de tu epub. Para eso, vamos a seleccionar todos los archivos que queremos que aparezcan dentro de la compilación. En el caso de Prisioneros, eso incluye todas las carpetas/capítulos y los archivos de texto de las páginas previas y páginas finales.

Te habrás dado cuenta de que las columnas de «Salto de página al inicio» y «Tal como está» están marcadas de forma alterna. En el caso de «Salto de página» esto es así y solo lo marco en las carpetas o capítulos porque quiero que en cada uno de ellos haya un salto de página; es decir, que comience en una «página nueva» del epub. Con ello, evitamos que los capítulos empiecen en cualquier punto de la pantalla del lector electrónico, logrando este efecto.

Imagen obtenida con el visor de Calibre

En lo que se refiere a «Tal como está», si te fijas, solo marco esa casilla en los archivos de texto, no en las carpetas. Con eso me aseguro de que se mantiene el formato de mi texto en la compilación final, o lo que es lo mismo, me aseguro que de las negritas, subrayados o versalitas de mi manuscrito permanecen donde yo los he usado. El tipo de letra y tamaño que haya usado al escribir es irrelevante porque el epub que generaremos será un archivo dinámico, que se adaptará a la configuración específica de cada e-reader y la fuente preferida de cada lector para visualizar sus libros. También puedes generar archivos estáticos como un PDF o un .doc, en los que la fuente elegida es la que se ve, y ahí también te interesa tener marcada esa casilla.

Volviendo al epub, tendrás que decidir la estructura de tu archivo y marcar «Salto de página al inicio» y «Tal como está» de manera acorde con la misma. Mi consejo es que para tus primeras compilaciones, utilices la estructura que te ofrezco, con la que obtendrás resultados profesionales a la primera. A medida que practiques y experimentes, podrás modificarla a tu gusto.

El siguiente apartado es «Separadores» en el que puedes generar separadores entre cada uno de los elementos de tu epub.Como ves, tengo «Línea vacía» como separador por defecto y «Salto de página» como separador entre texto y carpeta. Puedes configurar los separadores para que inserten de forma autómatica los saltos de página que mencionaba en el contenido, pero yo prefiero marcarlos en el cuadro de contenido para poder hacerlo de forma individual si es necesario. De todas formas, la elección es tuya.

El siguiente apartado que nos ocupa es el correspondiente a la portada. En este caso, lo único que tenemos que hacer es seleccionar la portada de entre todas las imágenes que tengamos subidas a nuestro proyecto de Scrivener. Para evitar que el epub pese demasiado, asegúrate de que la portada está correctamente comprimida y con un tamaño adecuado para un lector electrónico; de 200 a 300 kb de peso será más que suficiente. El otro punto importante aquí es el nombre de la página de la cubierta, que determina el nombre del archivo html dentro de tu epub donde vienen los datos de la portada. Puedes poner el que quieras, pero nunca le pongas el mismo nombre del archivo de la imagen. Es decir, si el JPG con tu portada se llama «Portada.jpg» o «Cover.jpg» no llames al archivo de la cubierta «Portada» o «Cubierta»; si lo haces, la imagen no será visible, así que usa un nombre diferente. Para evitar eso, en mi proyecto la imagen se llama «Prisioneros Kindle» y el archivo de la cubierta, «Portada».

El formato de tu epub

Llegamos a un apartado importante, que te puede generar muchos dolores de cabeza si no lo tienes claro. En «Formato», es donde debes especificar los detalles de qué aparece en cada uno de los elementos que componen tu epub, incluyendo si aparece o no. Una mala configuración de este apartado puede hacer que tu epub aparezca sin texto, así que asegúrate de hacer las cosas bien aquí.

Por defecto, aparecen tres niveles de contenido en «Formato» que son los que ves en la imagen superior. De arriba abajo, se corresponden con las carpetas, los documentos anidados, y los documentos sueltos. De los documentos anidados hablaré en una futura entrega del manual, por el momento vamos a concentrarnos en carpetas y documentos sueltos, que al fin y al cabo es lo único que tenemos en Prisioneros.

Para ello vamos a seleccionar el primero, las carpetas. Como puedes ver, cuando seleccionamos las carpetas, en el cuaderno nos aparecen resaltados con amarillo todas las carpetas del manuscrito. Gracias a esa guía visual, podrás distinguir bien a qué corresponde cada elemento y así no te equivocarás.

En este apartado, puedes elegir lo que se va a incluir en la compilación de cada elemento del manuscrito. Tienes las opciones «Título», «Metadatos», «Sinopsis», «Notas» y «Texto». Para empezar, mi consejo es que te limites al primero y al último; los otros tres apartados solo pueden servir para complicarte la vida, al menos en tus primeras compilaciones. Hazme caso, si llegas al nivel de querer incluir los metadatos en la compilación, ya no necesitarás mis consejos.

Por tanto, nos limitaremos a «Título», que es el nombre del elemento seleccionado y «Texto», que es el contenido de dicho elemento. En el caso de las carpetas o capítulos, son meros contenedores de texto, por lo que solo tienen marcada la casilla «Título». De esta manera, cada capítulo comienza con el número correspondiente y los epílogos con el epígrafe «Epílogo» y su título. Si en lugar de números, tuvieras frases de texto, eso sería lo que aparecería en tu compilación.

Debajo de esas selecciones, tenemos un pequeño menú de edición en el que configurar algunos aspectos. Donde pone «Relleno de página» puedes especificar el número de líneas vacías que quieras insertar antes del título. Con eso lograrás el efecto de que tu capítulo empiece en mitad de la pantalla del lector electrónico en lugar de la parte superior, un detalle aparentemente inocuo pero que tus lectores agradecerán, pues es lo a que estamos acostumbrados después de tantos años de leer libros impresos. Seis líneas deberían ser suficientes, pero puedes modificar el número hasta que quedes conforme.

Finalmente, si pinchas en «Diseño de sección», puedes personalizar cómo aparece ese título, con las opciones habituales de negritas, subrayados o cursivas, además de justificados varios y colores. Además, si teniendo seleccionado ese menú haces clic en la A azul, obtendrás este cuadro de opciones.

Aquí puedes cambiar el tipo de letra a tu antojo para diferenciarlo del texto principal y previsualizar cómo quedaría, para lograr justo el acabado que quieres.

Todo eso en cuanto a las carpetas o capítulos, y para tus documentos de texto, el proceso es idéntico. Fíjate como al seleccionar los capítulos sueltos, ahora son estos los que aparecen resaltados en amarillo.

En el caso del texto, no marco la casilla «Título» porque quiero que este sea determinado por las carpetas y solo marco la casilla «Texto» pues aquí es donde se encuentra el texto de la novela. Puedes ver que en «Relleno de página» tengo puesto cero líneas, porque no quiero que haya espacio vacío entre el título generado por la carpeta y el texto generado por el documento. Solo habrá una línea vacía, como puedes comprobar mirando los separadores que te expliqué hace unos párrafos. En el caso del texto, puedes determinar muchas de sus propiedades si eliges «Más…» en el apartado del interlineado.

Ahí tienes la opción «Más»

Y ahí, las opciones de interlineado

Aquí puedes elegir la sangría y el espaciado de cada párrafo, aunque te recomiendo que lo dejes todo a cero pues, en realidad, la configuración estándar es más que suficiente. Tan solo necesitas modificar a tu gusto la sangría de la primera línea, que es la que hace que la primera línea no empiece en el borde, para entendernos. Con el estándar de 0,63 cm es más que suficiente, pero puedes cambiarlo a otra cifra si quieres.

Y con esto, ya tienes todo lo básico para compilar tu epub, pues los apartados de «Transformaciones», «Reemplazos» y «Notas al pie/comentarios» puedes dejarlos tal cual los tengo yo. Para un libro normal de ficción, no necesitas cambiarlos.



Solo nos restaría el apartado «Metadatos», en el que debes escribir la información de tu libro para asegurarte de que sus metadatos sean correctos. Como ves, basta con poner el título, tu nombre como autor, la sinopsis, y la fecha. Yo he puesto unas cuantas etiquetas en «Tema» pero no es imprescindible. Finalmente, te recomiendo que pongas la fecha real de publicación del epub y que marques la casilla de «Utilizar identificador personal único» con una pequeña descripción para asegurarte de que esa versión de tu manuscrito sea distinta de cualquier otra.

Después de todo este proceso, solo necesitamos darle a compilar, tras lo que Scrivener nos abrirá este cuadro de diálogo.

Puedes poner el nombre que quieras y elegir la carpeta de destino para tu epub, y con eso completarás el proceso de compilación, obteniendo un epub completamente compatible y preparado para subir a cualquiera de las tiendas online habituales. Podría terminar la entrada en este punto, pero no sería correcto pues queda un aspecto que corregir y para eso necesitas usar Calibre. Dado que es un programa gratuito y muy intuitivo, no deberías tener ningún problema con él. De cualquier forma, si crees que ya es suficiente, puedes quedarte con el epub que ya has creado; si quieres dejarlo casi perfecto, sigue leyendo.

Rematando tu epub con Calibre

Tienes un epub perfectamente compilado y funcional, pero hay un pequeño detalle que hace falta arreglar, y necesitas otro programa para eso. Yo te recomiendo Calibre y te voy a explicar cómo hacerlo con él, pero te servirá cualquier programa de edición de HTML con el que te sientas cómodo. En el caso de Calibre, lo único que tienes que hacer cuando hayas creado el epub, es subirlo a tu biblioteca de Calibre, hacer clic derecho sobre él y elegir la opción «Modificar libro».

En la ventana que surgirá, podrás modificar el epub que has creado.

El TOC o Table of Contents es la razón por la que necesitas usar Calibre. Scrivener genera de forma automática tu TOC y la coloca al inicio del manuscrito, pero no te permite modificar ningún parámetro de la misma. Por eso, hay que editarla a posteriori y para ello debes seleccionar el archivo «contents.xhtml» y hacer doble clic.

Una vez abierto, podrás cambiar el nombre que aparece en la misma, «Contents» por «Índice», para lo cual solo debes hacer clic en el texto html y sustituir una palabra por otra. Además de eso, puedes eliminar aquellos puntos del índice que no quieres que aparezcan; en mi caso, elimino «Créditos», «Dedicatoria» y algunas de las paginas finales, eliminando las líneas correspondientes del texto que te aparece en pantalla. Esto no quiere decir que desaparezcan de tu epub, solo que no aparecen en el índice, así que no temas por ellos.

Y ya está. Después de todo este proceso tendrás tu archivo epub listo para ser subido a cualquier plataforma. Una vez que tengas el proceso dominado, te aseguro que no vas a tardar más de diez minutos (y eso yendo muy despacio) en crear un epub desde tu proyecto de Scrivener.

Con esto termina la primera entrega de la compilación avanzada. Ha quedado una entrada bastante extensa, pero ha merecido la pena. Creo que con todo lo que te he contado te habrá quedado claro que la compilación en Scrivener es una herramienta muy poderosa que puede darte mucho juego, así que piérdele el miedo y ponte a compilar. En la próxima entrega terminaremos de examinar las compilaciones más habituales y te explicaré cómo crear un PDF de muestra de tu libro y cómo generar un archivo Doc para crear una versión en papel de tu libro.

Hasta entonces, ¡feliz escritura!

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