Con el paso del tiempo —casi cuatro años ya desde que empecé con esta aventura, y muchos más escribiendo antes de eso—, uno va dándose cuenta de las pautas que existen todo lo que hace. En mi caso, veo que tengo tendencia cada cierto tiempo a rehacer mi rutina y dar un lavado de cara a mi actividad blogueril para retomarla con impulsos renovados.

Ya en su propio nacimiento, esta bitácora supuso un cambio de 180 grados en mi actividad en las redes, al dejar de gestionar un blog sobre comunicación que me daba muchas satisfacciones y meterme en una nueva aventura. También fue un cambio cuando decidí hablar con más detalle de las ventas de mis libros, primero en los balances mensuales y luego en informes de ventas cada trimestre, algo que no hace nadie en la blogosfera hispana. Y el último cambio ha sido hace dos meses, cuando comencé con esta locura de escribir en el blog todos los días.

En el hemisferio sur ha llegado la primavera, y con el calor y el sol, siento que llega un nuevo cambio. Laboralmente, parece que voy adquiriendo una cierta estabilidad pero también repercute en la escritura, porque solo puedo escribir por las noches, cuando más mella hace el cansancio acumulado. Los lectores fieles de estas confesiones saben que ha habido más de una y más de dos entradas en las que he confesado que no podía con mi cuerpo.

Pero en estos días estoy terminando de leer el libro Tools of Titans de Tim Ferris, que me está dando mucho que pensar. La reflexión sobre las horas de sueño que compartí hace unos días es un ejemplo, pues estoy pasando temporadas de dormir poco y lo llevaba con cierto orgullo cuando no debía ser así. Hay muchos estudios que hablan de los efectos nocivos de dormir poco y/o mal, así que no hay razón para sentirse orgulloso de eso. Y si estás durmiendo poco, hay que esforzarse para corregirlo porque lo que está en juego es tu salud.

Yo tomaba erróneamente el dormir poco como una señal de que estaba ocupado, y otro pasaje del libro de Ferris me ha abierto los ojos. Estar ocupado no significa que estés haciendo las cosas bien. En muchos casos —y me veo reflejado en algunos—, no es más que un mecanismo de justificación para evitar enfrentarte a aquello que no te gusta. No puedo salir porque estoy ocupado; no puedo hablar contigo porque estoy ocupado. No, no, y no.

No puedes estar negando toda la vida. En mi caso, me decía que no podía escribir mucho en esta bitácora porque tenía primero que escribir ficción y eso ha hecho que, por primera vez en los más de diez años que llevo escribiendo en blogs de todo tipo, en este mes de septiembre lleve acumuladas varias entradas empezadas y no acabadas. Muchas veces después de escribir la ficción del día, se me hacía un mundo escribir en el blog y por eso dejaba las entradas sin acabar, preparando unas líneas en su lugar. Eso jamás me había pasado y creo que es una señal de mi subconsciente.

Así que voy a hacer un experimento en estos días y voy a cambiar mi rutina una vez más. Estoy escribiendo esta entrada antes de ponerme a escribir ficción y así lo haré durante los próximos días. En cuanto acabe este párrafo me dedicaré a la ficción, con la mente tranquila después de dejar hecha la tarea diaria del blog. Solo me quedará actualizar las rachas, pero eso solo me tomará un momento. De esta forma, quiero sacarme de la rutina y mantener mi escritura como algo nuevo y diferente cada día.

Porque la vida es cambio, Si no te mueves corres el riesgo de estancarte, y no me apetece quedarme estancado, la verdad.  

Mañana, más. ¡Feliz escritura!

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Sábado, 23 de septiembre de 2017

Días seguidos publicando en el blog: 62

Días seguidos escribiendo ficción: 6. Mejor racha: 6

Días seguidos por encima de mil palabras: 0. Mejor racha: 4

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Imagen: Tommy Lisbin en Unsplash