Escribir es un oficio solitario, pero eso no significa que el escritor esté solo. Cuando quieres dedicarte a la escritura, contar con el apoyo de tu media naranja es indispensable. Bien sea para el apoyo logístico —liberándote de tareas para que puedas escribir— o para, como me ocurrió ayer, darte una patada metafórica en el culo y hacerte trabajar.

Ayer no tenía ánimo ni ganas de escribir ficción por circunstancias que no vienen al caso, pero terminé con más de mil palabras escritas en La Guerra del Ayer y un capítulo más terminado. Nada de eso habría sido posible si mi mujer no me hubiese hecho ponerme a escribir y me hubiera dado el espacio para ello. Ella no quería que se rompiese la racha y le corresponde todo el mérito de que así haya sido. Yo solo escribí las palabras, pero ella me puso a escribir.

Gracias, mi vida, te amo. 

Poco más tengo que decir, solo que mañana, más. ¡Feliz escritura! 

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Sábado, 16 de septiembre de 2017

Días seguidos publicando en el blog: 55

Días seguidos escribiendo ficción: 2. Mejor racha: 3

Días seguidos por encima de mil palabras: 1. Mejor racha: 3

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