Hoy en día, es imposible aburrirse.

Con tu smartphone o con tu ordenador todo el mundo está conectado de forma permanente y puede acceder a sus redes, ver millones de vídeos interesantes o leer prácticamente cualquier texto escrito por la humanidad, en cualquier lugar a cualquier hora.

Todo esto, dicho sea de paso, no estaba entre las cosas que nos prometieron para el siglo XXI, pero mi yo de diez años sería feliz con un kindle para leer todo lo que quisiera o una tablet para jugar a todo lo que le apetezca. Lo mismo que los jóvenes de diez años (y menos) de ahora.

Pero estaba hablando del aburrimiento.

Al contrario de lo que puedas pensar, para alguien cuyo trabajo se basa en la creatividad aburrirse es fundamental.

Todos los deportistas conocen el valor de los días de descanso. Para profesiones creativas como la de escritor, aburrirse es lo mismo.

No puedes estar estimulando tu cerebro todo el tiempo o exprimiéndolo para crear nuevas ideas. Necesitas un tiempo para aburrirte, para pensar en las musarañas, para mirar al techo sin tener que hacer nada.

Tienes que aburrirte. Para que tu cerebro pueda generar nuevas conexiones entre los conceptos que conoces y pueda crear nuevas ideas.

Encuentra la forma de aburrirte.

Porque hoy en día es imposible aburrirse, a menos que lo busques. 

Mañana, más. ¡Feliz escritura!

Imagen: Niklas Hamann en Unsplash