El domingo tuve una reunión muy importante. No se pudo desarrollar en un despacho como el de la imagen superior —ya me gustaría a mí—, sino en la intimidad de mi habitación, frente a mi portátil. Y fue una reunión importante porque fue la primera reunión creativa de La Guerra del Ayer.
Ese tipo de reuniones es una de las cosas que me gustaron del libro Fiction Unboxed, que he terminado de leer hace poco. En el libro, los dos autores tienen reuniones creativas al principio y durante el proceso de escritura, para planear el mundo y la historia de su novela, además de solucionar los obstáculos que se encuentran. Yo solo soy uno, pero también puedo reunirme conmigo mismo y eso es lo que hice el domingo. Como no podía ser de otra forma, escribiendo. Planteé la reunión como un diálogo con mi yo editor interrogando de forma agresiva a mi yo escritor sobre los pormenores de la historia. Y oye, funciona.
No solo he clavado el final y hasta la última frase de la historia, algo vital para tener siempre un norte al que apuntar cuando aparezcan dificultades por el camino, sino que he perfilado y mejorado todo lo relativo a… bueno, no puedo decir nada sobre ese aspecto concreto para evitar chafar la historia. Solo puedo decir que los que pensaban que Prisioneros del Futuro era un paréntesis irrelevante o 600 páginas de nada están muy, pero que muy equivocados.
Me quedan mas reuniones creativas por delante, porque a diferencia de mis otros libros en los que escribía más a ciegas, en este quiero trazar bien toda la arquitectura de la historia para que sea la mejor posible. Al fin y al cabo, es la conclusión de la saga y tengo que cumplir todas las expectativas creadas.
Y las primeras son las mías.
Una de las cosas que vas aprendiendo cuando acumulas libros escritos en tu catálogo es que no puedes escribir para los fans. Ya lo dijo el maestro Stephen King en su libro On Writing: «Primero tienes que escribir para ti, luego ya te preocuparás de los lectores». Por ejemplo, una de las partes que más disfruté escribiendo en Prisioneros del Futuro fueron las escenas que transcurrían en la prisión espacial Mole IX, especialmente aquellas en las que Chaka y compañía escapan a través de un lugar muy desagradable (y los que la han leído saben de qué hablo). ¿Adivinas por qué me han felicitado más de ese libro? Sí, por esa escena en el lugar desagradable. Si al escritor le gusta lo que escribe, es muy probable que también le guste a sus lectores.
Ahora debo dejarte que tengo reunión y no puedo hacerme esperar. Mañana, más.
¡Feliz escritura!
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Lunes, 4 de septiembre de 2017
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Imagen: Benjamin Child vía Unsplash