Como escritor, es muy lícito que tengas una filosofía, una enseñanza o un mensaje que transmitir con tu ficción. De hecho, hay quien piensa que el arte sin contenido es algo insustancial.
Sin embargo, eso no te exime de tu principal tarea al escribir ficción, que es entretener.
Evita condicionar ese trabajo a la transmisión de tu mensaje, o terminarás escribiendo panfletos más o menos incendiarios que alejarán a una parte de tus lectores.
Formar o informar va en segundo lugar. Primero, debes entretener. Al fin y al cabo, nadie está obligado a leer tu libro; si alguien lo hace por su propia voluntad, que menos que proporcionarle un poco de ocio.
No pienses que por eso tu arte será menos válido. En estos tiempos que vivimos, lograr que tus lectores evadan los problemas cotidianos durante unos minutos o unas horas es un oficio tan loable como los demás, y puede que más necesario que muchos otros.
Entretén a tus lectores. Si además aprenden algo contigo o los haces pensar, mejor todavía.
Mañana, más. ¡Feliz escritura!
Imagen: Matthew Kalapuch en Unsplash