¿Quieres ganarte la vida como escritor?
Para eso tienes que escribir. Idealmente, todos los días. Si no puede ser, entonces todos los momentos que puedas.
Tienes que acabar lo que escribes. No puedes mantenerlo en un estado permanente de revisión.
Tienes que publicar lo que has escrito. No conozco ningún escritor que se gane la vida gracias a sus textos inéditos. Además, los libros y las historias solo cobran vida si alguien los lee.
Ya los he dicho alguna vez, pero nunca está de más remarcar estos puntos. Junto a otros, componen las Reglas de Heinlein, que he citado en varias ocasiones.
Lo que hace tan duras esas condiciones, tan simple, not easy, es que solo pueden llevarse a cabo a base de trabajo. No existen atajos que los más perezosos puedan tomar.
Si fuese fácil, todos seríamos superventas.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
Imagen: Stefan Steinbauer en Unsplash
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