Estar ocupado haciendo muchas cosas es una forma de pereza, de no tener que ocuparte de lo que realmente tendrías que estar haciendo. Lo importante, lo desagradable, o lo que de verdad te haría avanzar en tu viaje.
Es muy sencillo engañarse pensando que eres productivo. Que no pasa nada si hoy no has escrito ficción, que el blog, contestar los mails, estudiar la lista de ventas de Amazon o responder a la gente en el grupo de Facebook también te ayuda.
Pero sabes bien que no es así.
La palabra clave es engañarse. Es triste cuando otros te engañan, más triste es engañarse uno mismo.
Te lo digo por experiencia.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!