A veces, toda tu planificación y preparación no basta.
Por un motivo u otro, nada sale como estaba previsto y tienes que improvisar.
Como escritor, esto es algo que has experimentado muchas veces en el papel (o en la pantalla).
Ante esta situación, puedes lamentarte de cómo se han desarrollado los acontecimientos.
También puedes buscar culpables. Unas veces serán circunstancias externas y otras puede que la culpa sea solo tuya, por confiarte demasiado.
Espero que te des cuenta de que ninguna de esas dos posibilidades ofrece solución alguna.
Solo hay una opción en esos casos: simplemente, te lanzas y haces lo que tienes que hacer.
Si eliges esto último, juegas con ventaja. La mayoría de la gente elige el camino más fácil y prefiere no hacer nada.
No saben, o no quieren saber, que a la hora de los resultados, es mejor haber hecho algo, aunque sea mal, que no hacer nada.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
Imagen: Benjamin Voros en Unsplash
¡Muchas gracias, Miguel Ángel! Te sigo todos los días. ¡Saludos y feliz escritura! 😉
Lo mismo digo, Tessa: a lanzarse y feliz escritura. ¡Un abrazo! 😀