Con una semana de retraso sobre la publicación prevista (debido a que he tomado una semana libre por motivos personales), llega el balance del segundo trimestre del año. A lo tonto, se nos ha ido la mitad de 2017 y no queda tiempo que perder si quiero acabar el año de manera decente. Una vez más, no he podido cumplir con los objetivos que tenía fijados, pero sigo satisfecho con cómo va 2017, pues he aprendido bastante sobre mi capacidad en estos meses y hasta dónde puedo llegar.
Al final es algo tan sencillo como respetar las leyes del Newton creativo y centrarme en una sola tarea para concentrarme de manera profunda en ella, en lugar de intentar abarcar más de lo que soy capaz. Como nos ocurre a todos, es muy fácil olvidar lo evidente y dar importancia a cosas que no lo tienen, por eso mis objetivos del tercer trimestre son más modestos, al menos en apariencia. Pero antes revisemos qué pasó con los objetivos del segundo trimestre.
- Escribir el cuarto libro de La amenaza treyana, La Guerra del Ayer. Con este libro he experimentado una pequeña epifanía, en la que he descubierto la manera de hacerlo todavía más espectacular que los anteriores de una manera totalmente diferente a la que tenía planeada en principio. Eso ha supuesto replantear todo lo que tenía preparado, aunque a grandes rasgos la historia siga siendo la misma. Pero el diablo está en los detalles y debo cuidar todos y cada uno, porque el más mínimo error hará que se derrumbe todo el castillo. Mi experiencia en libros pasados indica que al final el esfuerzo vale la pena, así que tomaré el camino difícil para lograr la mejor historia posible. Mis lectores no se merecen menos.
- Sacar la versión en papel de Prisioneros del Futuro. Este es el único objetivo que puedo considerar cumplido. KDP tiene sus defectos, pero al menos la edición física ya está disponible para los lectores que me lo han pedido.
- Publicar Cómo autopublicar tu libro. En el caso de este título, he llegado a la conclusión de que tiene que esperar. A medida que iba corrigiendo y actualizando las entradas aparecidas en esta bitácora, me iba dando cuenta de que me iba a ocupar mucho más tiempo del que tenía previsto. La multitarea es peligrosa, te hace pensar que trabajas mucho cuando en realidad avanzas muy poco. Por eso y para dar prioridad a La guerra del Ayer, voy a aparcar este proyecto para retomarlo en 2018.
- Acumular un mes de adelanto en esta bitácora (de ocho a diez entradas). Lo cierto es que nunca he llegado a acumular más de una semana de adelanto en Confesiones de un escritor pero también es cierto que me he sentido mucho más cómodo y menos agobiado, y en eso ha tenido mucho que ver el pensar a largo plazo. Ahora me planteo las entradas con bastante más antelación y eso me permite saber siempre qué tengo que escribir y lo más importante, cuándo. Aunque a veces las siga escribiendo el día anterior, ahora se trata de una decisión mía y no forzado por las circunstancias. En ese sentido, estoy muy satisfecho y voy a seguir con el mismo método de trabajo. Algo bueno tenía que haber salido del trimestre, ¿no?
Una vez hecho balance, toca establecer nuevos objetivos para los próximos tres meses. Y en este caso, voy a:
- Escribir el cuarto libro de La amenaza treyana, La Guerra del Ayer. A diferencia de los trimestres anteriores, esta vez voy a ponerme un objetivo de palabras escritas. Para cuando acabe este tercer trimestre quiero tener al menos 60.000 palabras escritas de la novela y a ello me comprometo públicamente. Hace tiempo que presumo de ser escritor y toca dar ejemplo, porque ha pasado mucho tiempo desde que me dediqué sin más a la escritura y lo echo de menos.
- Seguir publicando en Confesiones de un escritor. Seguiré intentando acumular entradas adelantadas en esta bitácora, pero el objetivo principal es no fallar en el trimestre y publicar cada martes y cada viernes, sin excepción. Quizá no tenga las cifras de otras bitácoras del mundillo, pero creo que cada vez voy logrando más repercusión con las entradas que publico. Y también tengo que pensar en los lectores de esta bitácora, tanto los suscritos como los que me siguen por las diversas redes sociales y se preocupan cuando me ausento (como Raquel o Enrique… ¡Hola, chicos!). Por todos ellos, seguiré escribiendo y publicando en este blog.
Y eso es lo que voy a hacer en los próximos tres meses, que no es poco. En octubre, podré contarte el resultado.
Hasta entonces, ¡feliz escritura!
Foto: Eric Rothermel vía Unsplash.
Bueno, no se puede llegar a todo, no somos máquinas. Es normal que algunos objetivos se queden atrás. Lo importante es centrarse en el principal y no desperdiciar esfuerzos llevando muchas cosas a la vez, que a la larga los resultados son escasos como bien dices. Por cierto, ¿cuando toca el análisis de ventas? Me encantan ver como vas subiendo poco a poco el número de ejemplares con cada nueva entrada de informes de ventas. Ahh y el podcast está genial, me amenizáis mucho las tareas de la casa mientras os escucho debatir.
Gracias por la mención. Aunque para mí es un placer dejarse caer por aquí cada martes y viernes. Seguir tu carrera es como ver un gran hermano o un supervivientes sobre escritores, eso sí mucho más positivo y provechoso.
Un abrazo. Espero que allí por Chile estés fresquito ahora que es invierno. Esta semana en España estamos en el infierno.
Cierto, Enrique. Al final, lo mejor es centrarse en una sola cosa, poniendo todo nuestro empeño y concentración. De esa forma, se consiguen mejores resultados que con la multitarea.
El análisis de ventas lo publicaré el día 25, ya queda poco 😉
Si en España estáis en el infierno, este fin de semana nos vamos a helar en Santiago de Chile, con heladas y nevadas como no había desde hace una decada, o al menos eso es lo que tienen anunciado, a ver en qué queda.
¡Un abrazo!