
Imagen: Motoya Kawasaki vía Flickr
Una de las cosas que muchos escritores independientes parecen no entender es que ya no son solo escritores, son editoriales. El tercer significado de Editorial en el diccionario de la RAE es «Casa editora», sin dar más detalles, pero en realidad tampoco los necesitas. Desde el mismo momento que publicas se te puede considerar una editorial, ya que haces lo mismo que las editoriales: te preocupas de conseguir la mejor portada y sinopsis dentro de tus posibilidades y pones tu libro a la venta en todas las plataformas a las que tienes acceso. Por eso, tienes que pensar como una editorial.
Pensar como una editorial no es realmente tan difícil. Considera que eres una editorial de un solo autor: tú; por tanto, no debes ocuparte de buscar nuevos manuscritos ni de originales no deseados. Esa tendría que ser la única diferencia en tu proceder con respecto a cualquier editorial; en todo lo demás, tienes que ocuparte de los mismos aspectos que ellas: corregir y editar tu libro; ocuparte de que la edición electrónica y la impresa tengan un acabado profesional; crear y/o encargar la portada del libro y que esta sea atractiva y atrayente para tus lectores (lo mismo para la sinopsis); y poner a la venta el libro en todos los canales disponibles.
No son todas las tareas que tendrías que llevar a cabo, pero sí las más destacadas. Hasta aquí no hay nada que cualquier escritor independiente competente no conozca. Pero ahora viene la parte de los números.
Comencemos por lo básico. Como editorial, tienes que saber cuánto ha costado la producción de tu libro, y no estoy hablando de algo aproximado. ¿Cuánto te ha costado la imagen de la portada? ¿Y el diseño de la misma? ¿Has contratado un corrector? ¿Cuánto le pagaste? ¿Creaste tú la versión electrónica o pagaste para que te la hicieran? ¿Cuánto? ¿Y la impresa? Tienes que poder responder a todas esas preguntas sin vacilar, para poder tener una cifra exacta. Solo entonces podrás calcular el número de libros que deberás vender para cubrir esos costes y así saber cuándo estás en beneficios y cuándo en números rojos.
Calcular todo eso muy sencillo, y solo necesitarás la tabla de beneficios que publiqué en esta entrada, papel y lápiz o una tabla de Excel, como prefieras. (Para simplificar todos los cálculos, nos limitaremos de nuevo a la versión electrónica de tu libro que, como bien sabes, es donde está el grueso de las ventas de los escritores independientes).
El coste de tu libro es un dato que tienes que conocer, como acabo de explicarte. Una vez hayas decidido el precio de tu ebook según tu estrategia de precios, solo tienes que dividir el coste entre el precio y obtendrás el número de unidades necesarias para cubrir los gastos. Una vez superes ese umbral, todo son beneficios.
Veamos un ejemplo práctico con precios auténticos, extraídos de páginas reales que ofrecen esos servicios a escritores independientes. Has terminado tu primer libro, de unas setenta y cinco mil palabras o doscientas cincuenta páginas, y contratas un informe de lectura y una corrección ortotipográfica y de estilo. Dada la extensión de tu libro, esos servicios te cuestan 750 euros. Una vez que tu manuscrito ha quedado corregido, contratas la creación del archivo electrónico, la portada y su publicación en las tiendas más importantes, invirtiendo 300 euros más. Los gastos de tu libro ascienden a un total de 1.050 euros.
¿Cuánto tienes que vender para obtener beneficios de tu libro?
Todo dependerá del precio que pongas para tu libro. Si se te ocurre ponerlo a 0,99 necesitas vender 3.621 unidades solo para recuperar tu dinero. Si lo pones a 2,99 necesitas menos, «solo» 618 unidades. Y si lo pones a 4,99, necesitarías 367 unidades. Como ves, necesitas mover cientos de unidades para poder llegar a cubrir gastos. Eso no es ni bueno ni malo, es la realidad empresarial de una editorial unipersonal; si haces una inversión fuerte, tendrás que vender muchas unidades para cubrirla. Es un camino perfectamente válido si no sabes hacer ese trabajo, tienes el dinero para ello y eres consciente de lo que tardarás en recuperar tu inversión.
Ahora voy a ponerte un ejemplo en el otro extremo de la publicación independiente, pero de un caso que conozco mejor que nadie: el mío.
Para empezar, el gasto en corrección ortotipográfica y de estilo es de cero euros. Mi bagaje como periodista y comunicador, junto a la inestimable labor de mis lectores cero (entre los que también hay escritores) hace que pueda realizar esa labor sin necesidad de recurrir a servicios externos. La maquetación de mis libros corre de mi cuenta, tanto en su versión electrónica como impresa, con una calidad evidente para cualquiera que haya adquirido uno de ellos. La portada es el único gasto que tengo, pues soy un nulo ilustrador y he de adquirir una imagen adecuada.
En mi caso, uso el banco de imágenes Shutterstock y un plan de descarga a demanda, por el que puedo descargar cinco imágenes cuando quiera en el plazo de un año y me cobran (redondeando) sesenta dólares, unos cincuenta y tres euros. Cuando empecé era más barato, pero ya han subido las tarifas; si te parece mucho hay otros bancos de imágenes con precios tanto o más competitivos. Para efectos de esta entrada, pongamos que gasto 12 euros en la imagen de portada. El resto del trabajo para crear la portada lo hago yo, igualmente con resultados visibles para que cualquiera pueda juzgar. De la misma manera, yo subo el libro electrónico a todas las tiendas, así que el coste de ese apartado sigue siendo cero. Los gastos totales de producción de uno de mis libros ascienden a 12 euros.
¿Cuánto tengo que vender? En el caso de un libro a 0,99, necesito vender 41 unidades para cubrir gastos. Si lo tengo a 2,99, solo necesito vender 7 unidades y si lo pusiera a 4,99 solo necesitaría 4. Salta a la vista que todos mis libros generan beneficios prácticamente desde su puesta a la venta, y si sigues mis balances mensuales sabes que es así.
Al igual que el anterior, mi modelo no es ni bueno ni malo, es la realidad empresarial de mi editorial unipersonal. Sé hacer el trabajo y eso repercute de manera positiva en los costes, es así de simple. Tu caso es distinto y si no sabes cómo realizar el trabajo que necesita tu editorial, tendrás que aprender a hacerlo o contratar a alguien para que te lo haga. No te queda otra si quieres ofrecer un producto profesional a tus lectores.
Piensa a largo plazo
Los dos ejemplos que he puesto anteriormente están en los extremos de la escala; seguramente te encontrarás en algún lugar entre ambos, o puede que seas todavía más extremo y hayas gastado más o incluso menos dinero en la producción de tu libro. Da igual, porque no estás en una carrera a ver quién cubre gastos antes; estás en una editorial unipersonal, la tuya, y como tal tienes que pensar a largo plazo.
No conozco a muchos escritores independientes que sean capaces de pensar a largo plazo, sobre todo cuando están empezando. Todos quieren emular el éxito de [Inserta aquí el ejemplo que más te guste] que con uno o dos libros ha pegado el pelotazo. Puedes intentarlo pero va a ser muy difícil —por no decir imposible— que lo consigas. En su lugar, deberías plantearte las cosas a largo plazo y te voy a explicar cómo.
Tomemos de nuevo el ejemplo del libro con los gastos de producción de 1050 euros. ¿Cuánto tiempo necesitarás para cubrir esos gastos? Para ello, vamos a tomar una referencia conservadora, de diez unidades vendidas al mes de media; habrá meses que vendas más y otros que vendas menos, pero diez al mes es una buena cifra. Si te parece demasiado conservadora o demasiado optimista, cámbiala y haz tus propios cálculos.
Vendiendo diez unidades al mes de media, necesitaríamos algo más de treinta años para cubrir gastos con un precio de 0,99. Pero si te has gastado más de mil euros en la producción de tu libro para venderlo después por menos de uno, es que no necesitas el dinero. Con un precio de 2,99, en cinco años casi has cubierto tu inversión, y si lo tienes a 4,99, solo te hacen falta tres años para recuperar tu dinero.
Esto es pura matemática y cualquiera pueda hacerla. Pero solo si cambias tu mentalidad y piensas a largo plazo, comprenderás lo que significa.
Te daré unos minutos para que lo hagas. Deja de leer y piensa. ¿Qué es lo que implica?

Tómate tu tiempo, yo te espero
¿Ya lo has descubierto?
Efectivamente, significa que una vez que has cubierto gastos, comienzas a tener beneficios. Y los vas a tener durante toda la vida del libro, lo que a efectos prácticos es durante toda tu vida.
Piensa, tu libro ha generado más de mil euros en ingresos y lo seguirá haciendo para siempre. El libro electrónico no caduca, no se descataloga, no se saca de la circulación. Los lectores de hoy pueden disfrutar de tu libro; un lector que todavía no ha nacido podrá disfrutar y descubrir tu libro de igual manera dentro de veinte años. Y para eso lo único que tienes que hacer es lo que hacen todas las editoriales: controlar tus gastos, seguir publicando, ampliar tu catálogo, mejorar tus productos, explorar los nuevos canales de distribución que surjan y pensar a largo plazo.
Hagamos un poco de matemáticas. Con el precio de 0,99 y la cifra conservadora de 10 ejemplares vendidos al mes de media, tu libro generará 2,90 euros al mes, 34,8 euros anuales o 104,4 euros por trienio. Es muy poco dinero, pero recuerda que estamos con una cifra muy conservadora. Con el precio de 2,99, la cosa cambia y ganamos 17 euros al mes, lo que son 204 euros al año o 612 euros por trienio. No es gran cosa, pero sirve para pagar los gastos de tu dominio y tu servidor, por ejemplo. Y si hablamos de los 4,99 euros, son ya 28,6 euros al mes, 343,2 al año o 1029 euros por trienio. Puedes pagar la contribución urbana o un seguro de vida con ese dinero. No es mucho, pero no es calderilla tampoco.
Mientras mantengas tu libro a la venta, seguirá generando ingresos. Si con el precio de 0,99 termina cubriendo gastos y alcanzando los 1.050 de beneficio en 30 años, con el de 2,99 en treinta años tienes 6.120 euros acumulados y con el de 4,99 tienes 10.296 euros. Dudo mucho que encuentres un plan de pensiones que te dé esa rentabilidad por una única inversión inicial de mil euros.
Todo esto vendiendo la mísera cantidad de diez unidades al mes de media. Porque no debes olvidar jamás un factor muy importante: ningún libro existe en el vacío. Si publicas más libros y aumentas tu catálogo, las ventas de tus libros crecen en conjunto; es un hecho probado, como puede explicarte bien Alberto Meneses. Si te limitas a un único libro… pues eso, te estás limitando y es lo peor que puedes hacer como editorial unipersonal. No conozco ningún caso de escritor independiente que viva de esto que lo haya hecho con un solo libro. Y si existe alguno, es la excepción y no la regla; no puedes basar tu carrera en una excepción.
Si eres inteligente, y no dudo de ello, cumplirás la quinta regla de Heinlein y mantendrás tu obra en el mercado hasta que se venda. Puede que hoy no vendas nada pero el día de mañana puede ser muy distinto. Piensa que aunque los lectores no valoren hoy tu novela sobre la vida de una bailarina en los felices años 20, en unos años volveremos a estar en esa década, el charlestón puede ponerse de moda y tu novela convertirse en un bestseller. El mercado cambia, lo que hoy es un éxito mañana puede declinar y viceversa.
Piensa como una editorial. O mejor dicho, piensa como una buena editorial. Tienes que tratar tus libros con mimo y cuidarlos como un jardinero a su jardín. Si no cuidas tus plantas de manera regular, terminarán llenas de maleza e insectos, o resecas si no las riegas a menudo. Con los libros ocurre igual, si no los cuidas regularmente, pueden terminar de cualquier manera. Revisa tus portadas y tus sinopsis, no tengas miedo a cambiarlas para adecuarlas a los gustos del público, y harás que tus libros sean siempre nuevos.
Recuerda que tienes que pensar a largo plazo. El éxito de un libro no se mide por sus ventas de un mes, ni siquiera de un año. Hoy día, el libro electrónico es inmortal y si lo cuidas será una fuente de ingresos para toda tu vida. Si te lo montas bien, incluso tus hijos podrán seguir viviendo de los libros que escribiste hace décadas. Lo único que tienes que hacer es trabajar duro y meditar bien tus decisiones como editorial unipersonal. Que no es poco.
¡Feliz escritura!
Me encantan tus artículos.
Muchas gracias, Eba. Espero seguir con la racha y que te sigan gustando. ¡Un saludo!
El tiempo juega a nuestro favor. Muy bien explicado 🙂 y que suerte que no necesites corrector ! 😉
Efectivamente, Nicholas. Esto es un juego en el que la paciencia es clave para ganar. Necesitar, necesito corrector como todos, lo que pasa es que puedo suplirlo con mi propio esfuerzo y el de mis (escogidos) lectores beta. De todas formas, en un futuro externalizaré esa tarea, cuando me lo pueda permitir. Muchas gracias por la visita y el comentario. ¡Un saludo!
Creo que es de los mejores artículos tuyos que he leído. Es claro, va al grano. Y lo que en un principio podría parecer un mensaje abrumador, termina convirtiéndose en algo motivador e interesante.
Ser escritor es una carrera de fondo, hay que ser muy multidisciplinar, saber documentarse, aprender temas de economía, de marketing. Como dices, nos terminamos convirtiendo en mini editoriales.
En serio, me ha encantado. ¡Un abrazo!
Muchas gracias, Rafa, me alegro de que hayas disfrutado con esta entrada. Al final, como bien apuntas, todo se reduce a que esto es una carrera de fondo y para triunfar tienes que hacer más cosas que solo escribir. Y yo intento aportar mi granito de arena con esas cosas que no son escritura. Gracias por la visita y el comentario. ¡Un abrazo!
Como siempre, muy didáctico Miguel Ángel. No soy de números (tus alertas siempre me dan qué pensar…), pero hay algo en tu artículo que me falta… El sueldo del trabajador, es decir, nosotros. El mes a mes. En el coste del libro influye cuánto tardas en escribir una novela porque es un coste de oportunidad ¿no? Es tiempo que quitas para producir otra… Esto no entra en la contabilidad? Dirás que es el beneficio y sí, pero no. El beneficio es lo que ganas después de haberlo producido y en la producción faltaría lo más importante: escribir la historia. O estoy liándome yo sola? Puede ser, soy de letras… 😉
Estaba esperando que alguien hiciera esa pregunta, María, y no incluí ese concepto a propósito. La respuesta corta es que así no complicaba más al lector y hacía más fácil de entender los cálculos. La respuesta larga es que como es un tema tan complejo y delicado merece entrada aparte, así que te emplazo a mañana que publico nueva entrada intentado responder a la pregunta de cuánto vale el trabajo de un escritor. Muchas gracias por la visita y el comentario. ¡Un saludo!
Hola, Miguel Ángel,
Un placer leer este artículo tan pies en la tierra; me sirve, además, de recordatorio: es hora de actualizar un poco mi novela «Un mono en la despensa».
Algunas preguntas: una vez publicado un texto en Amazon, ¿es posible subirlo a otras tiendas? ¿Qué otras tiendas son, estas? ¿Cambiarle el formato al ebook?
Mil gracias por orientarme, y un saludo muy cordial.
Muchas gracias, Laura, encantado de que hayas disfrutado con la entrada.
En cuanto a tus preguntas, por supuesto que puedes subir tu libro a otras tiendas, pero si lo tienes inscrito en Kindle Unlimited eso supondría una violación del contrato y Amazon podría sancionarte y hasta eliminar tu libro de su tienda. No te recomiendo que lo hagas, aunque hay gente poco profesional que sí lo hace. Es un riesgo que no merece la pena correr.
En cuanto a qué tiendas y el formato del ebook, te recomiendo que eches un vistazo a la guía que realicé sobre Cómo autopublicar tu libro. Aquí tienes el enlace al índice.
Muchas gracias por tu visita y por el comentario. ¡Un saludo!
Creo que hay algo más de lo que no nos has hablado … 😉 ¡las clases de mecanografía!
Pero mira que se te ha hecho tan habitual escribir que no te das cuenta de lo difícil o lento que puede ser para otros, je je je, cuanto más te leo más cuenta me doy de que tu «facilidad» (ya, me dirás que la práctica …) con el teclado … Y ya puesto cuenta algún detalle más prosaico: ¿que teclado utilizas? , por ejemplo …
Un abrazo y aplícate a terminar Prisioneros del futuro que estoy impaciente (ya me he leído tu obra completa (creo) en la espera O:-)
JL
pd.: no, si al final nos dirás que utilizas un programa de reconocimiento de voz para no tener que teclear, te veo venir …
El tema del teclado es fácil de contestar, José Luis, es un teclado mecánico Razer que puedes ver en esta entrada. Tienes razón en cuanto a la mecanografía, puedo llegar a entre 50 y 70 palabras por minuto si estoy realmente inspirado; si no se tiene práctica o se usan solo dos dedos, pues cuesta más. Gracias por tu visita y el comentario, y me pongo aplicado a terminar Prisioneros del Futuro (por cierto ¿viste el marcador que he puesto en la esquina derecha del blog?).
PD: No uso programas de reconocimiento de voz, pero no descarto hacerlo en el futuro…
Buen teclado ese … sí señor
Yo utilizo un obsoleto armatoste de IBM de aquellos fantásticos de los 90 del siglo pasado que puede ser utilizado como arma (por el peso), no lo cambio por nada, eso sí: ruidoso es un rato 🙂 pero es indestructible.
Para todo lo demás soy Mac’ero tras muchos tumbos desde el MSDOS al OS/2 (el mejor sin duda) y luego Win y Linux. Al final opté por la comodidad del mundo de Apple.
Esos son los teclados buenos, los de antes. Por algo están hechos para durar más que sus ordenadores originales. ¡Un saludo!