No creo ser el primero en apuntar que las redes sociales son como una fiesta.
Te reúnes con un montón de gente que no conoces y otras personas que sí conoces. Puedes hablar de los temas que te gustan y encontrar gente a la que también les gusten, por oscuros que sean.
También se pueden usar para vender, que es el uso que muchos le dan.
El problema es que nadie te va a escuchar en redes sociales si solo las usas para vender tu trabajo, de la misma forma que nadie hace caso a alguien en una fiesta si lo único que hace es hablar de negocios, especialmente del suyo.
No seas el tonto de la fiesta.
Imagen: jens johnsson en Unsplash
Estimado Miguel Angel. Te sigo con mucho gusto. En esta ocasión no coincido del todo contigo. Ojalá las redes fueran una fiesta, no me lo parece así. A la fiesta van casi todos a divertirse simplemente. La motivación de los que van a las redes es mucho más diversa. En segundo lugar, creo que no hablar de algo distinto a lo personal es mejor hacerlo en un círculo tan estrecho, que podría llamarse mini red o subred.
Muy buenas, tocayo. Sí, la metáfora de la fiesta no es adecuada al cien por cien, pero si lo prefieres, imagina cómo serían esos autores que se limiten a promocionar una y otra vez su libro en redes sociales en el equivalente de la vida real, y lo cansinos y ridículos que podrían llegar a ser. A eso me refiero con el tonto de la fiesta. Otra cosa es lo que se haga en círculos más recogidos, en los que la relación entre los que los forman es mayor. ¡Un abrazo y gracias por la visita y por el comentario!