Es sabido que si quieres ganarte la vida escribiendo, primero tienes que leer.

Al fin y al cabo no puedes escribir en el vacío, de la misma forma que no puedes tocar música si nunca la has escuchado.

Por eso, tienes que leer. Y tienes que leer lo que te gusta, no lo que crees que deberías leer, porque si no disfrutas tus lecturas, tarde o temprano dejarás de leer.

Eso sí, nunca sabrás si algo te gustará hasta que no lo leas.

Limitarse en tus lecturas —y en cualquier otra cosa— es lo más estúpido que puedes hacer, y mira que puedes hacer cosas estúpidas en la vida.

Recuerda que tus límites los marcas solamente tú.

Imagen: Jeremy Bishop en Unsplash