No, el inspector al que me refiero no es el inspector Gadget, ni el inspector Closeau, sino este de aquí, la barra azul de la derecha.

Ya hemos visto el cuaderno, en rojo, y el editor, en amarillo. Pero tenía pendiente explicarte las funciones del inspector, posiblemente la herramienta más incomprendida e infrautilizada de Scrivener. ¿Y por qué digo esto? Porque la inmensa mayoría de los que usamos este programa solo arañamos la superficie de lo que podemos hacer con ella, y me incluyo. Con esta entrada del manual, voy a explicarte qué es el inspector y cómo puede ayudarte.

Para empezar, el inspector es un elemento que puedes mostrar u ocultar pulsando Ctrl+Mayús+I. Te interesa ocultarlo si —como yo— trabajas en un portátil y el tamaño de tu monitor es limitado. De esa forma tienes más espacio para el editor y tus textos, sobre todo si trabajas con la pantalla dividida. También puedes pulsar en el icono del inspector, la «i» en el círculo azul situada arriba a la derecha, para conseguir el mismo efecto.

Como ves, el inspector consta de varios bloques y cada uno de ellos tiene su utilidad. En primer lugar tenemos la barra de encabezado, con una serie de botones que nos permiten acceder a las diferentes características y vistas del inspector. Debajo de ella, tenemos la ficha de sinopsis, el cuadro de metadatos y el área de notas. Centrémonos primero en la barra de encabezado.

De izquierda a derecha, tienes los botones de Notas, Referencias, Palabras Clave, Metadatos personalizados, Instantáneas, Comentarios y notas al pie, y un candado que te permite bloquear el inspector cuando trabajas en pantalla dividida. Si haces clic en cada uno de esos botones, verás como el área inferior cambia para mostrar la característica correspondiente. Si estás en notas, mostrará el área de notas. Si estás en Referencias, la de Referencias y lo mismo con Palabras Clave y los Metadatos personalizados. En cambio, si haces clic en Instantáneas, la ficha de sinopsis y el cuadro de metadatos desaparecerán y el inspector mostrará el gestor de instantáneas. Y si haces clic en Notas al pie y comentarios, ocurrirá lo mismo y tendrás el gestor de notas al pie y comentarios.

Dado que cada una de las funciones es muy diferente, comenzaré hablándote de los dos elementos comunes a la mayoría de ellas: la ficha de sinopsis y el cuadro de metadatos.

La ficha de sinopsis

La ficha de sinopsis es uno de los conceptos clave de Scrivener, pues una de las ideas centrales en el programa es que todos los documentos (textos, imágenes o lo que sea) están asociados a una sinopsis, que se muestra en la ficha del inspector. La mejor manera de entenderlo es imaginar que cada documento de Scrivener es una hoja de papel con una ficha adjunta que contiene el resumen de los contenidos del documento y puede gestionarse de forma diferenciada. Esa misma idea es la que subyace en el tablón de corcho.

Si haces clic en la ficha puedes escribir directamente la sinopsis, que puede ser una línea, varias o una página completa si lo deseas. No hay limitación de texto, pero sí la hay al texto que puedes ver en dicha ficha, así que tenlo en cuenta. También puedes generar una sinopsis de forma automática si haces clic en el botón situado en la parte superior derecha de la ficha: si hay algún texto seleccionado en el editor, se copiará en la sinopsis; si no hay ningún texto seleccionado, usará las primeras líneas del documento.

No estás obligado a rellenar la ficha si no lo deseas, y puedes usar una imagen en su lugar. Para ello, haz clic en el icono de la ficha que tiene una flecha apuntando hacia arriba y otra hacia abajo, y elige el icono de la imagen. La sinopsis pasará a mostrar un espacio negro con el texto «Arrastrar un archivo de imagen». Puedes hacerlo desde el cuaderno o desde tu explorador del sistema (Si eliges una imagen, Scrivener la usará también para representar el documento en el tablón de corcho).

Cualquier cambio en la ficha que realices desde el tablón de corcho, se reflejará en el inspector, y viceversa.

El cuadro de metadatos

El cuadro situado en la parte intermedia del inspector te permite gestionar los metadatos generales del documento con el que estás trabajando (los metadatos del proyecto se gestionan en la compilación). A lo largo de este manual ya he hablado de qué son los metadatos, pero no está de mas recordarlo: los metadatos son marcas arbitrarias que puedes asignar a tus documentos y que te sirven como guía para hacer búsquedas y como referencia. Los más importantes de cada documento son la etiqueta (que en la captura superior tengo cambiado por «Punto de vista») y el estado, y por ello los tienes a la vista en el inspector.

Puedes configurar las etiquetas y estados de tu proyecto a través de Proyecto > Configuración de los metadatos. Por ejemplo, si tienes las etiquetas por defecto de Scrivener, puedes cambiar la llamada «concepto» por el nombre de un personaje de tu libro y usarlo así para controlar qué personaje estás usando como punto de vista en ese documento. De esta forma, puedes buscar fácilmente en todas tus escenas aquellas que tienen a un personaje en particular con solo comprobar la etiqueta.

El estado funciona de la misma manera, con la diferencia de que está configurado por defecto para hacer un seguimiento del estado de tu documento, con estados como «Pendiente», «Primer borrador» «Borrador revisado» o «Borrador definitivo». Puedes cambiar el nombre de esos estados y usarlos para algo totalmente diferente si lo prefieres. Cada vez que hagas cambios en las etiquetas o estados, la sección de metadatos generales en el inspector reflejará esos cambios y las personalizaciones que hayas hecho.

Debajo de Etiqueta y Estado tienes el campo «Creado/Modificado», que puedes elegir haciendo clic en las flechas al lado de «Creado» o «Modificado». No hay sorpresas aquí, la fecha de creación muestra el día y hora en que se creó el documento y la fecha de modificación muestra la fecha y hora en la que fue modificado por última vez y guardado.

Finalmente, tienes las opciones «Incluir en la compilación», «Salto de página al inicio» y «Compilar tal como está». Estas opciones controlan cómo se compilará el documento cuando vayas a imprimir tu proyecto o exportarlo a otro formato. Solo tienen sentido si ese documento está dentro de la carpeta «Borrador», porque solo los documentos dentro de esa carpeta pueden compilarse. Son bastante autoexplicativas:

  • Incluir en la compilación especifica si el documento debe ser incluido u omitido del borrador cuando se exporte o se imprima.
  • Salto de página al inicio especifica si el documento debe tener un salto de página al principio del mismo (algo útil para marcar el inicio de un capítulo, por ejemplo).
  • Compilar tal como está le dice al proceso de compilación que no cambie el formato ni inserte un título para ese documento en particular, sin importar cuál sea la configuración de Compilación.

Puedes gestionar estas opciones mientras trabajas con cada documento de tu proyecto o hacerlo al final, cuando te pongas a compilar, como hago yo. Queda a tu elección y dependerá de cómo sea tu forma de trabajar.

Ahora que hemos visto cómo funcionan la ficha de sinopsis y el cuadro de metadatos, vamos a ir viendo cada una de las opciones del Inspector.

Notas

En el pie de pagina del inspector tienes el área de Notas, donde puedes apuntar cualquier cosa que te apetezca y que te ayude con tu proyecto. Si haces clic en el encabezado de notas (donde pone «Notas del documento»), puedes alternar entre «Notas del documento» y «Notas del proyecto». Como puedes imaginarte, las notas del documento son específicas y cambiarán dependiendo de qué documento estás trabajando en el editor, mientras que las notas del proyecto pueden verse desde cualquier documento (Las notas del proyecto también pueden verse si seleccionas una de las carpetas raíz especiales —Borrador, Investigación y Papelera—, que no tienen asociados metadatos o sinopsis).

Puedes tener múltiples notas del proyecto asociadas al proyecto; para añadir nuevas notas, ve a Proyecto > Notas del proyecto.

Referencias

Cuando haces clic en Referencias, el área de notas desaparece y es sustituida por el área de referencias, que te permite almacenar referencias a otros documentos, sean de tu ordenador o de internet, dentro del proyecto. Para ello, solo tienes que hacer clic en el signo + para añadir una nueva referencia y en el signo – para borrar la referencia seleccionada. Puedes elegir si quieres añadir una referencia a un archivo de tu disco duro o seleccionar un documento dentro de tu proyecto. También puedes arrastrar documentos al área de referencias desde el propio proyecto, desde el explorador de archivos, o desde tu navegador de internet.

Si haces doble clic en el icono de una referencia, esta se abrirá: las referencias externas se abrirán en la aplicación que tenga tu ordenador seleccionada por defecto, las internas se abrirán dentro de Scrivener. Haciendo doble clic en el título de la referencia puedes editar el nombre y la ruta de acceso a esa referencia. Al igual que con las notas, puedes almacenar referencias de tu documento al nivel de proyecto. Haz clic donde pone «Referencias del documento» para alternar entre Referencias del documento (las específicas del documento que estás trabajando) y Referencias del Proyecto (que pueden verse desde cualquier documento).

Palabras clave

Las palabras clave son útiles para añadir etiquetas arbitrarias a tus documentos que puedas usar para buscar luego en ellos. Por ejemplo, puedes añadir palabras clave para un personaje, para una localización, para un tema, para los autores citados o para cualquier otra cosa (y también puedes ignorar las palabras clave por completo). Puedes añadir palabras clave haciendo clic en el bótón + que aparece en el panel de Palabras clave del Inspector y también a través del cuadro «Palabras Clave«. Puedes activarlo haciendo clic en el botón de «Palabras clave» en la barra de herramientos o con Ctrl+Mayus+O.

El cuadro de palabras clave es un cuadro flotante, por lo que puedes mantenerlo abierto mientras sigues trabajando en tu documento. Puedes arrastrar las palabras clave desde ese cuadro al área de palabras clave en el inspector. Arrastrando palabras clave es otra manera de asignarlas a un documento, tanto si está en el cuaderno como en las vistas de Esquematizador y Tablón de corcho. Puedes hacerlo con múltiples documentos a la vez seleccionando los documentos en el cuaderno y después arrastrando las palabras clave de la ventana hacia esa selección. Asimismo, puedes cambiar el color asociado a una palabra clave haciendo doble clic sobre el cuadrito de color al lado de dicha palabra.

Metadatos personalizados

Para añadir metadatos personalizados, puedes acceder haciendo clic en el botón «Definir campos de metadatos…» o ir a Proyecto > Configuracion de los metadatos, o pulsar Ctrl+Mayus+M. En cualquiera de los casos, te aparecerá este nuevo menú.

En ese cuadro es donde podras añadir los metadatos que consideres necesarios. Recuerda que esos metadatos son etiquetas arbitrarias, así que puedes utilizarlo como desees. Por ejemplo, si tu novela transcurre en varios lugares, puedes añadir metadatos de localización, con algo tan simple como «París» o «Casa de Madeleine» y así tener controlado por dónde van tus personajes. En el caso de un libro de no ficción, las posibilidades son mucho mayores y dependen directamente del tipo de libro que estés escribiendo. Incluso pueden servirte para generar una especie de índice al que puedas recurrir mientras escribes.

Para muchos proyectos, ni siquiera será necesario que hagas metadatos personalizados, pero es bueno que sepas cómo hacerlo, por si necesitas añadir una pieza extra de información para moverte entre los documentos de tu proyecto.

Instantáneas

Ya te hablé de las instantáneas en esta entrada, en ella tienes toda la información.

Comentarios y notas al pie

Los comentarios y notas al pie son elementos que pueden serte útiles en diferentes tipos de texto. Para crear uno, debes seleccionar las palabras del texto a las que quieras vincular el comentario o la nota y despues hacer clic en el signo + para añadir un comentario o en el símbolo +fn para añadir una nota al pie. Cuando lo hagas, en el inspector aparecerá un cuadro de color donde puedes escribirlo. Aquí tienes un ejemplo:

Si pinchas en la X de cada cuadro, eliminas dicho comentario o nota al pie. En general, los comentarios serán útiles como referencia para ti o cuando tu editor trabaje con tu texto en Scrivener (algo a lo que debo dedicar una entrada futura) y no pasa nada si el comentario abarca muchas palabras. En el caso de la nota al pie, sí te interesa ser más estricto y que tu selección termine exactamente donde quieres que aparezca el número de la nota al pie cuando hagas la compilación.

De hecho, puedes elegir qué quieres que aparezca en la compilación y su formato. Puedes quitar todos los comentarios y que solo salgan las notas al pie, por ejemplo. O incluso hacer que los comentarios aparezcan como notas al pie y que tus notas al pie salgan como notas al final del capítulo. Tienes muchas posibilidades, de las que te hablaré en el capítulo dedicado a la compilación avanzada.

Y con eso hemos terminado con el inspector. Creo que después de esta entrada, verás el inspector con otros ojos y espero que te sirva para empezar a usarlo y explotar sus funcionalidades. Recuerda que no tienes por qué usarlo si no lo deseas o te parece complicado. Scrivener se adapta a tu forma de trabajar, no al revés, así que no utilices aquello que no necesitas; eso sí, quédate tranquilo que si algún día te hace falta ahí estará para ayudarte.

¡Feliz escritura!

Haz clic para acceder a el índice