Ayer viernes estuve con 39 de fiebre por un virus y, francamente, el cuerpo no me daba para escribir. Ni ficción ni esta entrada, así que lo dejé para hoy. Me levanté mucho mejor pero también he tenido cuestionas laborales a las que prestar mi atención, y por eso no he podido escribir estas líneas hasta ahora. Mañana confío en poder retomar el ritmo.
Cuando vienen días así, lo mejor que uno puede hacer es dejarse llevar y no luchar contra los elementos. Me ha costado años aprenderlo, porque no hace tanto estaría flagelándome por no haber podido escribir. Hoy ya sé que los días malos vienen junto con los buenos, y que no puedes tener unos sin otros.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
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Sábado, 30 de septiembre de 2017
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