Ya lo decía Seth Godin hace casi cuatro años: si no lo intentas, no fracasarás. Suena ridículo cuando lo formulas así, pero sigue siendo igual de válido, además de ser la razón por la que miles de escritores noveles o no tan noveles invierten sus esfuerzos en cualquier cosa que no sea escribir y publicar sus libros. Eso me parece un error, porque al final del día no intentarlo y fracasar termina siendo lo mismo. Pero el caso es que intentan argumentar y explicar sus razones, por lo que hoy voy a recopilar algunas frases no literales que he visto en foros y redes sociales de aquellos que prefieren no intentarlo para no fracasar, junto a mis comentarios.
- «Antes de terminar mi libro necesito crear una comunidad de seguidores, así cuando lo publique tendré unos cuantos lectores seguros». Perfecto, pero de nada te sirve tener cinco mil seguidores en redes sociales si no tienes un libro para ofrecerles. Preocúpate de tener algo que ofrecer antes de reclamar atención.
- «Voy a dejar reposar un tiempo mi libro, para poder corregirlo de una manera más imparcial». Eso está muy bien, siempre que no utilices ese paso (que por cierto no es obligatorio, solo puedes forjar metal cuando está caliente) para aplazar la publicación de tu novela. Esperar demasiado no te hará mejor escritor.
- «Todavía no he terminado mi libro, solo voy por el tercer borrador». Escribir múltiples borradores de tu novela queda muy cool de cara a tus amistades, pero si no pones el punto y final en algún momento seguirás teniendo publicado lo mismo que los que suscriben las frases anteriores: NADA.
- «Estoy planificando y documentando mi libro, todavía no he empezado con él». A no ser que estés escribiendo una novela histórica que lo exija de verdad, tu labor de documentación no necesita ser tan extensa; puedes empezar a escribir cualquier libro y documentarte sobre la marcha. Una cosa no impide la otra.
- «Tengo que trabajar para traer el pan a la mesa, no tengo tiempo para escribir». Yo dejé de escribir durante meses, pero saqué tiempo para acabar y publicar Prisioneros del Futuro mientras buscaba trabajo y mientras trabajaba. Mi amigo Jaime Blanch ha escrito y publicado ocho libros mientras trabaja y atiende a su familia numerosa (su mujer y sus cuatro preciosas hijas). El día tiene 24 horas para todos, así que no pongas excusas.
- «Me cuesta editar mi libro, no me gusta corregir». Corregir y editar tu libro es un proceso tan doloroso como quieras que sea. No lo afrontes como un castigo, sino como la oportunidad de aprender y mejorar tu escritura. Pero nunca lo uses como excusa para no dar por terminada tu obra.
- «Hoy en día se publican muchos libros, es imposible que los lectores se fijen en el mío, ¿para qué esforzarme?». Sí, se publican muchos libros, pero eso también pasaba antes. Siempre se han publicado muchos libros y nunca ha habido garantías de que los lectores se fijen en el tuyo (recuerda que nadie te debe nada). Si prefieres rendirte antes de intentarlo, adelante; es la única manera de que, efectivamente, nadie lea tu libro. Solo podrás tener lectores si publicas, es así de simple.
- «Tengo miedo de publicar mi libro por si me lo piratean». Eso es como decir que tienes miedo de salir a la calle porque puede llover. En ambos casos, es algo que no puedes controlar y que ocurre independientemente de lo que tu hagas. Puedes quedarte en casa para siempre o puedes ponerte un chubasquero y salir a la calle, tú eliges.
Yo entiendo que lo cómodo es dedicarse a cualquier cosa con tal de no terminar y publicar un libro; de hecho, hay eternos y eternas aspirantes en la red de los que todavía estamos esperando su primera novela. Al final, lo mejor es concentrarse en lo que importa, que es escribir, acabar lo que uno escribe y publicarlo. No tienes que perder y mucho que ganar. Todo lo demás es literatura.
¡Feliz escritura!
Imagen: Catherinedncr vía Flickr.
Que bien sientan estos baños de realidad que vas soltando cada pocas entradas para dejarse de tonterías y ponerse manos a la obra. No te imaginas la dosis de motivación que me da leerte cuando publicas contenido así. Y dicho esto, es hora de dejar de zanganear y meterme en Scrivener a escribir el relato de hoy. Saludos.
Muy buenas, Enrique. Que sepas que parte de esa motivación me la has trasladado con tu comentario, que en muchas ocasiones no sé si este tipo de entradas sirven o no para algo, más allá de como reflexiones en voz alta. Así que voy a imitarte y a ponerme manos a la obra, que los libros no se escriben solos. 😀
Un saludo y muchas gracias por la visita y el comentario.