La rabia y la escritura no suelen casar bien.

Cuando uno está enfadado por algo, cuesta ponerse a escribir. O lo que es peor, no cuesta nada escribir pero no lo haces de aquello que debes.

No hay métodos sencillos para manejar esa rabia. Hay quien dice que debes canalizarla para lograr un mejor arte. También hay quien piensa que es mejor apartar la escritura hasta que se disipe, para que no se contamine con tu rabia.

No sé cuál es la respuesta correcta. Solo sé que muchas veces la rabia me ha impedido escribir. Es otra forma de Resistencia, y muy capaz de sacarte de tus casillas. 

Lo único que puedes hacer es examinar tu caso y ver cómo puedes actuar para aplacar tu rabia. Puede que te baste con prevenir las causas de la misma, o quizá tengas que desahogarte de una determinada manera.

Sea como sea, pero debes buscar el modo de controlar tu rabia. Porque si no lo haces, ella se llevará por delante todo lo que has escrito. 

Mañana, más. ¡Feliz escritura! 

Imagen: Gabriel Matula en Unsplash