Si eres lector habitual de este bitácora, ya sabrás que el viejo dicho de no juzgar un libro por su portada no se aplica cuando eres un escritor independiente y quieres vender tus libros.
Y si además eres lector veterano del blog, puede que hasta recuerdes los consejos que daba para crear tus portadas.
Con el paso del tiempo, he ido comprobando que sí, las portadas venden.
He visto libros con una portada insulsa languidecer en las listas de ventas durante años. No puedo hablar sobre la calidad de los mismos, ya que no me llaman en absoluto la atención, empezando por esas cubiertas que no destacan o que directamente son malas.
Porque el proceso de compra empieza por ahí y esos libros están fallando desde el principio.
Se trata de algo muy sencillo, que ya he explicado más de una ocasión. La portada es lo primero en lo que se fija un lector a la hora de probar a un autor desconocido, sea en una tienda online o una tienda física. Si la portada lo intriga, puede que lea la sinopsis o eche un vistazo a las primeras páginas. Si ambos elementos aumentan su interés y el precio es adecuado, hay grandes posibilidades de conseguir una venta.
Es un proceso sencillo, pero delicado. Si fastidias cualquier eslabón de esa cadena, las posibilidades de venta disminuyen de forma drástica.
Si encima es el primer eslabón el que falla, todo el trabajo que realices después no sirve para nada.
Una portada atractiva puede predisponer a un lector por sí sola para que compre tu libro, aunque jamás haya leído al autor. A mí me ocurrió con este libro, por ejemplo. La portada me encantó y la sinopsis me convenció. Después lo leí y me encantó, y desde entonces he seguido a este autor. No todo lo que he leído de él me ha gustado tanto, pero estoy pendiente de sus libros.
A eso aspiro con mis libros. Y por eso he empezado a externalizar mis portadas.
Los cinco relatos que he publicado en marzo son prueba de ello.
Cada uno de ellas ha sido realizado por un diseñador diferente, que ha dejado su imaginación volar a partir de mis indicaciones. Hay alguna que me gusta más que otras, como es normal, pero son un salto de calidad con respecto a lo que tenía antes.
Antes de que acabe el año, el resto de mis libros también pasarán por las manos de otro diseñador que realizará nuevas portadas para ellos.
Es un paso necesario en mi carrera y uno que todo escritor independiente debe llevar a cabo tarde o temprano.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
Imagen: Sophia Baboolal en Unsplash
Pues que conste que a mí las portadas que tú hacías me molaban mucho.
¡Y a mi también! Pero estas nuevas también me gustan y creo que las próximas serán todavía mejores. ¡Un abrazo, Ana, y gracias por la visita y el comentario!