Creo que los lectores mas avezados de esta bitácora ya lo sabrán, pero hay muchos que todavía no son conscientes.

(a pesar de que lo he dicho más de una vez y que no soy el único que lo hace)

Toda gran tarea, como escribir una novela, es más asequible cuando la divides en tareas más pequeñas. 

O dicho de otra forma:

Cualquier logro maravilloso y destacable no es más que la suma de una larga serie de tareas aburridas y rutinarias. 

Todas las obras de arte del mundo son fruto de las horas y horas en las que su autor trabajó para conseguirlas.

Se trata de poner ladrillos, uno a uno, hasta que cuando quieres darte cuenta, has levantado una pared. Y de esa pared, una casa.

Cuando ese concepto te entre en la cabeza, cuando tengas mentalidad de hormiga, será cuando por fin puedas empezar a crecer como artista. 

Mañana, más. ¡Feliz escritura!

Imagen: Namroud Gorguis en Unsplash