Creo que a nadie se le escapa la importancia del blog para un escritor. Desde ayudarle a conseguir la disciplina necesaria para escribir todos los días hasta servirle como base para crear un libro de no ficción (como es el caso de Cómo autopublicar tu libro), la bitácora es la forma más sencilla de poder tener una presencia en la red y empezar a construir tu plataforma de autor. Entonces ¿por qué sostengo en el título de esta entrada que puede ser tu peor enemigo? Para comprenderlo, debes comprender la evolución típica en la carrera del escritor independiente.
En los inicios, el escritor está bastante perdido y normalmente abre su blog, su página de facebook, su cuenta de twitter y todas las cosas que los grandes gurús de la autopublicación dicen que son esenciales. Incluso antes de haber terminado su primer libro se dedica a eso que ha leído de construir una comunidad, aunque no tenga ni pajolera idea de lo que significa. Publica con cierta frecuencia en su blog, pero con entradas tipo 10 formas de hacer personajes memorables que, a la larga, son iguales a las de todos los escritores en su mismo nivel.
Para estos escritores primerizos, el blog es una tarea más de las muchas que se supone tienen que hacer si quieren triunfar. No lo ven como una herramienta para practicar o para transmitir el conocimiento que puedan tener. Si alguien les dijera cómo usarlo, serían felices pues eso es lo que buscan en esa etapa: instrucciones, recetas y fórmulas para hacer las cosas bien. Todavía no han descubierto que hay cientos de maneras de llegar desde A hasta B y que todas son válidas.
Después tenemos a los escritores ya estrenados, con uno o dos títulos publicados. Puede que sea un libro de relatos, una novela corta o de gran extensión; el caso es que ya se han «desvirgado» en la autopublicación y eso les hace sentirse los reyes del mundo. Si bien es cierto que el hecho de haber sacado su primer trabajo adelante les pone por delante de los miles de eternos aspirantes, en sí mismo no significa nada. ¿Has publicado un libro? Estupendo, ahora hazlo otra vez. Muchos de ellos se quedan en este punto, cuando ven que la publicación de tu primer libro no implica que le interese a alguien, más allá de tu familia y amigos.
En este punto, muchos de estos escritores encuentran por fin una utilidad a su blog como herramienta de promoción, y se dedican a colgar perfiles de los personajes, fragmentos de capítulos o capítulos completos, y cualquier cosa que creen hará que los lectores se interesen en su libro. Esta fase es muy larga o muy corta dependiendo del aguante del escritor en cuestión y el tiempo que tarde en comprender que a los lectores nos gusta mucho descubrir libros, pero nos gusta muy poco que nos los vendan.
Normalmente, si logras superar esas dos fases te habrás convertido en un autor con varios trabajos escritos y publicados, y la propia inercia del blog habrá conseguido que le encuentres un propósito. Puede que lo utilices como diario personal de escritura, contando cómo va tu trabajo; que sea un modo de anunciar tus nuevas publicaciones o que, como yo, intentes usarlo para transmitir tus conocimientos y reflexiones. En este punto, no hay forma correcta o incorrecta, o mejor dicho, la forma correcta de utilizar tu bitácora es aquella con la que tú estás cómodo.
No te costará imaginar que me encuentro en ese punto de mi relación con esta bitácora. Tengo el proyecto del Manual de Scrivener entre manos y me gusta compartir lo que sé y lo que pienso sobre la autopublicación desde un punto de vista nada idílico y con los pies en la tierra. Sé que estoy llenando un hueco que nadie en la blogosfera española cubre y eso también es un pequeño motivo de orgullo. Nunca tendré las cifras de visitas y seguidores de las bitácoras más top del mundillo, pero tampoco he tenido nunca la intención.
Aquí cuento mis cosas y también otras cosas que son interesantes para los escritores independientes que estén a mi mismo nivel o por debajo. Para mí es más que suficiente y me siento muy cómodo en el nivel en el que estoy. Creo que habrá Confesiones de un escritor para rato, pero lo que es seguro es que no será para siempre.
Porque el siguiente escalón en la carrera del escritor es cuando este descubre que lo que importa de verdad son los libros y no su bitácora. En condiciones normales, esto ocurre cuando el éxito llega al escritor y este éxito hace que deje de dedicar tanto tiempo al blog y más a escribir libros, que es con lo que se gana la vida. Cuando se llega a ese punto, el blog se convierte en una publicación esporádica o llega a desaparecer por completo, incluso siendo borrado por el propio escritor.
Es una evolución lógica, si lo piensas. Cuando no tienes nada escrito, es fácil pensar que tu blog es muy importante. A medida que vas acumulando libros, el blog se convierte en una buena herramienta y un gran compañero de camino. Pero cuando llegas a cierto punto, lo único que hace es quitarte tiempo. Es como intentar portarte como cuando eras adolescente pero ya pasas de los cuarenta; puede resultar muy patético y la verdad es que tienes cosas mejores que hacer.
No te asustes, como decía antes no pienso cerrar el blog en bastante tiempo. Pero sé que es algo que ocurrirá inevitablemente, por eso he querido ir avisando de lo que puede pasar. Me falta mucho para el éxito y cumplir el sueño de vivir de lo que escribo, pero comprobar como otros autores colegas como Alberto Meneses o Jaime Blanch van dando pasos acelerados hacia ese fin me da fuerzas para seguir luchando. Y para seguir escribiendo, sea en este blog o en mis libros.
¡Feliz escritura!
Imagen Luis Llerena vía Unsplash.
Muy interesante la entrada de hoy, Miguel Ángel.
Tampoco es que yo pueda opinar mucho sobre escribir blogs, porque el mío está semiabandonado y ahora mismo el tema sería “me quejo amargamente de mi suerte”, pero espero cambiar eso. Pronto 😀
También es verdad que lo único que pretendía con mi blog era “salir ahí fuera”, empezar a mostrarme, porque nunca he tenido cuenta en ninguna red social, y me daba pánico que mi nombre y mi foto (todavía estoy trabajando en lo de la foto) empezaran a circular por ahí (muy lógico todo, sobre todo si quieres vender libros).
Creo que has dado en el clavo con lo de que al final el blog tiene que ser algo con lo que uno se sienta cómodo. Obligarte a escribir sobre lo que no quieres/no te apetece es el camino más corto para abandonar el blog. Por ejemplo, a mí me gusta leer sobre «craft» (¿Cómo se diría esto?¿La artesanía de escribir?), pero no me gusta nadaaaa escribir sobre ello. Me resultan mucho más interesantes temas como la gestión del tiempo, la motivación, la disciplina, etc.
A la hora de leer, me encantan los libros y blogs inspiradores y “reales”, que hablan del camino de un escritor, lo que ha hecho para llegar a donde está, etc. Soy adicta a los hilos de Writer’s Café en Kboards tipo “100.000 libros en 5 años, este es mi camino” o “¿Cuánto tardaste en pasar la barrera de los $100/mes?” (son ejemplos), y las dificultades y retos que se han encontrado por el camino; y también a los hilos de “todos los errores que he cometido” 😀
De hecho, creo que incluso se puede aprender más de los errores que otros han cometido antes que tú, para no repetirlos, que de los aciertos.
También me gusta leer experiencias diversas sobre las mismas cosas (por ejemplo, quedarse en exclusiva en Amazon o no) para sacar mis propias conclusiones.
Al final, a la hora de escribir en tu propia bitácora, creo que la clave está en lo que tú dices, encontrar tu propio espacio, un lugar donde te sientas cómodo, y dejar que el blog siga su ciclo vital, sea el que sea. Que el blog se adapte a tu vida, y no al revés 🙂
Un abrazo,
Lorena
El miedo escénico es algo que todos hemos tenido o tenemos, Lorena, así que no te sientas mal. Exponer la cara de uno puede ser terrorífico, pero te animo a que lo hagas, porque comprobarás que cuando terminas publicando tu foto al final no pasa nada y a nadie le importa. Pero le vas a ser mucho más cercana a tus futuros lectores, desde luego.
(Por cierto, yo pienso en craft como oficio. Puede que no sea una traducción adecuada, pero es la que me gusta).
En lo que respecta al tema de tu blog, en efecto, da igual el que sea; lo más importante es que es estés a gusto, así que escribe aquello de lo que te gusta leer, sea del oficio de escribir, de gestión del tiempo y motivación o de las dificultades y retos que te vas encontrando, incluyendo los errores que uno comete. Recuerda que la regla número uno es divertirse escribiendo; si el blog es un sufrimiento para ti, bórralo y haz uno nuevo; la vida es muy corta para flagelarse uno solo.
Muchas gracias por la visita y el comentario, Lorena. ¡Un abrazo!
Un blog evoluciona con su autor. El cambio del número de entradas creo que está muy bien explicado. Empecé en el blogging en 2007 con un par de proyectos que ya no existen. En mi blog actual, estoy en proceso de escribir menos posts y, a cambio, más ficción: empecé en 2014 con más de 50 entradas al año y ahora me encuentro más cómodo con alrededor de 30. Así que este artículo me ha parecido de lo más acertado, y una buena contribución para quitarle hierro a esas decisiones tan duras de simplificar o incluso eliminar tu blog, ¡tu propio niño! ¿cómo voy a hacerle eso? Pues sí, no pasa nada y si evoluciona en la dirección correcta autores y seguidores serán más felices.
Además de esto, me interesa mucho la evolución de la temática o de los objetivos del blog. En literatura, todos nos hemos visto tentados a redactar artículos sobre consejos de cómo escribir, reseñas, experiencias propias, noticias, curiosidades, textos propios, etc. Pienso que, con el tiempo, vamos filtrando, enfocándonos en lo que realmente nos interesa y nos diferencia.
Yo tiendo cada vez más a centrar mis reseñas en autores españoles de fantasía y ciencia ficción que no pertenecen al circuito editorial principal (autopublicados o de pequeñas editoriales independientes). Tiendo también a evitar hablar de «trucos y consejos» para escribir -hay excelentes blogs sobre esto- y, en su lugar, cuento una experiencia propia de cómo escribo o estoy escribiendo. Además, publico próximamente un libro en una editorial pequeñita y probablemente, como explicas en este post, mueva el foco más a informar sobre mi obra. Sigo evolucionando y, cuando finalmente llegue a un punto cómodo y diferencial, puede que congele el actual y abra uno nuevo.
Por el camino uno aprende mucho y aporta valor a los lectores y a otras personas colaboradoras.
Miguel Ángel, sabes que nos encantará seguir cotilleando tus balances mensuales cuando vendas 100 veces más y te quieran fichas las editoriales grandes, ¿verdad? 😉
Efectivamente, Joseto, si uno como autor evoluciona, lo lógico es que el blog también lo haga. En el inicio de esta bitácora me planteé escribir entradas de cómo escribir CF y otras cosas, pero menos mal que no lo hice. Estoy mucho más a gusto contando cómo me va como escritor independiente y las diferentes cosas que aprendo por el camino. Sé que con el futuro, esto cambiará y el blog quedará más abandonado, pero de momento disfruto mucho con ello y eso es lo máximo que le puedes pedir a cualquier bitácora. Y espero poder seguir haciendo balances y sobre todo vender 100 veces más que ahora, jejejeje… Imagino que continuaré con ellos, ya que es una forma de hacer una auditoría de mí mismo. Eso, y que nadie más lo hace, aunque muchos lo han intentado, también me motiva, además de llegar a hitos como el balance número 100 ¡Enhorabuena por la publicación de tu libro, ya contarás cómo va! ¡Un abrazo!