Para subir a la cima, necesitas ayuda.

Si trabajas por tu cuenta puedes llegar hasta cierto punto, porque tu habilidad tiene un limite.

Sin embargo, si cuentas con un equipo detrás y este es bueno, puedes llegar a cualquier lugar.

El error, que cometen muchos cuando llegan a la cima, es no tener en cuenta las contribuciones del equipo y atribuir el mérito a sus esfuerzos. Una vez arriba, olvidan a su equipo o prescinden de él.

Lo que no saben es que también necesitas ayuda para bajar. De hecho, los riesgos son mucho mayores en el descenso, como seguro bien sabes.

Todo esto no es una simple metáfora, también se aplica a tu carrera como escritor.

Puedes haber escrito el libro, pero sigue necesitando una cubierta. Si tienes conocimientos de diseño, puedes encargarte de ello, pero lo normal es que necesites ayuda.

Lo mismo ocurre con el proceso de edición y corrección, con la compilación de tu libro electrónico o la maquetación de tu edición en papel.

Puedes hacerlo todo tú, pero si confías en profesionales, el resultado será mayor y mejor que lo habrías conseguido tú solo. 

Y si alguna vez llegas a la cima, seguirás necesitando ayuda para todos esos aspectos.

Así que no te apresures en despedir a tu equipo. Lo seguirás necesitando cuando bajes y si quieres volver a subir. 

Mañana, más. ¡Feliz escritura!

Imagen: Todd Diemer en Unsplash