Una mujer, cansada después de una larga jornada de trabajo, que desea evadirse.
Un estudiante, que solo desea desconectar de la materia y relajarse.
Un hombre que quiere que la hora y cuarto de viaje hasta el trabajo se le haga más llevadera.
Todo el mundo tiene un pequeño espacio de tiempo para leer y puede ocurrir, por una u otra razón, que elijan tu libro.
Piensa que su tiempo es tanto o más importante que el tuyo. Les debes tu mejor esfuerzo.
Sea cual sea el motivo por el que estén leyendo, merecen recibir algo bueno a cambio de su atención.
Tienes que escribir las mejores historias que seas capaz y tienes que publicarlas. No solo por ti, sino también por ellos. No se merecen menos.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
Imagen: Ben White en Unsplash