Aunque ya tenía bastante escrito de La Guerra del Ayer, voy a tomar el día de ayer como la fecha de inicio de la escritura del libro de cara a mis registros. En este primer día, he avanzado en uno de los primeros capítulos, y se nota que todavía estoy reencontrándome con la historia y los personajes, pues estos también están haciendo memoria de todo lo que ha pasado hasta el momento.
Puede que muchos de esos recuerdos no lleguen al manuscrito definitivo, pero por mi experiencia, tampoco están de más. En libros tan extensos, viene bien de vez en cuando que un personaje recuerde lo que ha pasado hasta llegar al punto en el que se encuentra. Eso sí, hay que dosificarlo mucho para evitar que parezca que llevan al lector de la mano, ya que eso nos repatea mucho a los lectores. Por lo menos a mí, así que intento no hacerlo en mis libros.
Eso sí, ha faltado muy poco para que hoy no me pusiera a escribir. La Resistencia vino fuerte pero saqué fuerzas de flaqueza de dónde no podía, me conecté a Brain.fm y me puse a escribir pasadas las diez y media de la noche. Mil palabras de ficción después, estoy acabando este post al filo de la medianoche, así que me alegro de haber hecho el esfuerzo.
Paradójicamente, estoy comenzado con La Guerra del Ayer dos años y poco después del día en que empecé a comenzar a escribir Prisioneros del Futuro. Espero no tardar tanto en acabarlo como aquel. De hecho, si alguien se molesta en recordar por qué empecé hace cincuenta días con esta locura de escribir todos los días en el blog, una de las razones era rendir cuentas diarias de la escritura de ficción. Así que, por fin, estoy cumpliendo con ese motivo.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
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Lunes 11 de septiembre de 2017
Días seguidos publicando en el blog: 50
Días seguidos escribiendo ficción: 1. Mejor racha: 3
Días seguidos por encima de mil palabras: 1. Mejor racha: 3
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Imagen de Joshua Earle vía Unsplash